Capitulo 30

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La casa de Naying había tomado un ánimo funesto. Desde el día anterior, cuando se enteraron de la desaparición de Zhan, nadie dejo el lugar más que para salir a las calles e intentar buscar nuevamente a su amigo. Aún cuando estaban seguros que sería infructuoso.

El reloj, que se encontraba en una de las paredes, adyacente a la ventana que apuntaba hacía la calle y de la que Yibo no se había movido desde que llego, apuntaba las once de la mañana.

Habían pasado más de veinticuatro horas y no tenían noticia alguna de Xiao Zhan. La desesperación y el dolor de pensar que algo malo le había sucedido, lo martirizaba.

_ Iré a buscarlo. - caminó hacía la puerta.

Ya no podía más. Después de dejar su departamento y unirse a sus amigos en la vana búsqueda, todos se dirigieron a la casa de la mayor. Estuvieron ahí toda la noche, sin dormir y recibiendo cada tanto llamadas de la policía, la cual solo les daba la misma respuesta: no había rastros del pelinegro.

_ Yibo, - Jackson detuvo su acción- la policía se esta haciendo cargo.

_ ¿Cargo?- sonrió con ironía y enojo- Toda la maldita noche solo llamaron para decir que no lograban encontrarlo. - tomó con agresión el cuello de la camisa de su amigo y lo acerco a sí, tomando por sorpresa a todos los presentes- ¿Eso para ti es hacerse cargo?

_ Entiendo como te sient-

Yibo lo interrumpió haciendo más fuerte su agarrare— ¿Me entiendes? ¿Sabes cómo me siento?... ¡No! ¡No tienes ni puta idea de como me siento! ¡Mientras nosotros estamos aquí, Zhan esta solo por ahí en este mundo de mierda lleno de personas de mierda!

_ Yibo- Wen Han, que se levantó apenas Yibo agarró de manera agresiva a su amigo, se acercó a ellos y colocó su mano sobre la suya- Si, tienes razón. No sabemos ni entendemos como te sientes, pero te aseguro que todos estamos igual de angustiados que tú. Todos queremos salir y buscar a Zhan hasta debajo de las piedras, y créeme que por muy estúpido que suene, así lo hicimos. Estuviste allí, nuestros esfuerzos son nada ante la ignorancia del destino de Zhan.

Las lágrimas que el castaño estuvo conteniendo, por impotencia y furia, escaparon de sus órbitas y se dieron paso libre por sus mejillas. De a poco, suavizó el agarre de la camisa de Jackson, quién solo escuchó y observó a su amigo. Comprendía lo desesperado que estaba, además de dolido.

_ Pero de lo que si estoy seguro- continuó el rubio- es que a Zhan no le gustará verte así cuando regrese, se pondrá triste y nos regañará por no cuidar de ti. - al soltar a su amigo, se tambaleó un poco a lo que Wen Han reacciono tomándolo del brazo- Ves, apuesto a que no haz comido desde que Zhan dejó el departamento, te prepararé algo.

Una vez Jackson fue liberado, Mark llegó hasta él preguntándole con la mirada si se encontraba bien, acción que el pelinegro respondió con un leve asentimiento de cabeza y una sonrisa.

_ Lo siento...

El castaño miro a su amigo y este le regaló la misma sonrisa que a su prometido. Palmeó unas tres veces el hombro de Yibo invitándolo a olvidar aquello, restándole importancia. Comprendía su aflicción e imaginaba su desesperación.

🖤.

_ Escúchame- miró al pelinegro a los ojos, sonrió y llevo sus manos a las mejillas ajenas, limpiando todo rastro de humedad que provocaban sus lágrimas.- Ya te advertí lo que podía pasar con tu adorado noviecito sino colaboras. - sus labios desdibujaron aquella aterradora sonrisa y en su lugar quedó un gesto  amenazador- Así que sal del auto, camina a mi lado, directo a la puerta de embarque y sube a ese maldito avión sin derramar ni una sola gota de lágrimas y sobre todo- se acercó más a él- quita esa expresión de miedo que nadie te esta obligando a nada. - soltó una carcajada por lo dicho- Oh vamos, luego nos reiremos de esto y será una linda anécdota para contarle a tus hijos- salió del auto restándole importancia y dejando a Zhan más intranquilo aún.

Trataba con todas sus fuerzas dejar de temblar y sentir aquella opresión en su pecho, lo cuál provocaban aquellas gotas saladas, pero la posibilidad de saber que no vería más a Yibo y que nunca podría contarle sobre ese hermoso ser que estaba creciendo en su interior, arraigaban todo tipo de sentimientos negativos en él que solo sumaban sus ganas de llorar.

Quería luchar, tomar aquella mujer de sus cabellos marrones y rizados, y dejarlos más alborotados de lo que ya lucían. Pero era imposible, o al menos en esos momentos. Por alguna razón su cuerpo no obedecía las ideas que pasaban por su cabeza, su sistema límbico estaba en una total confusión y al parecer solo la impotencia y la vulnerabilidad estaban estaban en línea.

Parpadeó varias veces, con la intención de hacer desaparecer lo que quedaba de su llanto. Respiró profundamente y salió del auto negro. Lo esperaba, aquella maldita mujer, con dos hombres altos y fornidos, ambos vestidos de traje negro.

¿Cómo podría escapar si le dejo en claro que al hacerlo o siquiera intentarlo, Yibo sería el perjudicado?

La mujer enredo su brazo en el suyo y de esa manera entraron al enorme edificio. Yibo y sus amigos le habían hablado de aquel lugar, lleno de personas con equipaje, trajeados, con uniforme o vestidos casual. Pese al miedo que sentía, no podía dejar de observar el lugar con curiosidad, aunque no disfrutarlo como hubiera querido por lo mismo.

_ ¡Ah disculpa!

El chico inclinó la cabeza lamentando haberlo chocado. Estaba a punto de decirle que estaba bien pues él también había venido distraído, pero cuándo tuvo el rostro del muchacho en su campo de visión, aquella impotencia se convirtió en esperanza. Yiling lo era para él en ese momento.

_ Descuida, esta bien. También fue mi culpa.- no quito su mirada de la del chico, tenía que decirle que nada estaba bien. Y lo hacía, con su ojos, esperaba que lo comprendiera.

_ Bien, me disculpo una vez más- volvió a inclinar la cabeza el muchacho.

¿No lo reconocía acaso?

El chico miró hacía enfrente, señal de que estaba por seguir su camino. ¡Tenía que detenerlo!

Tomó su brazo deteniéndolo en el instante—¡Seg! - notó lo alto de su voz y volvió a hablar nervioso, con la mirada de aquella mujer clavada en él- ¿Seguro que estás bien?- juntó sus cejas disimuladamente y su mirada fue de súplica- Fue un golpe fuerte.

El chico observó extrañado al bello joven que tenía enfrente. Y no fue hasta que Zhan presionó un poco más fuerte su agarré que llegó a su mente el día en que lo conoció. Abrió sus ojos tan grandes como pudo y una sonrisa apareció en su rostro. Estaba por llamarlo por su nombre cuando Zhan volvió a hacer presión y notó un ligero movimiento de cabeza por parte del mayor. Estaba negando.

_ Bueno, - intervino la doctora, deshaciendo el agarre del pelinegro hacía el chico- Creo que ambos están bien. Zhan cariño, recuerda que tenemos un vuelo que tomar y el avión no esperará por nosotros. - le sonrió a Yiling y sin más alejó a Zhan de él.

La situación era bastante extraña, Zhan no se veía muy cómodo al lado de esa mujer. Algo estaba mal. Tomó su teléfono y marcó el número que guardó cuando Zhan se desmayó en el estudio.

Un timbre...

Dos timbres...

Tres timbres...

Cuatro timbres...

_ ¡Yiling! ¡Mocoso! - su madre se acercaba a él apresurada y con el ceño fruncido- ¡¿Sabes cuanto he estado esperándote?! ¡¿Quieres que el avión nos deje?!

Colgó la llamada y siguió a su madre. Tal vez estaba exagerando y en realidad no sucedía nada.

💚❤️

Hola! Disculpen que tarde mucho en actualizar, se que dije que lo haría más seguido pero ps soy pobre y necesito ganarme la vida 🥺😂😅

Como siempre espero les guste el cap ...

✨Gracias por leer✨

Mi persona [ Yizhan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora