TWD:Te odio {Carl Grimes} #1

CAPITULO 22

Carl Grimes

Llevaba queriendo hacer esta escapada con ella mucho tiempo, lo tenia todo planeado, hace unas semanas encontré un mapa de los antiguos en el que marcaba que a algunos kilómetros había un centro comercial hace años, así que supongo que seguiría allí.

Escondí un coche entre unos arbustos a un kilometro hacia el sur este con el que poder movernos hasta alli y volver, había encontrado también bidones de gasolina y fui un día antes al orfanato a por algo de comer que poder traernos en caso de que pasara algo. 

No sabia como iba a estar aquello de caminantes espero que no haya muchos y que no pasara nada de lo que luego me arrepentiría. 

-¿Me vas a decir ya a dónde vamos o qué?- me dijo ella algo molesta, sabia que no le gustaban los planes improvisados.

-Estas muy guapa cuando te enfadas ¿lo sabias? -conseguí sacarle una sonrisa tímida y siguió el camino pero no sin intentar otra vez descubrir a dónde íbamos .

-Oye venga dime a donde vamos -dijo agarrándose de mi brazo y tirando como Judith hacia cuando quería algo.

-Vamos al coche -de dije tranquilamente, pero eso pareció desconcertarla aun mas. 

-¿Al coche? -se hizo notorio su todo de incredulidad en esas dos palabras.

Me rei

-Si -dije yo.

-¿Vamos a hacer un viaje? -una chispa de ilusión traspaso esas palabras.

No le respondí, estaba ocupado intentando quitar las hojas y ramas que tapaban el vehículo mientras que ella solo me miraba a mí esperando una respuesta a su pregunta.

Una vez que lo destape todo, Allana miro con credulidad el coche y una sonrisa se plasmo en su cara. 

Fui hasta la puerta del copiloto y la abrí, ella me seguía.

-Adelante señorita -le dije haciendo una reverencia y sonriendo le.

La mire, ahí justo en ese instante mis ojos capturaron ese momento, tenia una sonrisa preciosa, que pocas veces se dejaba ver, pero que conmigo estaba siempre presente. 

Lo tuve claro, esa niña de cabello castaño me había hechizado, me había echo ser vulnerable y le había dado sentido a mi vida, la quería no sabes cuanto.

Mi madre me decía de pequeño que los ojos pertenecen a las personas que los hacen brillar y aquella tarde comprendí que mis ojos azulados pertenecerían siempre a esa chica.

Te odio Allana, te odio por que te hayas llevado mi primer te quiero contigo. 

[...]

Ya íbamos en el coche de camino, podríamos llevar perfectamente una hora de camino, faltarían algunos minutos cuando esta empezó a tararear una canción. 

Look at the stars
Look how they shine for you
And everything you do
Yeah, they were all yellow
I came along
I wrote a song for you
And all the things you do
And it was called yellow

-Sigue la vaquero- me dijo ella.

-No conozco esa canción All, lo siento -reí

-¿Perdón?- dijo ella poniendo una mano en su pecho, como si le hubiera faltado el respeto- por dios Carl, ¿no sabes quién e Coldplay?

Negue con la cabeza.

-Vaquero creo que nuestra relación ha llegado a su fin -dijo cruzándosela de brazos.