𝐌𝐲 𝐬𝐮𝐠𝐚𝐫 𝐃𝐚𝐝𝐝𝐲 © [✔]

Seventeen

Aidan Gallagher

El sonido de mi celular provoco que mis ojos comenzaran a abrirse poco a poco, tome mi celular algo confundido, lo mire un poco adormilado pero inmediatamente me asuste al notar el nombre de Sabrina sobre el. Era una llamada así que inmediatamente conteste.

[Llamada]

Ho-Hola cariño — Digo algo nervioso levantándome con mucho cuidado para no despertar a T/n.

¡Amor! — Grita y yo hago una mueca, abro la puerta del baño y entro en el — Te extraño demasiado bebe — Yo solo ruedo los ojos.

¿Qué pasa? — Pregunto con cierto fastidio.

¿Qué hacías? — Evita mi pregunta — Llevo horas marcándote — Exagera pero si llevaba un rato llamándome

Estaba durmiendo, tuve mucho trabajo y dormí hasta tarde — Me excuso — ¿Para que me llamas? — Pregunto.

¿No puedo llamar a mi prometido? — Pregunta algo divertida y yo niego pero era obvio que ella no me veía — Bueno, da igual. Te hablaba para avisarte que llegare antes de lo previsto — Eso hace que me ponga nervioso y me desanime ya que quería pasar mas tiempo con T/n.

¿Cuando? — Pregunto.

En unos cuatro días — Responde sin mucha importancia — Así que vienes por mi al aeropuerto para luego ir a desayunar ¿Te parece? — Suelto un suspiro.

Claro — Finjo una sonrisa aunque ella no pueda verme — Bueno aun me queda trabajo por terminar, luego te llamo.

Suelta un quejido — Ya que — Y cuelgo.

[Fin De La Llamada]

Apago mi celular y salgo del baño para dirigirme hacia la cama junto con T/n la cual aun sigue completamente desnuda. Me adentro en las sabanas y la abrazo por detrás a lo que ella solo se acurruca contra mi pecho.

— Buenos días — Murmura y yo solo sonrió mirando como se gira para verme.

Beso su mejilla — Buenos días, linda — Murmuro y veo su rostro completamente adormilado.

— No me mires — Se cubre el rostro — Estoy horrible aunque no me haya visto, el rostro mañanero es horrible — Yo solo rio por eso.

Quito sus manos y le doy un pequeño piquito.

— A mi me encanta tu rostro mañanero — Un color carmesí se torna en sus mejillas y eso me hace sonreír — Me encanta sonrojarte — Murmuro y ella muerta de la vergüenza se esconde en mi pecho.

— ¡Mierda, tengo que ir a la escuela! — Dice preocupada mientras que se levanta pero inmediatamente la jalo para abrazarla otra vez.

— Tranquila, todavía faltan dos horas — Murmuro apretándola un poco mas hacia mi.

— Aun así — Suspira — Tengo que ver a Mati — Me mira y yo suelto un quejido, quiero que este conmigo.

— Por favor — Hago una voz de niño pequeño mientras que me oculto en su pecho a lo que ella ríe.

— Me encantaría pero no — Dice y yo hago un ligero puchero mientras que la sigo abrazando.