Hasta que te vuelva a ver ||THIAM||

Ataques de pánico

NARRA LIAM

No puedo creer todo lo que le dije a Theo, me siento realmente mal por eso, todo por mis estúpidos celos. Sé que había dicho que ya no estaba enamorado de él pero creo que me equivoqué con todo, y le erré en grande. Entiendo que fue mi idea el hecho de que finja que no nos conocíamos pero, ¿Debía fingir que ni mi nombre se sabía?. Perdón pero eso fue un gran golpe bajo para mí, el chico que me gusta hace lo que digo y odio eso, que irónico. Estaba a punto de contestarle pero, para mi suerte, sonó el timbre. Theo se volteó y abrió la puerta, parecía que irradiaba calor de la furia que tenía encima. Oí vagamente la poca conversación de los dos y vi como el rubio se llevaba al castaño escaleras arriba, no me preocupé por él, ya es grande y sabe lo que hace, no necesita una niñera. Todo mi enojo se esfumó cuando mis amigos gritaron haciéndome voltear hacia las grandes y altas escaleras de pino viendo como el chico por el que me moría caía en los brazos de su amigo, se había desmayado. Intenté contenerme pero me fue imposible, subí las escaleras corriendo para ayudar a Isaac. Agarré con cuidado el brazo derecho del castaño pasándolo con mucho cuidado por mis hombros, mientras que el intento de rubio platinado y brillante sonrisa hacía lo mismo con el brazo derecho del de ojos grises. Guie, muy a mi pesar, al chico hacia el cuarto de mi ex amigo. Cuando entramos ambos pusimos a Theo con cuidado en la cama, el ruloso estaba nervioso, se le notaba a kilómetros, y no era el único.

-¿Qué le pasa?. -Pregunté con suavidad al chico junto a mí que no despegaba la mirada de su amigo.

-No te incumbe. -Murmuró con molestia sin siquiera mirarme, era de esperarse pero aún así estaba preocupado por él.

-Lo sé, pero quiero saberlo. -Dije con firmeza mirando el rostro pálido y sudado del castaño.

-Sufrió un ataque de pánico. -Sentenció el Lahey sin titubear.- Él es muy idiota y los contiene al punto de que explota, le cuesta respirar y se desmaya. Se le pasará pronto. -Aseguró el rubio sin dejar de mirar a su amigo y sentándose junto a él.- Ahora explícame que diablos pasó como para que él se haya puesto así. Y dime la verdad. -Agregó con tono serio y amenazador el preocupado chico.

-Nada fuera de lo común... Discutimos otra vez. En resumen, me dijo idiota, yo le dije que no lo soportaba y luego me gritó muchas cosas hasta que llegaste. Dijo que si seguía colmando su paciencia iba a golpearme y que yo le resultaba insoportable. 

Comenté con tranquilidad bajando la cabeza haciendo notar lo arrepentido que me sentía por lo que había dicho. No era su culpa que yo esté celoso y todo lo que hizo y dijo fue porque yo se lo pedí... Todo ésto es mi culpa. Si sólo hubiera aceptado que seguía enamorado de él, quizás nada de ésto hubiera pasado, todo estaría bien, no habría mentiras y Theo no estaría inconsciente en su cama. Si yo no fuera un maldito cobarde, nada hubiera pasado. Isaac simplemente me miró y no dijo nada, seguramente quería que yo hubiera sido el que quedara inconsciente y no él. Luego de unos segundos, se decidió a romper el silencio.

-Tranquilo, éste tonto no mataría ni a una mosca. Sólo dijo todo eso porque está enojado y harto de que lo trates mal. Cuando se le pase puedes hablar con él e intentar arreglar las cosas si eso quieres. Sino, simplemente ignóralo. -Me aconsejó el de ojos claros con una pequeña sonrisa, el seño fruncido ya no estaba en su rostro, y al ver que la respiración de Theo se había normalizado, ya estaba más tranquilo.

-¿Cómo sabes todo eso?. -Pregunté confundido sin comprender nada de lo que estaba sucediendo en ese momento.

-Porque somos amigos, y los verdaderos amigos saben toda la verdad sin necesidad de preguntar. Además, lo conozco más que nadie, sé las cosas que pasó en España, sé lo que le molesta, las cosas que pasó de niño, lo que realmente pasó con su padre... Sé todo de él porque jamás perdimos el contacto, yo iba a vacacionar a Madrid con mi familia y pasábamos los veranos juntos. Cuando te conocí no sabía que eras ese Liam del que él tanto hablaba todos los días. Nunca asocié que tú y ese chico eran el mismo hasta que te vi en el almuerzo de ayer... Cuando él te vio, parecía que estaba viendo al ser más especial e importante de todo el mundo. Pero nunca creí que ibas a estar molesto con él o incluso a odiarlo por algo que ni siquiera has dicho. No fue necesario averiguar demasiado, simplemente fue atar cabos sueltos de las cosas que él me contaba. -Se acercó con cuidado al de ojos grises para agarrar la pulsera que éste traía en la muñeca debajo de la chaqueta. Me hizo un ademán con las manos para que me acercara y poder verlo. Era la pulsera, la que yo le había regalado cuando éramos niños.- Él jamás te olvidó, Liam, siempre pensaba en ti y trabajó muy duro para volver y estar contigo, pero creo que después de ésto necesitarás mucho más que una disculpa rápida que ganarte su perdón, y si realmente lo quieres, apresúrate porque no eres el único que quiere estar con él. -Lahey se levantó con cuidado y abrió la puerta del cuarto viéndome directamente a los ojos.- Mejor vete, si te ve cuando despierta se va a alterar mucho más y creo que tú tienes muchas cosas en qué pensar...