Deadly Romance

CAPITULO 17

-Hola madre, ¿Cómo estás? –Las clases de esa noche ya habían terminado, y ya había podido hablar con Harry de que quería hablar con su madre y él estuvo de acuerdo, decidió que no llegaría de mal humor como siempre, trataría de ser amable y cordial justo lo que su madre siempre le pedía, y no lo hacía exactamente por ella, en realidad, lo hacía por Harry no quería que las cosas salieran mal, sería mejor, tener a su madre a su favor que en contra, aunque siempre había sido lo segundo, pero en este caso quería que fuera la excepción.

-Hijo, es un gusto tenerte de buen humor por aquí. –Louis fingió no escuchar ese comentario, para no acabar con su buena energía. –Estoy bien, ¿y tú?

-Bien, muy bien realmente. –Respondió sentándose en uno de los sofás de la sala de la casa de su madre. La casa era de paredes blancas, sofás color marfil relucientes, algunos cuadros y lámparas elegantes, todo parecía sincronizar a la perfección. - ¿Todo bien aquí?

-Claro, hemos estado mirando los avances de los alumnos y todos los reportes son buenos, tendremos buenos integrantes de nuestra comunidad pronto.

-Aún queda bastante tiempo, para que terminen, mejoraran.

-Eso espero. –Añadió su madre poniéndose de pie. - ¿Quieres una copa? –Pregunto con una botella, que para nosotros sería vino, pero era sangre.

-Si, por favor. –Recibió la copa y bebió un sorbo, tratando de controlar sus nervios.

- ¿A qué se debe tu visita?

-Oh, claro, bueno madre como ya te lo había dicho he terminado mi supuesta relación con Electra. -Ross asintió sin evitar rodar los ojos al recordarlo. –Bueno, pues ahora tengo otra persona y quería decírtelo yo mismo. –Explico.

- ¿Quién es? –Pregunto su madre, sin estar preparada para lo que iba a escuchar, ni siquiera lo presentía.

-Este chico, Harry, uno de los nuevos. –Tomó otro sorbo de la bebida, al sentir la fuerte mirada de su madre sobre su cuerpo.

- ¡¿Tú alumno?! –Pregunto casi gritando.

-Sí, pero quiero que sepas que eso no va a inferir en sus calificaciones o su rendimiento.

-Eso no me importa, ¿Qué pasa contigo? ¿Cómo le diré a tu padre esto? Su único hijo tiene novio, crees que va a estar tranquilo.

-Si quieres se lo digo yo mismo, así te evito la molestia. –Pronuncio dejando atrás su tono amable, al ver que su madre hacia lo mismo.

-No me hables de esa forma, tienes que terminar con eso, no lo permitiré.

-Yo no necesito tu autorización madre, ya no. –Respondió tratando de no perder la poca paciencia que recorría su cuerpo, respiro profundo y recordó a su amigo pelinegro, esta charla no le convenía a ninguno que terminara mal. – Madre, quiero que sepas respetar mis decisiones, yo no puedo elegir de quien enamorarme, solo paso, y aun no logro explicar cómo. –Dijo tratando de convencerla, al ver que su madre dejaba de verlo con rabia, prosiguió. –Si te lo he contado, es porque confió en ti, eres mi madre y deberías ser de las primeras personas en enterarse de mis cosas, ¿no crees?

-Claro, entiendo, aprecio que lo hayas hecho hijo.

-Por eso no quiero que reacciones de mala manera, no me gustaría, y creo que no sería justo. –Prosiguió al ver que sus palabras generaban el efecto esperado en su madre. –También quiero que sepas, que él es una buena persona, y me hace feliz. –En eso no mentía. –Él estaría muy emocionado de que tú te dieras la oportunidad de conocerlo. –Esperaba que nunca cruzaran una sola palabra, sabía que su madre podía echarlo todo a perder. –Y no pretendo ocultar nuestra relación, y espero que si llegasen a haber burlas o señalamientos, tú no lo permitas. –Tampoco quería su seguridad. - ¿Qué dices?