No sabía como pero terminaron por subir a la habitación del de rasgos asiáticos, el cual lo empujó, haciendo que este quedara tumbado en la cama y Hai arriba suya, ambos mirándose. El italiano, estaba entre asustado y ansioso, sabía que no debería estar haciendo esto y se lamentaba, pero otro parte suya lo anhelaba, lo necesitaba. Mientras que el chino, disfrutaba, admiraba al hombre frente a él, excitándose con la cara de nerviosismo del otro. Toni tapó su cara con el brazo, algo sonrojado, Hai se relamió los labios al ver ese acto.
-Dejame vel tu pleciosa cala Poni- le dijo suavemente.
-Vete a la mierda- le contestó mientras levantaba un poco el brazo para mirar a este, arrepintiéndose cuando rápidamente sus labios fueron atacados otra vez- Mhg- gimió con sorpresa, intentó detenerlo- hijo de puta..ah- pudo decir cuando separaron sus labios, volviendo a gemir cuando, esta vez, su cuello fue el atacado.
-Dejate lleval Poni, sabes que lo quieles- le dijo seductor- me lo debes después de todo lo que he hecho pol ti y tu helmano- Toni se sorprendió, no sabía a lo que se refería y eso hizo que frunciera el ceño.
-Espera...- dijo como pudo- para...ah- le pidió- Haiii...- le llamó alargando la última letra, haciendo que quedara sexy, que fue por lo que Hai paró, cada vez se sorprendía más de lo sexy que podía llegar a ser el italiano.
-Poni...- murmuró- ele jodidamente sexy- le dijo después de una pequeña pausa mientras miraba al hombre que tenía frente a él.
Toni suspiró, trago en seco y miró al hombre que estaba encima suya, viendo como lo miraba con lujuria y deseo- ¿A que te refieres con que mi hermano y yo te debemos una? No te conocía hasta ahora- le miró curioso, la verdad es que desde el primer día ese hombre le parecía raro, la primera vez que lo conoció, diciendo que "supuestamente" era su admirador, luego, que solo accediera a hablar con él, y por último, las extrañas peticiones que le hacía.
Hai desvió la mirada al ver que Toni volvía a tener aquella seria cara, echándose hacía atrás para que el otro pudiera sentarse.
-Supongo que ya puedo contáltelo...- Toni estaba expectante por lo que el chino fuera a decir- ¿recueldas a aquél testigo soble la muelte de tu padle?- a Toni se le paró la respiración, mientras que sus ojos poco a poco se hacían como platos- ela yo- terminó por confirmar.
Toni procesaba lo que el chino le acababa de decir, sin creerse lo que acababa de escuchar. Solo salió de su trance cuando una mano se posó en su mejilla, haciendo que inconscientemente mirara los ojos del asiático.
-¿Cómo...?- al fin pudo decir- No nos conocíamos, ¿Por qué harías algo así? ¿Por qué nos ayudarías? ¿Qué ganabas con ayudarnos?- preguntó rápidamente sin comprender la razón del porque lo había hecho.
Hai acarició suavemente la mejilla de Toni para que se tranquilizara, transmitiéndole que respondería todas sus preguntas. Observó detenidamente al italiano, ambos habían crecido tanto, a pesar de ser unos pocos años mayor que él se enamoró en aquél momento, y seguía estando enamorado. Apartó su mano y comenzó a explicar lo que tanto anhelaba el otro.
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-Tu padle había jodido la mafia del mío, y mi padle me mandó, junto con Igol, a acabal con él- hizo una pequeña pausa para luego continuar- y ahí es cuando te vi- le miró a los ojos, sin saber lo que pasaba, su expresión tan seria lo equivocaba, pero continuó- vi lo que hiciste, vi como tu helmano te ayudó- terminó por decir, dando espacio a Toni, suponiendo que después de esto escaparía.
Después de unos largos minutos en silencio, Toni procesando todo y Hai esperando paciente, el italiano habló- ¿Por qué...?- dijo vagamente, Hai alzó una ceja- ¿Por qué nos ayudaste?- preguntó alzando la cabeza para mirarlo- Podrías simplemente haberte ido e ignorarnos- frunció el ceño, relajandolo a uno algo confundido cuando Hai puso una pequeña sonrisa de lado en su cara.
-¿Cómo podlía dejal escapal a un chico que planeo la poplia muelte de su padle a la pelfección sin ningún remoldimiento?- le miró con picardía- Tómalo como amol a plimela vista- finalizó con una sonrisa coqueta.
