Hasta que te vuelva a ver ||THIAM||

¿Vivir aquí?

NARRA THEO

Una vez que mi madre me recogió de la preparatoria, vino conmigo a la casa de Julia, la cual me recibió con una gran sonrisa y un cálido abrazo. Mientras yo comenzaba a acomodar todo en el cuarto, mi madre y la madre del menor se quedaron tomando un café y hablando de como estaban sus vidas, lo que habían hecho éstos años, no lo sé, cosas de madres supongo. Todo iba bien hasta que escuché un grito, y no cualquier grito, el de mi madre. Bajé las escaleras de la ostentosa casa prácticamente corriendo para luego dirigirme directamente hacia la cocina, y allí lo vi. Liam entre los brazos de mi madre. El grito, al parecer, era de alegría y no había pasado nada extraño, cosa que me tranquilizó bastante, al menos hasta que oí lo que mi madre le decía al rubio, aquello me hacía arder por dentro.

-¡Ay mírate! Estás tan grande... Y pensar que la última vez que te vi eras un niño de once añitos... -Decía mi madre alegre para luego soltar al menor con cuidado.

-No te gastes, madre. Él no nos conoce, ¿No es así, Liam?. -Escupí mis palabras con asco cruzándome de brazos mientras miraba fijamente al mencionado y alzaba una de mis cejas.

-¿Tú que haces aquí? -Preguntó con molestia e imitando mi gesto de cruzarse de brazos, los años pasaron pero aún seguía siendo el mismo niño.

-Él vivirá con nosotros un tiempo, Lu y Theo vinieron solos a Beacon Hills. Su padre no quiso volver con ellos así que con tu papá decidimos que él viniera a vivir aquí mientras Lucía encuentra un lugar para que ellos vivan. -Dijo entre dientesla madre del rubio con claro enojo por como estaba actuando su hijo.- ¿Cómo es eso de que no los conoces?

-Bueno, hoy nos presentaron, ya que mis viejos amigos ahora son sus amigos también, además de que compartimos dos clases, y él fingió no conocerme todo el día. Quién sabe que le pasa. -Bufé molesto con mi mirada hacia Julia la cuál parecía que iba a explotar de enojo, creo que no la he visto así nunca, ni siquiera cuando nos trepamos a un árbol o pintamos la pared del cuarto de Liam con fibra negra indeleble.

-Liam, ¿Qué tienes? Tú no eras así. Creímos que te haría feliz volver a ver a tu amigo luego de tantos años, pero te comportas como si fuera un desconocido, o pero, tu enemigo... -Intentó calmar el mal momento mi madre.

-Nada, lo siento. Debo irme a hacer tarea.

Soltó el ojiceleste para luego irse directamente a su habitación sin decir ni una sola palabra más. La madre de Liam se levantó con claro enojo y comenzó a caminar, parecía que de sus pasos quedaba la marca del fuego que traía encima. Suspiré bajo, no iba a dejar que él terminara en aprietos por una tontería así, que a mí me pusiera los pelos de punta, no implicaba que fuera algo de lo que ellas debían preocuparse también. Agarré sutilmente a Julia de los hombros y la miré con una sonrisa intentando tranquilizarla.

-No te preocupes, yo me encargo de esto. Es un adolescente y debe tener muchas cosas en la cabeza, cree que ya no lo conozco pero sigue siendo ese niño pequeño del que me hice amigo hace años. Déjame hablar con él y resolverlo. Y sino, le gritas. -Bromeé lo último con una sonrisa haciendo reír a la rubia.

-Muy buen, tú ganas pequeño. Intenta hablar con él, si no puedes, yo lo haré. Soy su madre y no puede irse así de una conversación. -Suspiró levemente volviendo a sentarse.

-Tranquila, intentaré hablar, lo prometo. Sino le daré su espacio para que él piense y decida que hacer. Al fin y al cabo, yo soy el que se fue, no puedo pedirle que cambie su vida porque volví a Beacon Hills luego de cinco años, ¿No?...

Dije eso último con un gusto amargo, sabía que era cierto, yo me fui y no puedo pedirle nada, pero me gustaría que saliera de él cambiar su vida por mí, yo dejé todo atrás para poder verlo otra vez, pero parece que no fue suficiente. Sin esperar respuesta, subí hacia su cuarto, aún recordaba el camino como si el tiempo no hubiera pasado. Toqué la puerta una vez, dos veces, tres veces... Pero nada. Bufé bajo comenzando a enojarme, aún más que antes. Abrí la puerta con molestia encontrándome a Liam con un short algo corto y sin camisa, creo que ahora sí fingirá no conocerme por muchos años más.