Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 5. Tᴇɴsɪᴏ́ɴ

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Todo estaba en silencio, ninguno hablaba y era todo demasiado incómodo.
Carlo ni siquiera había tocado la comida, cosa que a su padre le extrañó.

-¿Ha pasado algo en mi ausencia?- preguntó mientras comía lo que le quedaba de cena.

Carlo le hecho una mirada a su hermano, Toni le devolvió la mirada indicándole que no dijera nada de lo anteriormente hablado.

-No padre- contestó Toni seriamente y con la mirada puesta en su plato.

Su padre le hecho un vistazo a Toni para seguidamente dirigir su mirada a Carlo- ¿Te encuentras bien hijo?- le dijo a este ya que lo notaba muy extraño.

Carlo fijó su mirada en su padre, notaba que la mirada de su hermano estaba puesta en él. Dudó, tenía ganas de levantarse y golpear a su padre, aunque estaba seguro que no llegaría ni a rozarle.

Carlo suspiró y decidió cumplir la promesa que le había hecho su hermano- Toni y yo habíamos salido a dar una vuelta y un gilipollas estaba golpeando a un pobre e indefenso gatito- dio su mejor actuación exagerando su voz y sacando parte de su enfado afuera, que no le costó mucho ya que en ese momento el estaba pensando en que Toni era ese pobre gatito y el gilipollas su padre.

Su padre se rió- con que es eso...no esperaba menos de ti hijo- le dijo con una sonrisa.

Toni se tensó en su sitio, se sintió aliviado porque su hermano no había dicho nada.

Carlo era la única persona que de verdad podría mentirle a su padre. Se notaba el favoritismo que tenía, pero Toni en ese aspecto estaba agradecido...prefería que fuera así y no al contrario.

Ya eran las 10 de la noche cuando se encontraban en la cama del mayor de los Gambino, Carlo recostado y Toni sentado

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Ya eran las 10 de la noche cuando se encontraban en la cama del mayor de los Gambino, Carlo recostado y Toni sentado.
Los dos estaban en silencio, perdidos en sus pensamientos, hasta que Toni decidió inrrumpirlo.

-Gracias- murmuró echándole una mirada a su hermano, a lo que este alzó una ceja- por no decir nada- aclaró- por mantener tu promesa- sonrió tristemente.
Por su mente pasaba lo que le vendría al día siguiente.
Mañana sería lunes, lo único bueno era que, como estaban de vacaciones, no tendrían colegio.

-Ya te lo dije hermano, esto no puede continuar así, no aguantaré por mucho tiempo más- le contestó este seriamente, pero con un leve tono de preocupación mientras se sentaba también.

-Lo sé, lo sé...pero no hay nada que se pueda hacer- rió amargamente- y lo sabes Carlo, no podemos contra ese hombre, ahora no.

-¿Y que vas a hacer? Puedo...nose...intentar hacer algo...podría- se le notaba algo agitado, pensando algunas excusas para su padre cuando Toni le interrumpió.

-No Carlo, no quiero que te involucres en esto- le dijo inmediatamente.

Carlo se rió amargamente- ¿Cómo que no quieres que me involucre?- le dijo molesto.

-No Carlo, esto es algo que no va contigo, un niño como tú no puede cuidarme- poco a poco iba elevando su tono de voz- al menos no de él, papá no son aquellos niños de 10 años- Carlo se sorprendió de la seriedad con lo que lo dijo.

-No le queda mucho y lo sabes...- le contestó este algo perdido- podrías...nose...enfrentarlo, ¡yo te apoyaré!

-¿Enserio Carlo? Por mucho que me queje no va a cambiar nada...ya sabes que él cuando quiere algo no para hasta que lo consigue- le dijo este con una mirada vacía.

-¡Pues defiendete!- le gritó el otro.

Toni le miró furioso- ¡Yo no tengo la fuerza y el impulso que tu tienes!¿¡Crees que podría hacer algo contra ese hombre!?
¡Yo no soy como tú!- le gritó Toni con enfado.

Lᴏᴄᴏ ᴘᴏʀ ᴛɪ🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora