CAPITULO 27

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Me arrastraba cómo podía por las aquellas calles atosigadas de gente de diferentes bandos, la pierna comenzaba a matarme del dolor y la desesperación corría por mis venas, pare en seco al darme cuenta de la situación. Nos ganaban en numero, armamento y salud, teniendo en cuenta que había mucha gente con rostros conocidos por el suelo, estábamos perdiendo esta batalla. 

No lo conseguiríamos, y Carl me prometio que sí. 

Justo en ese mismo instante mi padre llego a mi cabeza, no lo había visto aun desde aquel dia, ¿dónde coño se habría metido?

Otra punzada aun mas fuerte me dio en el muslo debido al disparo, decidí arrastrarme hasta el porche de la casa de los Williams, una familia bastante simpática a decir verdad. Me arranque un trozo de la camisa me Maggie me había prestado y así poder evitar que la herida soltara más sangre. 

Cuando un hombre de color apareció saltando la vaya del porche en el que yo me situaba, ni si quiera tenia fuerza para  apuntar con mi arma y no fui capaz de levantarme cuando el hombre y yo nos encontramos. 

Mi arma apuntaba en su dirección débilmente, no sabia de dónde estaba sacando las fuerzas, supongo que de la adrenalina que aun conservaba.

-¿Eres su hija verdad? -pronuncio aquel hombre de rastas, creo que noto mi cara de pocos amigos y confusión y decidió presentarse - perdona, soy el rey Ezequiel, vengo del reino a ayudar, y tengo entendido que eres su hija. 

-Ahm si, me llamo Allana -intente levantarme y así poder darle la mano, pero la pierna me fallo haciendo así que cayera de nuevo contra el verde suelo.

-Tenemos que intervenir o los mataran - dijo el, las alertas saltaron en mi cabeza. 

¿de quien estaba hablando? 

Enseguida se agacho hacia donde yo estaba, ayudándome con el torniquete que no lograba apretar, me miro en señal de una respuesta.

-Hazlo -no titubee en esta decisión, tenia que ayudar  fuera quien fuesen aquellos a los que iban a matar. 

Apretó lo máximo que pudo aquel trozo de camisa, haciendo asi que me revolviera del dolor y emitiendo algún que otro quejido. Intente regular mi respiración después de este incidente y con su ayuda conseguí levantarme.

Ezequiel se asomo a ver la situación. 

-Es tu padre, mierda los va a matar -esto no tenia buena pinta, porque coño no me decía de quién se trataba. 

Decidí recargar mi arma, respirar hondo y caminar hasta donde este mi padre, no iba a permitir que una persona que acababa de conocer me diera ordenes solo por llamarse rey a sí mismo.  

Salí a paso rápido de aquel porche, omitiendo quejidos por parte de la bala. 

-Eh niña a donde crees que vas -me susurro Ezequiel, consiguió cogerme del brazo pero fui mas rápida y me deshice de su agarre tan rápido como mi arma apuntaba a mi padre. 

Todo se desvaneció cuando me di cuenta de quienes era los que estaban arrodillados ante él.  

Me acerque cuidadosamente hasta la nuca de mi padre, casi teníamos la misa altura, y mi pistola llegaba de sobra hasta él. 

Rick me encontró con sus ojos azules llenos de lagrimas, haciendo que un destello de esperanza pasara por ellos, yo asentí en modo de que todo estaría bien y que no dejaría que pasara nada de lo que Negan  tuviera planeado. 

Carl por suerte o por desgracia no tuvo la suerte de verme aun, sus ojos permanecían cerrados y con una cabeza agachada esperando a que mi padre diera el golpe en la cabeza que acabaría con su vida. Pero aunque odiara a Carl Grimes a mi forma obviamente, nunca permitiría que le pasara nada y menos que mi padre fuera el causante. 

Entonces lo hice, puse el metal frio de mi pistola contra su nuca. 

-Suelta el bate ahora mismo, papa -logre decir. 

Los ojos de Carl se abrieron seguidamente del sonido de mi voz, haciendo que una lagrima cayera por sus mejillas y una pequeña mueca de alivio saliera por su boca. 

Acto seguido Negan, se coloco el bate en el hombro y comenzó a girarse hacia mi posición. 

Mi pistola nunca dejo de apuntarle, ni un solo segundo.

-Hola a ti también, hija. 

Su sonrisa burlesca no desaparecía de su cara, cosa que daba mas rabia aun. 

-Termina ya con esto papa, esta gente no se lo merece. 

-Espera, ¿ahora estas con ellos?¿solo por un polvo con un tuerto? -ese comentario final hizo que me enfadara aun mas. 

Apreté aun mas el arma contra su pecho y posicione mi dedo en el gatillo, respire hondo e intente calmarme pero fue en vano. 

-No lo harías -dijo él un poco mas tenso de lo normal. 

-Tu lo hiciste con Tommy, ¿porque no lo haría yo contigo? -sabia que Tommy era un tema delicado, lo mato el mismo en el fuego, solo por robar una simple pastilla, aun sabiendo que el era como mi hermano en la base.

Se quedo callado, ni si quiera me miro con pena, sus ojos no transmitían nada, ninguna emoción. 

Esos segundos fueron el tiempo suficiente para que Rick consiguiera desatarse de su amarre y lanzarse contra mi padre, ya que este estaba de espaldas no se percato. 

Alguien cogió mi brazo tirándome hacia la superficie haciendo que mi pierna doliera un mas por el esfuerzo. 

Todo paso a cámara rápido, un tigre se abalanzo hacia papa y Carl vino directo a mí. 

La confusión invadía mi cabeza, no pretendía matarlo, solo asustarlo. 

-¡Allana vamos! -el vaquero me levanto del suelo sacándome así de aquella escena. 

-¡No!¡No!¡No! -chille con todas mis fuerzas- ¡Carl no puede morir, es mi padre! -intente deshacerme de él para poder ir hasta allí, pero no lo conseguí -¡Por favor Carl, por favor! 

Yo seguía retorciéndome como una culebra para que este me soltara y lo conseguí. 

-Allana por el amor de dios, estas herida y tu padre es peor que una cucaracha, sobreviviría no te preocupes - me soltó a la vez que me dijo esto. 

-Me preocupo cuando esta rodeado de gente que esta ciega por la venganza y solo quiere tener su cabeza cortada por la mitad, ahí es cuando me preocupo por el Carl -conseguí decirle con cierta exaltación. 

En cierto modo note que él mismo me entendió, a pesar de los disparos y bombas  que rodeaban Alexandria consiguió escuchar cada palabra que le dije. 

-No te alejes de mi, no otra vez por favor -subió una de sus manos hacia mi mejilla quitándome la pequeña lagrima que caía por esta, salió cuando me hice a la idea de que mi padre podría estar sin entrañas ya -vamos apoyate en mí -dijo mi vaquero. 

-Te odio Carl Grimes.

-Y yo a ti Allana Smith. 

Enseguida fuimos los dos hacia, donde se encontraba Rick metido en una pelea a pleno  puñetazo con él. 

Ese fue la ultima vez que se lo dije sabiendo que lo decíamos a nuestra manera. 






TWD:Te odio  {Carl Grimes} #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora