Capitulo 2

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Viernes por la mañana, las manijas del reloj apuntaban las 7:15 am. La ruidosa lluvia que salía de la ducha dejó de sonar y Yibo salió del baño con una toalla puesta alrededor de su cintura y secándose el cabello con otra más pequeña, acción por la cual no pudo ver al pequeño Xiao parado observándolo desde su cama.

El ave recibió su nombre por lo chiquito e inofensivo que se veía ante los ojos del castaño, quien al momento de nombrarlo la única palabra que vino a su mente fue esa.

Xiao movía su cabeza de un lado a otro siguiendo con la mirada a Yibo, quien caminó hasta su vestidor y sacó la ropa que usaría para asistir a la academia. La toalla cayó al piso y el castaño comenzó a vestirse. Para cuando terminó se dio cuenta que tenía un espectador bastante atento a sus acciones.

_ Demonios Xiao ¿Cómo entraste? - soltó sorprendido y algo avergonzado, aúnque no entendía porque si solo se trataba de un ave. No recibió respuesta, claro. Solo una mirada.

Se acercó a la mesita, al lado de su cama, y tomó las cosas que le hacían falta de allí. Su vista se desvió a la foto que había sobre ella, una en la que se encontraban dos personas abrazando a un pequeño. Eran sus padres y él. La única foto que pudo tomar antes de salir de la casa de su tío, y la que guardaba como un tesoro.

La tomó entre sus manos y la alzó para mirarla más de cerca, una tristeza sombría invadió su rostro, sus ojos se volvieron acuosos y su corazón se oprimió como si lo estuvieran estrujando de manera inhumana. Recordar la muerte de sus padres lo lastimaba y más pensar que era él el único culpable de su accidente.

Siempre creyó lo que su tío le decía, porque sabía que no era más que la verdad.

_ Sabes Xiao- una lágrima cayo por sus mejillas- en pocos días se cumplen trece años desde que maté a mis padres- sonrió con amargura- es curioso pensar que ellos me dieron la vida pero yo se la quite.

El ave entendía más de lo que Yibo creía. Voló hasta posarse sobre el portarretratos que el castaño sostenía, emitió unos pequeños ruidos y movió su cabeza de un lado a otro.

"Nada fue tu culpa y ellos lo saben"

_ A veces creo que debo ir al psicólogo a tratarme, tal vez un psiquiatra sería mejor.- dijo, pensando en que entendía al ave. Dejó la foto nuevamente en su lugar, secó el rastro que dejaron sus lágrimas y salió de la habitación con Xiao detrás de él.

Cada vez sentía que el trato que tenía con el ave era más humana que cualquier relación que hiciera con una persona, claro si al menos tuviera una relación.

Wang Yibo a pesar de ser un joven bastante amable, aparentaba ser frío y arisco con los demás. En la academia varios habían intentado acercarse a él sin éxito alguno, solo una persona logró, gracias a su insistencia, tener el privilegio, como muchos decían, de ser amigo del tan aclamado bailarín prodigio. Porque desde que entró, una cosa les había dejado claro a todos los que dudaban de él solo por ser becado, tanto alumnos como profesores, que lo que él tenía era talento y fuerza de lucha por conseguir lo que se proponía.

Wen Han, quien además vivía en el departamento de al lado del de Yibo, se ganó la confianza y la amistad del castaño. También se encontraba Jackson, quién compartía trabajo con Yibo y quién vivía también en el mismo edificio que sus amigos, pues al igual que Wen Han, él se encontraba en el departamento al lado del de este último.

_ Te dejo comida para todo el día- miró a su mascota que estaba sobre una mesa individual, exclusiva para la comida del ave, junto a la mesa que él usaba- Xiao escúchame atentamente- lo señaló amenazante- es para todo el día ¿de acuerdo? No te lo acabes en un ratito- conocía al ave y sabía lo glotón que era.

Mi persona [ Yizhan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora