-Ya no más de estar ahogándote en tu mierda, Tomlinson, te vas a bañar ahora mismo, hazlo tú o te aseguro que no dudare en hacerlo yo mismo. –Informo el pelinegro, abriendo la puerta, para que la brisa entrara y sacara el asqueroso olor que desprendía la habitación del ojiazul, esa noche iba a ser especial.El castaño se levantó, sin decir nada, y se dirigió al baño, a paso lento y cansado, se bañó lentamente, aun sin entender porque su amigo, no lo dejaba morir solo, salió de la ducha y se vistió, sin pensar cómo se veía, ni siquiera se fijó en la ropa que le había pasado Zayn, y él siempre había sido muy estricto con eso, salió del baño y se sentó lentamente de nuevo en el borde de la cama, mirando como el pelinegro, barría y recogía todo su desorden, volviendo a colocar todo en su lugar.
-Pareces un maldito viejo, ya te pesa el culo.–Dijo haciendo reír al ojiazul. – Por lo menos te puedes reír aún. –Agregó.
-Púdrete, ¿Para qué viniste? –Interrogó.
-No voy a dejar que te sigas deprimiendo aquí, vas a ir de nuevo a dar las clases y si no, irás a ver a Harry, él te necesita, no quiero que suene mal, pero estas siendo un poco egoísta, todos estamos mal, pero cuando te diagnostican cáncer terminal, tienes dos opciones, quedarte a morir o tratar de disfrutar el tiempo que te queda, ser feliz un poco, aunque por dentro duela.
-Que buen sermón.
-Dale, queda una semana para tu cumpleaños, anímate.
-Claro, mejor cállate, no me digas que falta una maldita semana para el 24. –Exclamo.
-Lo siento, no fue mi intención, no lo pensé.-Está bien, iré a verlo, volveré en la madrugada, ¿Bien?
-Perfecto.
¿Debería de llevarle algo? ¿Cómo se vería? Habían pasado ya tres días desde que Niall, había visitado la academia, aunque ahora no tenía ganas de nada, el hecho de ver a Harry de nuevo, le hacía sentir una chispa por todo su cuerpo, que hacía que su corazón empezara latir de forma acelerada, casi sintiendo que se salía de su pecho, trato de tranquilizarse, pero no lo logro, ahora estaba temblando un poco, no había pensado en la posibilidad de que Harry estuviera enfadado con él, tendría toda la razón de estarlo, porque se había olvidado totalmente de él. Llego a la celda, a paso lento empezó a acercarse, temeroso por lo que fuera pasar.
- ¿Cariño? –Susurro asustado al no ver al rizado pegado a los barrotes del lugar.
- ¿Lou? – Contesto y apareció frente a los ojos del ojiazul, más delgado y con el cabello más largo, antes de darse cuenta juntos estaban llorando.
-Perdóname, perdóname, por dejarte aquí solo, ¿Cómo estás? – Dijo abrazando al rizado.
-Tranquilo, no pasa nada, ya estás aquí, eso es lo importante. –Hablo tratando de controlar los sollozos. – Nosotros ahora no estamos bien, pero luego lo vamos a estar no debes preocuparte por eso.
-Sí, tienes razón, todo estará bien.
Descansaron en las pocas sabanas que tenía el rizado, en el suelo, comieron lo poco que trajo Luna, la cual se llevó una gran sorpresa al ver al ojiazul en el lugar, comieron rápidamente, y después de una ronda de besos y caricias, se quedaron dormidos, por fin, pudieron descansar uno en los brazos del otro, un sueño profundo y tranquilo, relajante, sin miedo, como había sido antes cuando todo era casi perfecto, o por lo menos cuando eran más felices, y se preguntaban si supieron aprovecharlo de manera correcta o no, si realmente apreciaron ese tiempo, aunque tenían dudas, en su interior ellos sabían que habían disfrutado todo lo que habían podido. Sus respiraciones eran calmadas, pausadas y silenciosas, Louis descansando su cabeza en el pecho del ojiverde, con sus piernas enredadas, y sin zapatos, de nuevo, se sentía como hogar.

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Deadly Romance
FanfictionDónde Harry es un principiante en la escuela de vampiros y Louis su instructor