Nine

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T/n Jones

Habíamos llegado a la feria, había muchos juegos, puestos, personas jugando, riendo, platicando, comiendo y demás. Se veía divertido.

— ¿¡Podemos ir a ese!? ¿¡Podemos, podemos!? — Pregunta Mati tomando mi mano mientras que brinca y apunta al lugar donde quiere ir.

— Ehh... — Miro a Aidan y el solo esta mirando su celular — Si vamos — Dije esperando alejarme de mi DaDdY.

— ¡Yei! — Dice feliz para luego comenzar a jalarme hacia el juego.

Mateo y yo no parábamos de reír, los juegos de la feria divertían mucho a Mati, no veníamos tan seguido pero cuando veníamos Mati siempre terminaba agotada por tanta energía que había gastado.

— ¿Cuál quieres Mati? — Pregunte y el solo miraba los peluches.

— Quiero ese — Dice sonriendo mientras que apunta a un pequeño oso de peluche color azul.

— Bien — Dijo la del juego para luego tomarlo y dárselo a Mati.

— Gracias — Dije amable para luego tomar a Mati de los hombros y comenzar a caminar.

— ¿Me compras un algodón de azúcar? — Pregunta mirándome con sus ojos de perrito y yo solo rio por la ternura.

— Bien, vamos — Digo mientras que caminamos hacia aquella chica que vendía los algodones de azúcar — Me das dos — Pido mientras que saco el dinero de uno de mis bolsillos.

— ¿De que color? — Pregunta mientras mira a Mati.

— Uno morado — Dice Mati sonriendo y la chica lo toma para luego dárselo a Mati.

— A mi uno azul, por favor — Le pido y la chica en cuestión de segundos me lo da — Aquí tiene — Le digo mientras le entrego el dinero.

— Gracias, vuelva pronto — Dice ella amable y yo solo sonrió mientras que tomo la mano de Mati.

Ambos comenzamos a caminar mientras que Mati comía su algodón de azúcar color morado.

— ¿Quieres subir a la rueda de la fortuna y nos vamos? — Pregunto sonriendo mientras me agacho a su altura a lo que el solo asiente — Bien — Digo mientras que me levanto.

Ambos comenzamos a caminar hacia la rueda de la fortuna y si preguntan por Aidan yo tampoco tengo idea de donde esta. Desde que llegamos no lo eh visto.

La ultima vez que lo vi estaba en su celular muy sonriente y no es algo que me importara mucho de igual manera.

Llegamos a la fila para la rueda de la fortuna, hablaba de cualquier cosa con Mati hasta que siento unas manos rodear mi cintura.

Inmediatamente me separo de aquella persona y le doy una cachetada — Idiota — Digo con una mano en mi pecho al darme cuenta de quien es.

— ¡Auch! — Se queja — Eso dolió — Dice aun acariciando su mejilla.

Yo solo ruedo los ojos y me giro, dándole la espalda mientras que aun tomo la mano de Mati.

Me abraza una vez mas de la cintura y acomoda su mentón en mi hombro — ¿Por qué estas de mal humor el día de hoy? — Pregunta susurrando en mi oído.

Por Karla

— Por nada — Digo sin importancia.

— Bien, si no me quieres contar esta bien — Dice aun abrazándome.

— ¿Puedes no abrazarme? — Pregunte irónica.

— ¿Por qué quieres arruinar el momento — Pregunta con fastidio y yo lo miro ofendida — Digo, estamos bien ¿Por qué arruinarlo? — Dice irónicamente y yo solo ruedo los ojos.

Al final llego nuestro turno, los tres subimos a nuestro sitio y el juego comenzó haciendo que poco a poco comenzáramos a subir.

— ¿Sigues molesta? — Pregunta susurrando en mi oído mientras que yo observo la emoción de Mateo al ver la altura en la que estamos.

— Nunca estuve molesta — Respondo sin importancia.

El me toma delicadamente del mentón para que lo mire.

— ¿Que? — Digo algo nerviosa mientras que observo detalladamente sus ojos verdes oscuro.

— Nada — Responde mientras que acerca su rostro mas al mío.

El pasa ligeramente su lengua por sus labios para luego estampar sus labios con los míos en un dulce beso. Mientras nos besábamos tomo mi mano libre y la entrelazo con la suya para luego separarnos por falta de aire.

Carajo, no se si esto esta empezando a gustarme pero de igual manera lo disfruto.

[...]

La rueda de la fortuna había acabado y para mi suerte Mateo se quedo dormido en mis piernas, intente cargarlo pero Aidan me gano el movimiento y el lo cargo.

— Yo los llevo a casa — Se ofreció mientras que me extendía la mano para que yo pudiera bajar.

— Gracias — Dije sonriendo ligeramente.

— No hay problema — Dice con su gesto serio de siempre.

Ambos salimos de la feria y comenzamos a caminar hacia el auto de Aidan. Al llegar Aidan acostó a Mateo en los asientos de atrás y yo entre en el de copiloto.

— Bien, vámonos — Dijo Aidan encendiendo el carro para poder comenzar a conducirlo.

El camino fue silencioso, no tenia un tema de conversación para poder hablar con Aidan así que mejor decidí no hablar.

Miraba de reojo a Mateo, viendo si despertaba o necesitaba algo. También miraba de reojo a Aidan, miraba su expresión seria de siempre, el como sostenía el volante, el como hacia los cambios, todo.

— Llegamos — Dice de la nada, sacándome de mis pensamientos.

— Gracias — Digo mientras que quito el cinturón de seguridad.

Salgo del auto para poder abrir la puerta de atrás y sacar de ahi a Mateo, cargándolo entre mis brazos.

— ¿Quieres que te ayude a llevarlo adentro? — Pregunta y yo lo miro.

¿Cómo es que llego tan rápido a mi lado? Da igual

— No gracias — Respondo sin importancia mientras que sigo cargando a Mateo.

— T/n — Dice antes de que me valla — Necesito que vallas a mi trabajo el día de mañana, a las 4 — Dice seriamente mientras adentra sus manos en sus bolsillos del pantalón.

— Bien — Digo sin importancia — Gracias por traerme — Dije sonriendo ligeramente para luego darme la vuelta.

— Espera — Me detiene, me doy la vuelta y el como puede sostiene mi mejilla para darme un pequeño y dulce beso — Ten, por si necesitas algo — Dice envolviendo dinero en mi mano.

Pego mis labios a los suyos y sin mas interrupciones o despedidas camino hacia mi casa, entro en ella y cierro la puerta para luego caminar hacia la habitación.

Entro en la habitación y recuesto a Mateo en la cama para luego caminar hacia mi closet, lo abro y quito la madera falsa del suelo para poder meter ahi el dinero que tengo ahorrado de todo este tiempo que e trabajado.

Cansada camino hacia la cama, me siento en la orilla de la cama y quito mis zapatos para luego dejarme caer en la cama para poder quedarme completamente dormida.

Mañana será un día agotador.

𝐌𝐲 𝐬𝐮𝐠𝐚𝐫 𝐃𝐚𝐝𝐝𝐲 © [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora