El comisario Greco junto con el agente, que había visto Toni, se encontraban en una de las oficinas de comisaría. Aquella sala tenía varias mesas juntas en el centro junto a varios ordenadores y papeles, y solo se encontraban ellos dos junto a Hai, que estaba sentado en una silla cerca de las mesas. Greco acababa de llegar y el agente le estaba informando sobre la situación del detenido.
-No hay ningún sospechoso de momento, y parece ser que no quiere dar ninguna declaración, ¿Qué deberíamos hacer?
-Deberíamos de investigar su circulo más cercano y ver si tienen algún delito o algo sospechoso. De todos modos impide que los periodistas se enteren de esto por el momento.
-¡Comisalio Gleco!- interrumpió Hai ya que había visto entrar al comisario.
El comisario le miró y se acercó a él para escuchar lo que quería.
-Me gustalía usal mi llamada- le dijo con una sonrisa.
Este le miró alzando una ceja y le dio un teléfono, para seguidamente ser recogido por este con una gran sonrisa. Hai marcó un número siendo observado por Greco, este escuchó parte de la conversación, en la que pudo reconocer la voz de un hombre que parecía extranjero, y escuchó parte de la conversación, que parecía ser que iba a entregar algo a alguien. Al terminar la llamada le devolvió el teléfono después de darles las gracias.
-¿Necesita algo más?- le preguntó amablemente el comisario- Es sospechoso, pero la policía no es tan mala.
-¿Puedo hacelte una plegunta?- le preguntó curiosamente.
-¿Una pregunta?¿Qué pasa?- le preguntó mientras alzaba una ceja.
-En este momento...- hizo una pausa, para luego mirar al comisario con atención- El Inspector Poni...¿Tiene paleja?
Después de eso, hubo silencio por unos segundos, además de la cara sorprendida de Greco.
-Emm...eso no está en mi compartirlo- le dijo algo confuso.
-Oh que mal...- le contestó este pensativo.
«Al menos eso no es un no...» pensó Hai, haciéndole sonreír inconscientemente.
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La puerta se abrió provocando un chirrido, lo que hizo que, las personas que estaban dentro de la sala, se giraran a mirar.
-Jefe, ha venido...- le dijo José dejando de hacer lo que estaba haciendo.
-Siento llegar tarde- le contestó entrando en la habitación dirigiéndose a su escritorio.
-¿Estás bien?- le preguntó Salinas mientras buscaba algo entre los papeles de su mesa para luego mirarle, Toni simplemente asintió- te he dejado una copia del informe de ayer en tu escritorio por si lo quieres revisar.
