Comienza la Guerra

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NARRA THEO

Rápidamente cerré los ojos y la puerta casi al mismo tiempo. Sentía como mi rostro quemaba pero ahora no podría sacarme esa imagen de la cabeza por semanas, ver a Liam sin camisa fue lo mejor de todo el día pero ahora estaría más molesto que antes. Pasaron pocos segundos hasta que la puerta se abrió lentamente y oí su voz, amaba esa voz gruesa que tenía ahora, le daba un toque muy dulce y varonil.

-Puedes entrar, idiota. Aunque parece que en Madrid no enseñan a tocar la puerta antes de entrar. -Bufó bajo el pequeño.

Abrí los ojos con lentitud, al verlo ya cambiado sonreí y entré al cuarto cerrando la puerta con cuidado. El rubio se había puesto unos pantalones de entre casa color gris y una camiseta grande de color azul. Me senté al borde de su cama, justo frente a él, y lo miré a los ojos.

-Liam, ¿Que diablos te pasa? ¿Ahora sí me conoces?. -Solté algo molesto. El menor se sentó en una silla de escritorio frente a mí y me miró a los ojos, pero no respondía, cosa que me ponía aún más enojado.- ¿Por qué actúas así? ¿Te avergüenza que sepan que yo era tu amigo?

-Escucha Theo, simplemente ya pasaron los años, ya no somos amigos, no te conozco ni tú a mí... No voy a fingir que todo sigue igual que hace cinco años porque no es así y lo sabes... No soy el mismo niño que se asustaba con los truenos, ni el mismo al que tú tenías que defender todo el tiempo, ni el chico con el que jugabas a las escondidas por horas, ni con el que... -No pude más, me enfadé demasiado con toda esa basura que él estaba diciendo así que decidí interrumpirlo.

-¿Diste tu primer beso? -Solté con una sonrisa ladina escondiendo mi enojo.- Porque también recuerdo eso, ¿Sabes?. Mira, si quieres enterrar el pasado y fingir que no me conoces ni nada de eso está bien. Pero al menos quiero que me des una verdadera razón para que yo mañana no le diga a todos que eres un mentiroso, que me quedo en tu casa y que eras mi mejor amigo. Sólo dame una buena razón para hacer eso, Liam. -Lo amenacé acercándome un poco más a él quedando, a mi parecer, muy cerca de su rostro.

-Tú... Tú no harías algo así... -Contestó algo nervioso por mí cercanía. Reí un poco.

-¿Ves? Aún soy el mismo Theo... Sólo que tú no eres el mismo Liam. Ahora eres un completo idiota que ni siquiera puede darme un abrazo luego de cinco años sin vernos, ni siquiera preguntas porque mi padre no vino o que pasó con él, ni siquiera te importa que dejé toda mi vida para venir hasta aquí sólo para ver tu estúpida cara. Pero no, claro, ahora el niño popular no puede ser visto con un maricón como yo, ¿Cierto?. Sabes Liam... Vete a la mierda. -Me levanté con molestia y cuando estaba a punto de salir del cuarto sentí como el menor me agarraba del brazo. Bufé bajo y me volteé a verlo, quería golpearlo, realmente quería hacerlo.- ¿Qué quieres, maldito desconocido?. -Pregunté con molestia sin mirarlo a los ojos.

-Theo entiéndeme... Mi vida cambió mucho en éstos años... Ya no soy el mismo chico que era y... Y no tiene nada que ver con que seas gay... Corey y Mason también lo son, ¿Y qué? Eso no tiene nada de malo. Sólo que no quiero volver a ser ese niño frágil y débil que se convirtió en tu amigo... Ya no soy así... Tú me dejaste y eso cambió muchas cosas... Yo... -No lo dejé terminar, que yo aceptara que lo hubiera dejado es una cosa, pero que él, sabiendo como fueron las cosas, lo dijera, eso no lo iba a permitir.

-Yo no te abandoné, no te dejé tirado como un cachorro. Tenía trece años y no podía elegir por mí mismo. Pero aquí estoy, cumpliendo mi promesa de volver a los dieciocho como idiota. -Escupí sin pensar, me dolía todo esto, me dolía que él se deshiciera de mí como un pañuelo usado.

-¿Y qué esperabas? ¿Creíste que te esperaría con los brazos abiertos? -Interrogó haciéndome explotar.

-Esperaba un maldito abrazo, un "Hola Theo, te extrañé" o al menos que no te hagas el inocente y finjas no conocerme. Creí que volver sería lo mejor, yo realmente te extrañé éstos años y necesité que estés a mi lado... Ahora veo que fui un completo idiota. Dejé todo por un maldito malcriado que ni siquiera es capaz de dar una maldita razón lógica para ignorarme. ¿Quieres que así sean las cosas? Perfecto, así serán. Pero mira que luego no puedes arrepentirte, Dunbar. Ahora, te lo preguntaré una última vez, ¿Quieres seguir fingiendo que no me conoces o dirás la verdad? -Pregunté con frialdad viendo por fin a Liam directamente a los ojos.

-Sí, prefiero fingir que no te conozco. -Dijo mirando hacia otro lado.

-Al menos mírame a los ojos. Mírame directamente a los ojos y dímelo. -Esperé unos segundos pero el rubio no volteaba a verme, reí bajo y suspiré soltándome de su agarre con poca sutileza.- Olvídalo. Sigues siendo un niño.

Antes de que el ojiceleste pudiera hablar, me fui del cuarto dando un portazo, no podía creer que él me hiciera esto, desecharme como si fuera una basura y fingir que no nos conocíamos era la peor idea que él había podido tener, yo no iba a dejarme pisotear por nadie, y mucho menos por Liam Dunbar. Okey pequeño, si eso quieres, eso tendrás. Comienza la guerra...

Hasta que te vuelva a ver ||THIAM||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora