Twenty-Seven

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T/n Jones

— ¿T/n? — Anonadada lo miro — ¿Qué tienes? — Pregunta preocupado.

— Nada Mati, solo tenemos que volver a casa — Murmuro, agachándome a su altura.

— ¿Ya? — Asiento — Quería quedarme mas rato con Ethan — Acaricio su mejilla.

— Lo siento pequeño, tengo que hacer algo importante y no puedo dejarte aquí — Hace un puchero.

— ¿Y porque lloras? — Pregunta curioso y yo niego.

— No, no estoy llorando solo...solo vámonos — Me levanto, tomando su mano para comenzar a caminar.

— ¡Adiós Ethan! — Grita mientras que alza su mano en señal de despedida, el otro pequeño le hace el mismo gesto.

No dejaba de pensar en eso. ¿El se casaría? ¿Como? ¿Porque? ¿Cuándo paso eso?. Tenia demasiadas preguntas sobre todo esto pero no tenia ninguna respuesta a mi alcance. Al llegar a casa le pedí a Mateo que no saliera de casa, que no le abriera la puerta a nadie y que cuidara a mama mientras que no estoy.

El solo acepto y yo con el corazón roto salí de casa, pensaba enfrentarlo, no soportaría ni un segundo mas teniendo que soportar ninguna respuesta a lo que vi, necesitaba que me explicara, el porque hizo eso, porque me engaño, porque me mintió. Sin creerlo ya estaba frente al enorme edificio donde trabajaba, esperaba que el estuviera aquí y no con su prometida.

Entre, subí al elevador, aguantando mis lagrimas, tratando de no soltar el llanto ahora porque todo mundo me vería como una completa rara. El elevador se detuvo, las puerta se abrieron y yo salí de el para dirigirme hacia la secretaria.

— Buenas tardes, tiene cita — Menciona amable.

— No pero necesito hablar urgentemente con Aidan — Comento.

— No puede hablar con el si no tiene cita y... — La interrumpo.

— Ya me conoces, sabes que vengo aquí la mayoría del tiempo — Menciona estresada.

— Lo se T/n pero aun así ¿El te pidió que vinieras? — Pregunta y yo agacho la cabeza.

— No pero puedes llamarlo, decirle que estoy aquí — Explico y ella suspira.

— Bien pero solo por esta vez — Toma el teléfono y comienza a marcar.

Sinceramente no presto atención a lo que dice, solo pienso, pienso en todo lo que le voy a decir, en todo lo que le voy a reclamar, en todo lo que podría pasar.

— Puedes entrar — Escucho que dice.

— Gracias —Molesta me dirijo hacia la puerta, la abro y entro en la oficina.

Cierro la puerta y miro hacia el escritorio, el estaba ahi, sentado, mirándome con una sonrisa. Todo lo que pensaba decirle se fue, mi mente estaba en blanco y por un momento olvide por completo lo que hacia aquí.

— ¿Y esta hermosa sorpresa? — Escuche su voz y la fotografía del periódico vino a mi mete.

Mis ojos se cristalizaron tan solo recordar eso, me acerque sin decir una palabra, el se levanto de su asiento para acercarse a mi y cuando ambos estábamos uno frente al otro yo le di una cachetada, haciendo que sienta un leve ardor en mi mano por el golpe.

— ¡Eres un mentiroso! — Le grito molesta y dejando caer unas lagrimas — ¡Te odio, te odio, te odio! — Repito mientras que golpeo su pecho.

El toma mis muñecas — ¿Qué demonios te sucede? — Pregunta totalmente confundido.

— ¿Cómo pudiste? — Mi voz se corta y el solo me mira confundido.

— ¿De que carajos hablas? — Me suelto de su agarre.

— Te vas a casar — El me mira completamente en shock.

— ¿Co-Como lo sabes? — Lo miro incrédula.

Por alguna razón creí que lo negaría, esperando que nada de esto fuera cierto pero parece que me confundí.

— ¿Enserio?.

— Pu-Puedo explicártelo — Intenta acercarse a mi pero niego llorándome y me alejo.

— ¿¡Explicarme!? ¿Explicarme que!? ¿¡Que te vas a casar!? — Pregunto irónica — Porque creme que eso ya me quedo bastante claro.

—  T/n, no lo entiendes — Sus ojos se cristalizan y vuelve a intentarse acercarse a mi.

— No, no lo entiendo — Suspiro — No entiendo porque lo hiciste. Creí que me amabas — Todo de mi se rompe por esto.

— Créeme que lo hago — Niego.

— No, si me amaras no hubiese hecho esto, mentirme.

— Por favor déjame explicarte — Me pide.

— No se si seria capaz de creerte — Murmuro completamente rota — Pero ¿Porque, Aidan? ¿Por qué lo hiciste? ¿No era lo suficiente para ti? — El deja caer unas lagrimas.

— Lo siento — Lo miro sorprendida.

— ¿¡"Lo siento"!? ¿¡Es lo único que dirás!? — Pregunto totalmente incrédula.

— Eres mas que suficiente — Suspira — Pero tengo que casarme con ella — Mis lagrimas caen a mas no poder.

— ¿¡Hablas enserio!? — Le grito molesta.

— Tienes que dejar que te explique todo esto, yo no quería que te enteraras de la forma en la que te enteraste, créeme que pensaba decirte, explicarte pero no había un momento adecuado — Insiste, se acerca mucho mas a mi y yo me alejo, retrocediendo

— Me utilizaste Aidan, me engañaste y no por mas que te ame no pienso permitir que me hayas hecho esto — Me doy la vuelta para irme.

— Prometiste no dejarme — Murmura en un hilo de vos.

Lo miro — Prometiste no romperme el corazón, ambos rompimos la promesa — Me giro para poder salir.

— ¡T/n espera! — Lo ignoro salgo de ahi.

Me dirijo lo mas rápido al ascensor, se abre e inmediatamente me adentro en el para luego apretar un botón, veo como Aidan sale de su oficina y le rezo a dios para que el jodido ascensor se cierre. Cuando el estaba casi cerca el elevador se cierra, provocando que Aidan no entre en el.

Suelto el llanto, lloro a mas no poder, preguntándome que es lo que hice mal para merecer todo esto, siempre fue una buna chica, una buena hermana, una buena hija, una buena novia pero nada de eso sirvió, todo se tenia que ir al carajo. El elevador se abre y yo comienzo a correr hacia la salida, deseando no tener que volver a este lugar.

— ¡T/n! — Escucho detrás mío.

Miro de reojo a Aidan pero no me detengo, corro lo mas rápido posible, saliendo de la empresa y comenzando a correr por las calles, tratando de no chocar con nadie pero me duele mucho el pecho, la respiración me falta y mis piernas duelen así que me detengo, escondiéndome en un poste, recargándome en este para tomar aire.

Dolida me dejo caer en este, cubriendo mi rostro mientras que pego mi rodillas a mi pecho, me sentía mal, por absolutamente todo lo que estaba pasando. Me dolía demasiado, estaba tan ilusionada, tan enamorada como para que un jodido periódico me diga que el chico al cual creí que era el amor de mi vida diga que esta a nada de casarse.

Valla mierda

Lo único que esperaba era que fuera feliz, me ilusione demasiado y ese fue mi problema. ¿Por qué demonios creí que realmente me amaba? El solo buscaba a alguien con la cual follar y yo necesitaba dinero, solo estábamos juntos por eso, por los beneficios de cada uno pero parece que al final de todo este juego, ambos salimos perdiendo.

Todo el amor se fue en cuestión de segundos.


𝐌𝐲 𝐬𝐮𝐠𝐚𝐫 𝐃𝐚𝐝𝐝𝐲 © [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora