Nyx Wolfgang
mi mente era un caos, no sabia ni en que pensar, trataba de mantener fuera los pensamientos intrusivos, deseaba mantener fuera todos esos malos recuerdos que viví en aquel internado, cada "terapia", cada "castigo".
simplemente quería olvidar, dejar de pensar, mantenerme en el limbo talvez en paz o en tormento, pero sin aquellos recuerdos que me convirtieron en lo que ahora soy.
Huele a problemas Nyx, huele a muerte*
esa vocecita incontrolable en mi cabeza nuevamente apareció y por mas que quisiera callarla me era imposible a veces pienso que es mi sexto sentido, pues todo lo que dice pasa.
Traerás la muerte contigo a Durham otra vez*
un suspiro agotador salio de mis labios, en parte era cierto, a todo lugar que llegaba, era como si la muerte fuera junto a mi, a m lado acompañándome y ayudándome a arrasar todo a mi paso.
Sabes que digo la verdad por eso no quieres escucharme pequeña diosa de la muerte*
Quizás solamente fue un mal pensamiento, una mala charla con mi conciencia, mejor dicho una advertencia como las que siempre da, pero presiento que algo malo paso luego de mi partida de Durham.
Nose cuando ni como pero me había quedado dormida y aquellos recuerdos invadieron mis sueños convirtiéndolos en pesadilla, una pesadilla que si paso y me atormenta cada dia.
...
mi pecho subía y bajaba de manera lenta, esos choques eléctricos contra el me estaban haciendo que perdiera el conocimiento o o acaso eran las pastillas que me había tomado hace unos minutos atrás, mi mirada se encontraba borrosa solo lograba ver frente a mi al doctor, el cual desabrochaba su pantalón con una gran sonrisa en el rostro.
-tanto tiempo- escuche a lo lejos- y por fin te tengo sola pequeña Nyx- una risa ronca hizo eco en la habitación.
tenia miedo o eso creía, me sentía débil, inútil no podía hacer nada por mi en esos momentos tan solo tenia nueve años y estaba drogada, mi cuerpo no respondía y eso me hacia odiarme por ser tan débil y no poder hacer nada por parar aquello que si o si sucedería.
- salgan de la habitación ahora- el doctor hablo a sus asistentes- me divertiré un rato con este monstruo- sus manos bajaron a mi bata arrancándola de un tirón dejándome
...
sentí unos pequeños empujones en mo hombro, escuchaba una voz femenina a lo lejos pero no descifraba que decía, abrí poco a poco mis ojos observando el avión el cual estaba siendo evacuado, ya había llegado a mi destino.
Cuanto tiempo habré dormido
-ya el vuelo termino señorita- me sonrió la azafata
asentí observándola para levantarme y tomas mi maleta de mano, después de todo ya estaba donde según yo quería estar.
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•Monstruo•
Fanfictionlos moustros no nacen, son creados... fueron las palabras que me dijo mi padre antes de dejarme.