Capitulo 12

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Negan...

Oh mierda Allana, ella podría estar aquí.

Sali al exterior de la casa no sin antes dejar a Judith en su cuna por si pasaba algo, ella tenia que estar a salvo.

Cuando ya estaba en el porche mi vista se dirigió hacia aquella camioneta granate que tanto caracterizaba la llegada de Negan a Alexandria.

Una mano se poso en mi hombro, y en un acto reflejo gire mi cabeza para ver de quién se trataba.

Mi padre

-Espero que no hayas salido por buscar a la chica... no parece que este muy bien qué digamos -dijo mi padre en un tono neutro.

-¿Cómo sabes eso? -solte.

-Esta ahi hijo... -indico la dirección de la morena con un leve movimiento de cabeza.

La vi.

Estaba al lado de su padre con el semblante serio, ya había anochecido asi que no podía verla con total claridad, pero sabia que era ella.

Su padre cojia suministros de nuestra despensa y ella simplemente estaba a su lazo cabizbaja cuando me di cuenta de la ligera brecha que tenia arriba de su frente.

La noche anterior no la tenia, ¿que coño le había pasado?, su nariz estaba algo roja y tenia los ojos rojos, supongo que de llorar, lo sabia, ella no estaba bien, nada bien.

Después de observarla y analizarla por completo levanto la mirada en mi dirección, con arrepentimiento, como si ella tuviera la culpa de algo, algo que nadie quería que pasara.

Y fue ahí cuando nuestras miradas se conectaron llenas de sentimientos que ninguno de los dos nos atrevíamos a decir.

Quería ir hasta ella, quería abrazarla, quería sentir cómo mis brazos la envolvían pero sabia que eso iba a ser bastante difícil teniendo en cuenta que todo el mundo nos observaba.

Quería ir hasta ella, quería abrazarla, quería sentir cómo mis brazos la envolvían pero sabia que eso iba a ser bastante difícil teniendo en cuenta que todo el mundo nos observaba

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-Carl -me llamo mi padre

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-Carl -me llamo mi padre. 

Alce mi mirada hasta encontrarme con la suya. 

-No sé que sientes por esa chica, pero sí sientes algo corta lo ya, de raíz, antes que os acabéis matando los dos -ordeno. 

Espera ¿qué?, cómo se supone que se cortan los sentimientos, ¿cómo coño dejo de querer a una persona?

-¿Como tu hiciste con mama? -dirigí otra vez mi mirada hacia la chica que amaba con locura pero no admitía. 

Silencio.

Fue lo único que hubo entre mi padre y yo en ese momento. 

Él, bajo las escaleras y camino en dirección a Negan y Allana, si quería estar cerca de aquella chica tendría que seguir a mi padre hasta ellos. 

Camine lento y con mi mirada en Allana, la pregunta seguía en mi cabeza.

¿Qué le había pasado?  

 -Pero sí tenemos aquí al tuerto y al padre -soltó Negan al vernos aproximarnos hacia él.  

-Mira enana ¿¿aquí esta la razón por tu huida de anoche?? -Negan soltó una carcajada -Bueno da igual ya tuviste tu castigo...

Así que era por es, por eso tenia aquella herida en la frente, se la había echo ¿¿su propio padre??

-Allana ¿estuviste aquí anoche? -le dijo mi padre. 

-Si Rick, parece que tu hijo y mi hija tienen una aventura, y no me hace ni puta gracia -espeto. 

-Allana y yo somos amigos, nada más y si vino la noche pasada a por uno de mis cómics -intente decir con seriedad para que pareciera creíble. 

All seguía cabizbaja, no hablaba, no se movía, no hacia absolutamente nada para defenderse.

-Allana y tú, ir a por Judith y quedaos en casa hasta que Negan termine de cargar las cosas en su camioneta esta empezando a hacer frio -dijo mi padre. 

Los dos hicimos caso y entramos en casa, la verdad es que era cierto que empezaba a hacer frio, la estación de invierno estaba cerca y sé hacia notar bastante. 

-¿Tienes frio All?, puedo traerte una sudadera mía -le dije ya dentro de casa. 

Asintió

Subi las escaleras e indague en mi armario en busca de algo calentito para prestarle. 

Bingo.

Era una sudadera negra básica, aunque le estaría algo grande seguramente. 

Cuando llegue estaba sentada en el sofá mirando a la ventana, su expresión era pensativa. 

No sabia que hacer, no sabia si preguntarle él porque de lo de la noche pasada, o porque su padre le pego. 

Fui hasta ella y le di mi sudadera, sabiendo como era ella probablemente se la quedaria, pero no me importaba en absoluto. 

Los dos nos encontrábamos en el sofa sentados sin nada que decir. 

Por el rabillo de mi ojo pude ver como me estaba mirando fijamente, lo que me hizo mirar en su dirección. 

Nos miramos. 

Sus ojos tenían un brillo impresionante en ese instante, mi ojo bajo hasta sus labios.... esos carnosos labios que de repente ansiaba besar. 

Cada vez estábamos mas cerca el uno del otro, hasta que pude sentir su respiración mezclándoselo con la mía.

Tenia la respiración acelerada, al igual que Allana ya que era notable por la posición en la que se encontraban, no me podía creer que estuviera en esa situación, apunto de besar a aquella chica, aquella chica a la que le estaba escondiendo mis sentimientos.

Los dos estábamos nerviosos eso era bastante notorio. 

Por fin sus labios se tocaron con suavidad con los míos, mi corazón palpitaba a una velocidad que nunca había tenido, sus manos se aferraron a mi camisa profundizando el beso así, sentía que explotaba de las miles de sensaciones que sus labios y su tacto producían en mi. 

En un impulso empuje a Allana en señal de que se recostara en el sillón. 

Nuestras lenguas jugueteaban entre sí, estaban en una batalla, una batalla que ninguno de los dos querían perder. 

La estabilidad de Allana cedió, haciendo así que yo quedara encima suya.  

-Allana!!!! -el grito que procedía del exterior se hizo presente en nuestros oídos. 

Efecto que tuvo en separarnos, ella estaba con sus mejillas algo rojas y su pelo alborotado ligeramente. 

-Adios vaquero -dijo casi en un susurro pero con una sonrisa en su rostro.

Fueron pocos los segundos que tardo en salir por la puerta, dejándome desconcertado con lo que acababa de pasar. 

Ese beso había sido tan fantástico que mi cabeza no paraba de analizar todo lo que había pasado minutos antes. 






TWD:Te odio  {Carl Grimes} #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora