Hasta que te vuelva a ver ||THIAM||

Reencuentro

Dentro del grupo reconoció fácilmente a Stiles, Lydia e Isaac. Los cuales rápidamente se acercaron a abrazar al recién llegado.

-¡Raeken! Amigo, creí que no volvería a verte. -Soltó Stiles riendo mientras se separaba del chico.- Estás más feo de lo que recordaba.

-Cierra la boca, idiota. Está aún más guapo que hace unos años. -Repuso Isaac burlón abrazando a su amigo, dándole una suave palmada en la espalda y separándose rápidamente de él.

-Gracias Lahey, espero que no estés coqueteando conmigo. -Bromeó el castaño riendo.- Y tú, Stiles, estás igual de tonto que hace unos años. -Soltó el joven riendo para luego abrazar a Lydia.- Pelirroja, ¡Te extrañé!

-Yo te extrañé aún más, Castaño -Dijo la chica con una sonrisa correspondiendo el abrazo con una sonrisa. Al separarse lo miró alegre.- ¡No puedo creer que hayas vuelto!

-Yo tampoco. -Contestó sinceramente sonriente. Volteó su mirada hacia una chica asiática de cabello negro y otra morena de cabello castaño que lo miraban confusas.- Hola soy... -Antes de poder decir algo, fue interrumpido por Scott.

-Él es Theo Raeken, fue compañero nuestro toda la primaria y en primer año, luego se fue a estudiar al extranjero pero está de vuelta. Theo ellas son Kira. -Dijo el moreno señalando a la pelinegra.- Y ella es Malía. -Agregó señalando ahora a la de cabello castaño.

-Un gusto conocerte, Theo. Scott y Stiles hablan mucho de ti. -Comentó Kira sonriente.

-Y como no hacerlo, ellos siempre hacían tonterías y se metían en problemas conmigo. -Comentó riendo.- Y ese chico Liam... ¿No vino?. -Preguntó Theo con una pequeña sonrisa.

-Oh sí, supongo que si, pero siempre llega tarde. Usualmente nos juntamos a la hora del almuerzo. -Contestó Malia con una sonrisa amable, aunque se la veía muy ruda, parecía ser una chica amigable.

La primera campana avisó que debían ir a clase. La primera hora era Matemáticas, aunque no le gustaban le era muy fácil, ya que en madrid, su escuela tenía orientación a economía, lo cual hacía que la materia se viera más a profundidad. Una vez que la hora había pasado, Scott y Stiles acompañaron a su amigo al casillero que tendría. Mientras hablaban un chico de cabellos rubios oscuros, un poco largo, ojos celestes como el cielo y amplia sonrisa se acercó a Scott. Theo se lo quedó mirando algo sorprendido.

-¡Liam! Creí que hoy no habías venido. ¿Tarde otra vez? -Preguntó el moreno riendo.

-Sí, bueno, es normal en mí. -Bromeó el chico rubio riendo sin notar la presencia del castaño.

-Ey Liam, ¿No sabes saludar?. -Interrogó Stiles cruzado de brazos y alzando una ceja. Aquello logró que el ojiceleste notara la presencia del de ojos grises.- Él es Theo, Theo Raeken. Fue compañero nuestro en toda la primaria y en primer año luego el torpe se fue del país y llegó hoy. Estudiará con nosotros y es parte importante de nuestro grupo. -Anunció el amante al sarcasmo con una sonrisa.- Theo, él es Liam Dunbar, el bebé del grupo. -Bromeó riendo.

Tanto el rubio como el castaño se miraban sorprendidos, no podían creer que se volvieron a encontrar luego de tanto tiempo. Theo estaba emocionado, quería abrazar a su pequeño amigo y ya no soltarlo nunca, mientras que Liam, bueno, el menor quería salir corriendo, no quería ver al chico, no estaba listo para eso. Cuando el de ojos grises abrió la boca para hablar fue callado por el más joven.

-Oigan, debo irme a mí próxima clase, los veo luego. Un gusto conocerte, em... ¿Como te llamas? Bueno, ya me lo dirás luego. Llego tarde, ¡Adiós!. -Soltó el rubio nervioso para alejarse lo más rápido que pudo de ahí dejando a sus amigos sorprendidos por su actitud.

-Lo siento, es algo idiota y siempre llega tarde a todos lados, ya lo conocerás en el almuerzo. -Suspiró Scott a modo de disculpa.

-No te preocupes, es entendible... -Murmuró Theo confundido sintiendo su corazón contraerse levemente por el dolor que aquello le había provocado.- En fin... ¿Vamos a clase?

-Si, vámonos. Tenemos química, es una materia aburrida pero nuestro profesor es un completo idiota. -Comentó Stiles mientras caminaban al salón.

-¿Eso debería reconfortarme?. -Preguntó el castaño con una leve sonrisa.

-No, claro no. Es un idiota y si le caes mal probablemente repruebes. -Contestó nuevamente el sarcástico chico riendo mientras entraban al salón.