Invitación y coqueteo

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NARRA THEO

Cuando terminé de cambiarme miré hacia la ventana pensando en que tendría que saltar por ahí para que los padres de Liam no pensaran nada de lo que no había pasado. Me acerqué despacio y logré darme cuenta que había un árbol con una rama gruesa hacia mi ventana, pero si llegaba a caerme sería un hueso roto seguro, preferí enviarle un mensaje a Liam "Escucha, entretén a tus padres un momento porque no voy a saltar voy la ventana". Él joven sólo contestó con una carita guiñando el ojo así que agarré mi mochila y me acerqué a la puerta, oí de lejos al rubio hablar con sus padres desde la cocina así que me decidí por salir con sigilo desde mi cuarto hasta la puerta principal. La abrí y cerré con fuerza como si recién llegara para luego gritar.

-¡Liam! ¡Apúrate que llegarás tarde!. -Dije entrando a la cocina con una sonrisa.- Buenos días, lamento haberme ido sin saludar pero tenía que entrar más temprano hoy. Volví para llevar a  Li y que no llegara tarde. -Agregué alegre.

-Buenos días, pequeño. -Soltó la rubia mayor con una sonrisa.- Que bueno que se estén llevando mejor, además el niño se quedó dormido hoy. -Bromeó riendo.

-No me quedé dormido, voy bien. -Murmuró el pequeño con molestia.

-Sí, bien tarde. -Regañó su padre para luego mirarme.- Gracias, Theo, me alegra que te preocupes tanto por mi hijo.

-No hay problema, me gusta ayudar. -Miré al de ojos azules con una sonrisa para luego mirar al más pequeños que estaba allí.- Vámonos o llegarás tarde.

-Claro, Señor Calzones. 

Susurró lo último riendo para caminar hacia la puerta. Saludé a sus padres y lo seguí pensando en lo bien que nos había salido la mentira. Una vez dentro del auto, ambos comenzamos a reír a carcajadas, el auto se llenó de nuestra risa y se inundó de alegría. Fue un momento hermoso, uno que quería repetir una y mil veces, pero dudaba que fuera a pasar otra vez. Encendí el auto para, por fin, dirigirnos a la escuela, pero recordé algo a dos calles de llegar, así que orillé el auto a un lado mirando al menor con una amplia sonrisa, el cual me miraba confuso.

-¿Por qué te detienes?. -Indagó curioso viéndome a los ojos.

-Por que tú no quieres que te vean conmigo, ¿Qué crees que pensarán si nos ven llegar en mi auto y te ven salir de el?. -Comenté sin borrar la sonrisa de mi rostro.

-¿No podríamos superar de una vez ese tema?. Todos saben que vives conmigo, podríamos llevarnos bien luego de una charla civilizada y ya. -Contestó con molestia fingida cruzándose de brazos.

-¿No quieres caminar?

-No, la verdad no. -Murmuró riendo y haciéndome sonreír aún más.

-Bien, te llevo. Pero abstente a las consecuencias. -Reí encendiendo el auto y conduciendo hacia la escuela.- Oí que Scott dará una fiesta en la noche, ¿Quieres venir?.

-No creo que me quieras ahí... -Susurró muy bajo pero lo suficiente como para que yo lo oiga.

-Si te pregunto es por algo, ¿No crees?. -Dije de forma coqueta con una sonrisa ladina.

-Supongo que... ¿Me estás coqueteando?. -Indagó confundido.

-Sí. Además, me pidieron que te lo diga, como ya casi no te ven y yo sí, los chicos me dijeron que te lo pregunte. -Contesté con simpleza aparcando el coche y saliendo de el junto con el rubio.- Paso por ti a las ocho. 

Agregué con una sonrisa cerrando el auto y alejándome de él rápidamente para que no pueda negarse. No sé si lo que hice estaba mal, pero ya no iba a guardarme mis comentarios luego de lo de anoche. Caminé hasta mis amigos con una amplia sonrisa, Isaac, Kira y Malia me estaban esperando ansiosos para que les contara lo que había sucedido en mi "No cita". Saludé a todos con clara alegría demostrando que todo había salido bien, antes de decir algo, comenzó el interrogatorio.

-¿Le diste flores?. -Kira y su romanticismo era muy cómico de ver.

-¿Lo besaste?. -Creo que Malia pasa demasiado tiempo con la pelinegra.

-¿Lo secuestraste?. 

Tanto las chicas, como yo, miramos a Isaac confundidos, no podíamos creer que realmente había preguntado aquello. Respiré profundo y comencé a responder las preguntas y a relatar rápidamente lo que había pasado sin omitir detalles, el rubio sabía cuando mentía, me conocía a la perfección.

-No le di flores, no lo besé y tampoco lo secuestré. -Miré con reproche al de ojos claros y seguí contando las cosas bajo la expectante mirada de mis amigos.- Liam me dijo que era una "No cita". -Hice comillas con mis dedos.- Pero fue una cita real, cenamos, charlamos, nos divertimos, descubrí que él no sabe tomar porque bebió mucho y se emborrachó al punto de dormirse, tuve que cargarlo hasta el auto y luego hasta su cama. Cuando lo recosté en su cama se despertó, o yo creí eso, para pedirme que durmiera con él. Intenté rechazarlo pero me rogó y no pude contra eso... -Murmuré sabiendo la burla que se me avecinaba.

-Fuiste muy débil, amigo. Te ganó un niño. -Bromeó el rubio comenzando a reír a carcajadas.

-Ya cállate. -Lo regañó la castaña para luego mirarme.- ¿Y?. -Reí un poco antes de contestar.

-Y dormimos juntos, sólo dormimos. -Aclaré conociendo la mente de mi mejor amigo.- Aunque dijo cosas extrañas que me hicieron pensar un poco... Dijo que lo que más le gusta de mí es "Mi sinceridad y mi fidelidad". Además creo que quiso besarme, así que en la mañana le dije que a la próxima no se emborrachara, que estando ebrio no lo besaría pero sobrio sí. -Terminé de contar con una amplia sonrisa.

-En resumen, no hicieron nada más que hablar y dormir juntos. ¿Al menos lo invitaste a la fiesta de ésta noche?. -Preguntó el de ojos claros con curiosidad y una sonrisa.

-Sí, lo invité y no permití que me rechace, además, coqueteé con él abiertamente y, escuchen bien, ¡No me rechazó! Bueno, no le molestó, es lo mismo. -Chillé alegre viendo a mis amigos.

-Ese es nuestro chico. -Soltó Malia con una amplia sonrisa orgullosa.

-¿Ven eso? ¡Es gracias a mí!. -Agregó la pelinegra con alegría.

-Ésta será la mejor fiesta de tu vida, Raeken. Si logras darle un beso, juro que voy con Scott y lo beso directamente en los labios. -Dijo mi amigo con una amplia sonrisa para luego alejarnos levemente de las chicas y susurrarme bajo al oído.- ¿Le dirás a Liam tu "Secretito" en algún momento?

-Yo... 

Admito que aquella pregunta me ponía nervioso, Isaac y yo intentábamos no pensar mucho sobre eso y no hablarlo, porque es un secreto tan grande que podría cambiar toda mi vida, además de que todo el mundo se alejaría de mí, incluyendo a Liam. Decirle o no dependía aún de muchas cosas, esperaría el momento adecuado, o a que no me quede otra opción.

-Theo, eres mi mejor amigo, pero no sé cuando tiempo más él te creerá lo de tus "Ataques de pánico", además sabes que te cuesta mucho controlarte a veces con respecto a eso... No te lo digo como un idiota que no sabe nada, te lo digo como el chico que te conoce mejor que nadie en el universo. -Comentó el de ojos claros algo nervioso.

-Lo sé, lo sé. Sólo dame más tiempo, aún las cosas no están muy bien entre nosotros y no creo que sea el momento. Prometo decirle pronto, lo juro. -Contesté con una sonrisa.

-Hazlo antes de esa noche. -Agregó serio sin una pisca de humor en su no tan chillona voz.

-Lo prometo. -Dije con una pequeña sonrisa para luego volver a acercarnos a las chicas y soltar en voz alta.- Oigan, vamos a clases antes de que lleguemos tarde y nos maten. -Bromeé con una sonrisa mientras caminaba junto a mis amigos hacia nuestro salón de clases.

Hasta que te vuelva a ver ||THIAM||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora