𝐌𝐲 𝐬𝐮𝐠𝐚𝐫 𝐃𝐚𝐝𝐝𝐲 © [✔]

Twenty-Tree

T/n Jones

Estaba tranquilamente durmiendo, sintiendo los brazos de Aidan alrededor mío hasta que siento como la cama comienza a hundirse poco a poco pero es pausado, como si alguien estuviera brincando sobre ella.

— ¡T/n, Aidan, despierten, T/n, Aidan, despierten! — Escucho la voz de Mateo y eso me hace abrir los ojos — !Ya es de dia, despierten que tengo hambre! — Grita aun sin detener sus movimientos.

— Basta Mateo — Digo algo adormilada a lo que el obedece.

— T/n tengo hambre — Dice con un ligero puchero y yo sonrió levemente.

— Bien, ahora te hago el desayuno pero deja a Aidan dormir — Digo y el asiente.

Ambos nos levantamos de la cama y salimos de la habitación de Aidan sin hacer mucho ruido.

— Espera — Digo — Necesito ir al baño, tu mientras tanto ve bajando y no hagas nada por favor — Pido y el asiente sonriente para luego ir bajando las escaleras.

Regreso a la habitación, Aidan sigue dormido y yo sonriendo entro al baño para hacer mis necesidades y de paso arreglarme un poco. Lavo mis manos y mi rostro para al final secarme por completo. Sali del baño y pensaba salir dela habitación si no fuera por el sonido de un celular.

Confundida me giro y comienzo a buscar mi celular, pensaba que era el mio pero resulto ser el de Aidan. Mire la pantalla de su celular y me encontré con un nombre.

Sabrina

¿Quien demonios era ella?

— ¿T/n? — Habla Aidan algo adormilado — ¿Que haces con...? — Deja de hablar al darse cuenta que es su celular.

El inmediatamente se incorpora y me arrebata su celular de mis manos.

— ¿Que hacias? — Pregunta algo desesperado mientras que miraba la pantalla de su celular.

— A-Alguien te llamo — Dije algo confundida por su reacción.

— ¿Quien? — Pregunta nervioso.

— ¿Sabrina? — Digo no muy convencida.

El inmediatamente se levanta de la cama, marca a alguien por el teléfono y se adentra en el baño de su habitación. Hago una ligera mueca mientras que trato de procesar lo que acababa de pasar, aun asi le resto importancia y salgo de la habitación de Aidan escuchando pequeños murmuros inaudibles dentro del baño.

Al bajar las escaleras me dirijo hacia la cocina encontrándome con Mateo el cual se encontraba sentado en uno de los taburetes que había en la pequeña mesa americana que había en medio de la cocina.

Sonreí al mirarlo y comencé a hacerle el desayuno. Después de uno cuantos minutos termine de hacerle el desayuno, tome tres platos y comencé a servir ahi el desayuno para Mateo, Aidan y para mi.

— ¿Listo? — Dice Mateo y yo solo afirmo a su pregunta.

— Aquí tienes — Digo dejando el plato cerca suyo.

Dejo los demas platos en la mesa americana, me siento en uno de los taburetes y tomo mi plato para comenzar a desayunar junto con Mateo mientras que haciamos preguntas no muy importantes.

— Buenos días — Al escuchar la voz de Aidan ambos al unísono giramos a verlo de reojo.

— Buenos días, Aidan — Dijo Mateo sonriente.

Yo por alguna razón no conteste a sus buenos dias, segui comiendo sin ningún problema mientras que miraba de reojo como Aidan se sentó aun lado de mi.