Deadly Romance

CAPÍTULO 24

-Eso es muy bueno, hablare con ella. –Dijo el ojiazul. –Preparare algunas cosas, que ella pueda llevarle, le escribiré una carta, ¿Algo que le quieran decir?

-Puedes contarle que Niall ha tenido que mudarse, por su seguridad. –Intervino Liam.

-Lo anotare, ¿algo más?

-Nada, creo, por ahora no tenemos nada. –Hablo Zayn.

La pareja salió de la habitación del ojiazul antes de que amaneciera.

Louis estuvo todo el día escribiendo varias cartas y desechando la mayoría nunca había sido bueno expresándose al escribir, bueno hablando tampoco, pero era más fácil; ahora debía estar pendiente de la ortografía y cuando empezaba a divagar en sus ideas, lo que estaba escribiendo perdía el sentido, así que se veía obligado a iniciar de nuevo, y las hojas empezaban a escasear, y su miedo a no poder sacar algo decente crecía cada vez más, quería darle tranquilidad y esperanza al rizado, pero ¿Cómo hacerlo? Si no tenían absolutamente nada que los ayudara, o que estuviera a su favor, Ross estaba más decidida que nunca, y no aceptaba hacer una prueba más, no había plan, ideas, soluciones, nada, solo problemas y preocupación, solo agites, mientras él seguía pasando los días encerrado en esa celda como un maldito criminal, ¿Qué le iba a decir? ¿Que lo amaba mucho y que todo iba a salir bien? ¿para qué le serviría eso? Nada, porque unas palabras de amor no lo iban a sacar de ahí, y además le estaría diciendo mentiras, las cosas no pintaban nada bien, ¿Le daba ánimos? Rechazo la idea al instante, tampoco iba a ayudarlo, necesitaba darle soluciones y por ahí empezó.

Antes de que el sol se ocultara ya tenía todo listo, la carta, un trozo de torta de chocolate, porque sabía que era su favorita, ¿había salido de la academia por ella aunque se lo habían prohibido?, sí, también tenía una bolsa de sangre fresca, sabía que si el ojiverde había iniciado su transición, lo que más necesitaba era sangre, trato de conseguir otra, pero él apenas tenía una y no logro que le dieran otra, ya había hablado con Luna, ella pasaría antes de clases a recoger las cosas e inmediatamente iría a entregárselas a Harry, junto con el vaso de agua y el trozo de pan.

Apenas habían pasado unos minutos después de la seis, y la chica toco su puerta, rápidamente abrió y la invito a pasar para darle las cosas.

- ¿Nada más?

-No, solo eso, el lápiz y la hoja de más es por si quiere escribir algo para nosotros.

-Está bien, entonces iré a verlo ahora mismo.

-Espera, dime ¿Cómo está? ¿Cómo luce estos días? –Pregunto cerrando los ojos al no querer escuchar la respuesta.

-Él esta… bien… es fuerte, lo sabes, claramente… pues… ha bajado de peso y eso… ya sabes… está un poco delgado… y parece débil… pero estará bien por ahora. –Balbuceo.

-Dime la verdad, ¿Cómo está? –Interrogo.

-Louis ya sabes cómo esto el agua y un pan, no lo alimentan nada, y él, no sé, se comporta un poco raro el poco tiempo que lo veo, come muy rápido, tiene una mirada muy oscura y llena de rabia, parece que está furioso todo el tiempo, a veces actúa de manera violenta, he visto como se araña su cuerpo, se arranca trozos de sus labios hasta hacerlos sangrar, y su cabello, pues, su cabello, él se lo arranca, no sé, porque pero lo hace, a veces me da miedo como actúa, porque nunca había visto esos comportamientos en un humano o en un vampiro, lo menos quería era preocuparte, pero, a veces parece un perro rabiosos, perdón, por la comparación, pero es la verdad, creo que el encierro lo está volviendo loco.

- ¿Te ha dicho algo? –Interrumpió, fingiendo no estar desmoronándose por dentro por las palabras de la chica.

-Eh. Si. Me ha preguntado por ti, siempre por ti, y hace dos días, creo, me pregunto por un chico llamado ¿Niall? Algo así, creo que está perdiendo la cordura.