CAPITULO 6

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-Un mesero me lo comento al parecer se desmayó y sabes lo que significa eso, la verdad no quiero que nuestro hogar se vea afectado. -Acusó la rubia, fingiendo preocupación.

-Entiendo tu preocupación, pero, estamos totalmente seguros de los seres que aceptamos, ellos son capaces, vienen buscando su origen, y lo encontraran, además, mi hijo me hubiera comentado algo, pero al parecer todo va bien. –Respondió Ross mamá de Louis. 

- ¡Pero se desmayó! eso es una advertencia, de seguro Louis no te dirá nada, porque quedaría como un mal instructor. –Hablo cruzándose de brazos.

-Yo confió en él, y confió en mi trabajo, no te hagas falsas ideas. –Replico tratando de mantener la calma. –Mejor cuéntame ¿cómo vas con mi hijo? –Pregunto cambiando de tema.

-Bien, como siempre, si me disculpas tengo cosas que hacer.
-Está bien, te veo luego.

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Ya han pasado varios días desde el incidente de Harry, al siguiente día el ojiazul devolvió el libro a su lugar sin ningún problema, las clases siguieron con normalidad, a veces se sorprendía al encontrarse viendo a Harry por más tiempo del necesario, hasta Zayn lo había encontrado más de una vez haciendo lo mismo; intentaba separar a Liam del ojiverde, con la excusa de que debía socializar con todos, no habían vuelto a hablar como amigos, luego de ese día, y realmente lo extrañaba, ¿cómo era posible?, apenas lo conocía, pero definitivamente ese día había sido especial.

Mientras vagaba por sus pensamientos, caminaba buscando a su madre, había dejado a su clase a cargo del rizado, era clase de teoría, entonces no había mucho problema; Harry le suplicaba con la mirada que no le dejara esa responsabilidad, pero, él era el único en el que confiaba, así que, no era culpable, o tal vez sí, pero solo un poco.

-Madre! –Grito a verla de lejos.

Al llamar la atención de Ross, ella se detuvo, y el corrió hacia ella, cuando estuvo a su lado continuo.

- ¿Cómo estás?

-Bien, ¿Y tú? – comento empezando a caminar hacia su casa. – Te estaba buscando, necesitaba comentarte algo.

Dentro de este lugar había casas, obviamente la de los padres del ojiazul era más como una mansión, por ser los directores del lugar, el ojiazul había decidido irse a vivir solo para sentirse más cómodo, sin mucha presión.

-Genial, ¿hablas tu o hablo yo?

-Vamos a casa, primero.

Luego de unos minutos estaban en el despacho de la mansión.

-Habla tú, ¿Quieres algo de beber? –ofreció Ross sentándose enfrente de su hijo.

Su relación no era la mejor, definitivamente era pésima, por más que ella y su esposo se habían esforzado para sacar su hijo adelante, con buenos modales, valores e ideales; él se había convertido en lo contrario, pensaba muy diferente a ellos, era travieso y despreocupado, no le ponía atención a las cosas importantes, no quiso asumir su puesto de sucesor que le ofrecía su padre, intentaron alejarlo de su mejor amigo, porque era mala influencia, pero fue imposible, un día les comento que se iría vivir solo, como los otros seres comunes, entonces ellos aceptaron, pero con una condición, debía relacionarse con la hija de la segunda familia más importante en el submundo, era la única forma de mantener el orgullo de la familia, después de varias semanas, el ojiazul acepto, no tenía muchas opciones.

Ya habían pasado dos años, desde que eso ocurrió, ya se había cansado.

-Nada, no quiero nada. –se removió en el sillón y prosiguió. – Voy a terminar mi relación con Electra. –Soltó de repente haciendo que su madre se ahogara con su propia saliva, sus ojos se abrieron de manera excesiva y tomo un brusco trago de agua, sentía que se desmayaría.

Deadly RomanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora