TWD:Te odio {Carl Grimes} #1

CAPITULO 6

Mierda, mierda y mierda... 

Esta situación daba realmente asco, me encontraba en Alexandria atada a un roñoso tronco de manos y pies mientras que Carl intentaba convencer a los de su grupo de que me soltaran, que yo era una buena chica y no supondría una amenaza pero al fin y al cabo era hija de Negan y por mucho que la gente no lo crea siempre voy a suponer una amenaza, una peligrosa. 

Recapitulemos por favor...

(unas horas antes)

-¿Estas seguro que les dará igual? 

-Ohh venga ya, me has traído hasta aquí y me has ayudado, ademas tienes 15 años no supondrás ninguna amenaza -dijo Carl bastante despreocupado.  

Era de noche y desde Alexandria hasta el santuario había un buen trayecto que probablemente me llevaría mas de la mitad de la noche. Así que de no me pareció mal la propuesta que me lanzo Carl de pasar una noche en su comunidad.

Para ser sinceros nos costo llegar hasta Alexandria ya que entre que estaba cojo y tuerto era mas difícil. 

Estábamos de camino cuando decidí preguntarle por la venda que tapaba parte de su cara y su ojo. 

-Que te paso? -le solté mirándole para que supiera que me refería a la venda que traía. 

-Ahh ¿lo del ojo? -asentí -un chico llamado Ron me apunto con su arma aunque Michonne logro matarlo la bala impacto en mi ojo y así fue como lo perdí. 

-¿Puedo? -sentía curiosidad por verlo, por ver que tapaba esa venda sucia pero su respuesta fue bastante clara. 

Su cuerpo se tenso ante la pregunta.

-No -respondió con tanta seriedad que hasta a mí me extraño, llevaba sin hablarme así desde que nos encontramos la primera vez.  

[...]

El portón nos impedía cruzar supongo que en aquellas torres había alguien. Enseguida de ella salieron una chica de color con un franco tirador, estaba concentrada para ser exactos en volverme la cabeza, la chica de arriba debería ser Sasha, Carl me hablo un poco de los integrantes de su grupo.

-Sasha, soy yo Carl abrenos -la chica bajo el franco traidor y miro hacia abajo, suponía que habría alguien ahí, le ayude a caminar hacia la entrada del portón, su brazo estaba abrazando mis hombros y mi brazo estaba sujetando su cintura para tener un mejor agarre. 

El portón se comenzó a abrir y entramos, todo parecía estar igual que antes, nada había cambiado, un hombre venia corriendo mientras que una chica de pelo corto y un hombre con una ballesta colgada lo seguía por detrás. 

Supongo que esos serian Rick su padre, Daryl y la encantadora Maggie. 

-Papa... -dijo Carl, enseguida solté de mi agarre y lo deje ir con su padre, habíamos pasado gran tiempo fuera y supongo que estarían preocupados.

Los brazos de Rick envolvieron a Carl en un cálido abrazo, mientras que Maggie le sonreía tiernamente. Note la mirada de Rick y como cuando él movió un poco a Carl este soltó un quejido de dolor por su pie herido. 

Enseguida Rick vino hacia a mí y se puso enfrente, me miro como si tratase de buscar una respuesta que no existía. 

-¿Has sido tú? -musito, al ver que no contestaba prosiguió hablando -te he echo una pregunta -me dijo en un tono mas alto al ver que no recibía respuesta de mi parte. 

Por puro instinto lleve mi mano a la pistola que tenia en el cinturón y a mi cuchillo en el otro lado. 

-¿Tú le has echo esto en el pie? ¿No tienes bastante con que tu padre nos joda? mhm -sus palabras producieron un leve escalofrío en mi espina dorsal. 

De algo que yo estaba segura es que no le haría daño a Carl, creo que le he empezado a coger cariño al vaquero.  

En un movimiento ágil saque mi pistola, pero no me di cuenta de que atrás tenia a Daryl hasta que este poso su ballesta en mi nuca.

-Suelta esa arma niña -me aviso -o te juro que me dará igual que seas una niña pequeña y te atravesare una de mis flechas -dios nunca me habían dicho eso, creo que era lo mas bonito que me habían dicho. 

Reí levemente sarcásticamente y lentamente baje mi arma hasta que Rick que estaba enfrente me la quito sin poder hacer yo nada. Luego Daryl me cojio el cuchillo de la cintura y lo tiro al suelo, algo alejado de él.

Tarde poco en estar arrodillada en el suelo y con mas de 2 pistolas apuntándome, de mientras Carl intentaba convencer a su padre de que yo era buena persona pero no se le dio muy bien que digamos.   

Y este es el porque de estar atada en un árbol con tus enemigos y con el chico que has pasado prácticamente todo el día con migo como si nada. No sabia cuándo volvería mi padre, pero puedo asegurar que me llevare una buena bronca por estar en territorio enemigo, aunque lo podría convencer de que ellos me secuestraron.... Esa seria una buena idea. 

La chica morena se acerco a mi despacio con su katana en una mano y se arrodilló para quedar hasta mi altura. 

-¿Qué haces aquí en realidad? -pregunto con esa mirada desconfiada hacia a mi que todo el mundo usaba. 

Creo que estaría bien vacilar un poquito antes de conocer a todos... 

-¿La verdad o la mentira? -pregunte, esbozando una pequeña risa de mi boca. 

Ella simplemente me miraba dándome a entender que quería cada detalle de cómo acabe aquí. 

-La tormenta estaba mas fuerte, y cuando salí me encontré a Carl, resumiendo nos metimos a un orfanato hasta que la lluvia cesara, comimos algo de comida, cojimos unos libros de lectura y como el se daño el tobillo me hizo prometer que le acompañaría hasta aquí, pero el me dijo que pasara la noche aquí ya que esta oscureciendo y hace frio, bastante de echo.

Su rostro cambio levemente en confusion pura.

-Te llamabas Allana ¿no? -me pregunto.

Asentí 

-Y tú Michonne ¿no? -le sonreí de lado

Asintió

Simplemente sonrío y se marcho, wow alguien me ha sonreído y no es sarcásticamente. 

[...]

Ya empezaba a hacer bastante frio, teniendo en cuenta que iba con una sudadera algo mojada y unos pantalones. El grupo de Carl fue hacia una casa, supongo que a discutir qué demonios pasaría conmigo.

Los ojos se me cerraban debido al cansancio, deben ser altas horas de la madrugada, sin mas deje que mis ojos se fueran cerrando. 

Unos minutos después justo cuando estaba apunto de conseguir dormirme sentí como alguien cortaba mis cuerdas de las muñecas y luego iba a las de los pies. Abrí los ojos para ver de quién se trataba, cuando pude encontrarme con su mirada otra vez, ese sombrero que le acompañaba a todos lados, y esa venda sucia que tapaba su rostro. 

-¿Qué haces? -le pregunte con cierta confusión, pensaba que me dejarían aquí toda la noche, supongo que habrían cambiado de opinión. 

-Vamos, dormirás conmigo -espeto, mientras que me cojia de la mano y me arrastraba hasta una de las casas de enfrente. 

Oh no jodas, ¿dormiría con él en su habitación? ¿en su misma cama?, esto tendría que ser una broma. 

Entre por la puerta cerrándola él y dándome a ver la misma casa en la que nos conocimos por primera vez, a mi mente llego el recuerdo de la pequeña curiosa. 

Avance un poco y la vergüenza me entero por completo, todos estaba allí, todos son todos, eran unas diez personas de brazos cruzados todas y con caras que no transmitían mucha satisfacción al ver que me quedaría allí esta noche. 

Carl me agarro del brazo al notar que la situación era un poco... cómo decirlo... rara e incomoda, muy incomoda.