Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 15. Eʟ ᴄᴏᴍɪᴇɴᴢᴏ

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Habían pasado unos minutos desde que la psicóloga se había ido, los hermanos esta vez se encontraban en una especie de sala de espera, Toni sentado en una de las tantas sillas que habían, mientras que Carlo estaba tumbado con la cabeza en las piernas de su hermano. Los policías habían dicho que descansaran mientras tramitaban unas cosas para que pudieran marcharse de allí.
Toni dentro de una semana cumplía 17 años, con lo cual solo estaría a un paso de ser mayor de edad, después de tanto insistir a los oficiales, sobretodo al jefe de estos, se pudo dar una orden para que pudieran vivir por su cuenta, siendo Toni el encargado de todo. Al morir su padre y no tener otro familiar al que acudir estos se habían quedado solos, y por eso el mayor de los Gambino pidió que no les llevaran a ningún orfanato o casa de acogida y que, con el dinero que su padre tenía para ellos, les dejara administrarlo para que pudieran vivir ellos dos por su cuenta.
Al final el jefe actual de la policía aceptó porque eran los hijos del comisario, con el cual tenía muy buena relación, además de que vio que Toni parecía ser un chico muy responsable. También, aunque tenían dinero suficiente gracias a su padre, el jefe le dio trabajo a Toni, siendo recadero en la policía, diciéndole que si quería ser policía tendría que empezar desde abajo, además que así los tendría más o menos controlados para que no les pasara nada ya que, aunque eran unos chicos muy responsables e independientes, aún seguían siendo menores de edad. Toni no puso ninguna objeción, era una oportunidad para 'cumplir' lo que le había dicho a aquella psicóloga.
Carlo no estaba del todo contento, ya que sabía que a su hermano no le gustaba lo de ser policía y que solo lo hacía para tapar lo ocurrido y así quitar toda sospecha sobre ellos. Se sentía mal por su hermano, ya que ahora se tendría que encargar de todo, y él mismo le prometió que no lo dejaría solo en esto, intentó hablar con él para que no aceptara tantos cargos, pero no tuvo la oportunidad ya que siempre era interrumpido por este diciéndole que no era ni el momento ni el lugar.

Finalmente después de tantas horas habían llegado a su casa, y ya estaban libres.
La casa estaba algo desordenada ya que anteriormente había sido revisada por la policía para tener cualquier indicio o prueba para encontrar a los causantes del asesinato de su padre. Por suerte, después de que su padre muriera y los Gambino empezaran con el plan, este incluyó en su plan forzar la puerta, lo que hizo que su testimonio se hiciera más real.

El jefe de la policía se encargó de organizar todo junto con Toni, aquel hombre sentía la gran necesidad de ayudar a los hijos de su compañero y fiel amigo. Los hermanos habían sido apuntados a un nuevo instituto, a petición del adulto, justificándolo con que necesitaban tener buenos estudios ya que eso es lo que su padre habría querido, sin más remedio fueron apuntados a un instituto no muy lejos de su casa.
También habían quedado en que Toni trabajaría 8 horas en la comisaría y así se ganaría un dinero extra para sus caprichos y necesidades, ya que el dinero de su padre solo sería para gastos de la casa y demás. Su jornada empezaría desde las 4 de la tarde, ya que sus clases terminaban a las dos del mediodía, finalizando así a las 11 de la noche.

-¿Podemos hablar ya?- dijo Carlo impaciente.
Toni mantuvo silencio unos segundos y empezó a analizar toda la casa, le hizo un gesto a su hermano para que esperara. Este empezó a revisar por si había la posibilidad de que hubieran puesto micros, sin éxito de encontrar ninguno, porque aunque estaba seguro de que no sospechaban de ellos quería asegurarse de que así fuera.

Suspiró y se sentó algo más relajado en el sofá, Carlo hizo lo mismo pero apoyándose cansado- ¿Realmente está bien todo esto?- le preguntó a su hermano mirándole.

-No hay otra opción- respondió sin más.

-Pero...¿Por qué tienes que cargar tú con todo?- le espetó- ¡Estoy aquí para ayudarte!- dijo señalándose algo molesto.

Toni le miró y sonrió de lado, coloco su mano en el pelo de su hermano acariciándolo- No te preocupes, está bien- dijo para después levantarse- deberías de descansar mañana empezamos las clases- Carlo no tuvo más tiempo de replicar ya que su hermano había salido de la habitación.
Simplemente salió viendo como su hermano se iba a la habitación de su padre, ya que su habitación estaba tapada con cinta policial. Este frunció el ceño observando como todavía quedaba algo de sangre. El jefe les había dicho que evitarán tocar cualquier cosa de la escena del crimen y que al día siguiente llegarían unas personas para limpiar y ordenar todo. Carlo suspiró y fue a donde su hermano se había ido segundos antes.

Lᴏᴄᴏ ᴘᴏʀ ᴛɪ🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora