Padre II

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NARRA THEO

Realmente parecía otra persona, parecía mi padre. Se estaba preocupando por nosotros, se estaba disculpando y siempre lo único que intentó fue protegerme... No podía dejarlo solo aunque quisiera, él me había estado cuidando en silencio sin que yo lo supiera, y ahí fue donde algo vino a mi mente.

-Tú enviaste a los gemelos... -Susurré bajo en estado de shock.

-¿Cómo...?

-Papá, ¿Desde cuando estás aquí?. -Pregunté aún más confundido.

-Llegué a los pocos días que ustedes. Llevo escondido mucho tiempo en casa de un viejo amigo que para mi suerte también es tuyo. Te he estado siguiendo, sí, pero todo fue para protegerte... Vi tu ataque de pánico y ahí supe que debía hacer algo, fue entonces cuando decidí hablar con los gemelos, ellos prometieron ayudarte y cuidarte, pero no podía seguir quedándome sentado y que lo descubrieras tú sólo... Extrañaba a mi hijo y quería verlo antes de que algo me sucediera... Lo lamento tanto, Theo... -Murmuró con tristeza, no necesitaba preguntarle nada porque lo conocía bien, además, oía sus latidos.

-Papá... -Suspiré bajo con una pequeña sonrisa.- Te perdono, si no fuera por tu ayuda, yo no estaría con Liam... Supongo que arreglaste todo sin darte cuenta... 

No podía odiarlo, había solucionado mi mayor problema desde la oscuridad y el anonimato pero siempre estuvo a mi lado, quizás no fue el mejor padre antes, pero está más que claro que ahora lo era, y no podía perderlo.

-Dime, ¿Por qué te buscan los cazadores?. -Pregunté curioso.

-Porque creen que asesiné a uno de los suyos... -Contestó nervioso, lo que me hizo dudar un poco de su inocencia.

-¿Y lo hiciste?

-Sí, pero no por lo que tú crees. 

-¿Entonces por qué lo hiciste?. -Indagué aún más sorprendido que antes, si es que era posible.

-Porque él te vio transformarte, si llegaba a informarle a su líder de eso, irían por ti y no podía permitir que eso pasara. Así que lo hice y ahora tu secreto morirá conmigo. -Sus palabras eras reales, no había ni la más mínima alteración en sus latidos, pero tampoco arrepentimiento en su cuerpo.

-No quiero que te maten... -Murmuré con tristeza.

-Hijo, yo mismo me lo busqué... Te lastimé tanto... A ti y a tu madre... Lo menos que me merezco es que me maten... Aún así me iré de aquí, lo más lejos posible para mantenerlos alejados de ti. Así que necesito que seas fuerte, más que nunca, sé que podré contar contigo. Cuida mucho a tu madre por mí y... ¿Theo?.

No sabía en qué momento pero un par de lágrimas se habían escapado de mis ojos, hasta hace sólo unas horas el hecho de que a mi padre le pasara algo terrible hubiera sido muy satisfactorio para mí, pero ahora se sentía el peor dolor que había sentido en mi vida. A pesar de todo lo que había pasado, él estaba arrepentido y había estado cuidándome más de lo que yo creía. Enterarme todo de esto de ésta manera había sido como un balde con agua fría.

-¿S-si?. -Pregunté con la voz levemente cortada por el llanto.

-No puedes decirle a nadie que me viste, ni siquiera a Liam porque un sólo error y podrían atacarlos a ustedes, incluso a él. No quieres que le pase nada a tu novio, ¿Cierto?

-No, claro que no. -Aseguré con firmeza.

-Bien, entonces cuídalo más que a ti mismo. Mantenlo a salvo, y hagas lo que hagas, nunca lo abandones, hijo. No hay nada peor que dejar ir a la persona que te hace sonreír... No cometas el mismo error que yo, Theo. Ese chico siente algo muy fuerte por ti, al igual que tú por él, así que no lo dejes ir. -Sonrió de una forma que yo desconocía en él, parecía que hasta lo estaba aceptando.

-Creí que no te gustaba la idea de que yo fuera gay... -Bromeé levemente secándome las lágrimas con el piño de mi abrigo mientras sonreía.

-Bueno, las cosas cambias y... Y luego de ver como él te hace sonreír, la forma en la que te completa, la forma en que lo miras... Sé que él es bueno para ti, te ama y tú a él. Lo único que quería y quiero es que seas feliz. Y lo eres con Liam. 

Oírlo decir aquello removió algo en mí que nunca había sentido, estaba orgulloso de mí. Por primera vez en mi vida me sentía completo y feliz, algo que nunca creí posible. Mi padre tenía razón, Liam sin duda era el motivo de mi sonrisa y yo quería ser su motivo para vivir siempre, creí que la charla con mi padre sería el final de mi buena racha pero estaba muy equivocado, sólo es un motivo más para no dejar que nadie me separe de mi pequeño.

-Gracias, papá...

-Gracias a ti, me hiciste darme cuenta de lo equivocado que estaba... -Comenzó a levantarse de su asiento pero aún necesitaba una respuesta.

-Papá... ¿En casa de quien te has estado quedando? 

-Derek Hale. Si necesitas algo, él estará ahí para ti como lo estuvo para mí... -Eso me había dejado sin habla, lo vi levantarse por completo con una amplia sonrisa en su rostro.- Te quiero, hijo... Cuídate mucho, prometo que volveremos a vernos algún día...

Y sin decir otra palabra, se alejó de mí, lo seguí con la vista hasta que por fin se perdió entre la gente. Me levanté y comencé a caminar nuevamente hacia la preparatoria sin dejar de pensar en todo lo que había hablado con mi padre, quizás no había sido el mejor, pero creo que todos tienen sus razones para hacer las cosas, lo importante es saber disculparse si es que haces algo que está mal y remediarlo. Sin darme cuenta ya estaba en la escuela, fui directamente al campo de Lacrosse ya que sabía que Liam estaba terminando su entrenamiento. Me senté en las gradas mirándolo, hasta cuando corría era hermoso, me sentía un poco acosador pero no podía evitarlo, mi novio era perfecto.

Hasta que te vuelva a ver ||THIAM||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora