Thirteen

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T/n Jones

Después de unas largas horas soportando los gritos que Aidan daba el decidió que era hora de irnos.

— ¿Podemos a uno ultimo? — Pregunte jalándolo del brazo como niña pequeña.

— No T/n, es hora de irnos — Dice y comienza a caminar.

— ¡Por favor! — Insisto y el niega — Entonces no me voy a mover de aquí — Hago un berrinche, me cruzo de brazos y le doy la espalda.

En cuestión de segundos siento como Aidan me toma entre sus brazos para poder colgarme sobre su hombro. Lo miro sorprendida por su actitud pero solo me limito a quedarme callada y seguir con mi berrinche.

Realmente me interesaba ir al centro comercial pero serian largas horas en las cuales nada mas tendría la dificultad de quitarme y ponerme ropa.

Mire como abrió la puerta del auto, me bajo y a regañadientes entre en el auto. Suspiro, se coloco en cuquillas y me miro con una ligera sonrisa.

— Venimos otro día, si es que quieres y esta vez podrás llevar a Mati con nosotros — Dice y una imagen mental viene a mi.

Pensaba en eso. Aidan, Mateo y yo jugando por el parque de diversiones, subiéndonos en cada atracción, escuchando los gritos de Aidan, comiendo, divirtiéndonos. Seria increíble.

— ¿Te parece? — Pregunta y yo solo asiento con una pequeña mueca en mi rostro.

El sonrió y se levanto para luego cerrar la puerta y dirigirse hacia el otro lado del auto para poder sentarse en el asiento del piloto. Encendió el auto pero antes de conducir tomo mi rostro y beso mi labios rápidamente para luego separarse, sonreír y comenzar a conducir.

El viaje era tranquilo, había un silencio que inundaba el auto y eso me hacia ponerme nerviosa así que prendí la radio. Una enorme sonrisa se formo en mi rostro al escuchar la melodía de aquella canción que tanto me encantaba.

Aidan me miro y yo rápidamente mire a otro lado para que no pudiera ver mi felicidad, quería tapar mis oídos porque sabia que podía gritar la canción en cualquier momento y moriría de vergüenza por que Aidan estaba a mi lado.

Mire la ventana y trate de concentrarme en el paisaje pero de la nada comencé a cantar la canción en un murmuro.

— Jealousy, jealousy — Susurre pero inmediatamente me calle al escuchar la risueña risa que Aidan soltó al escucharme.

El ardor en mis mejillas me hizo sentirme sumamente avergonzada ante ese hecho. Los nervios aumentaron cuando sentí la gran mano de Aidan posarse sobre mi muslo.

Trague un poco de saliva y luego lo mire con nervios. El solo sonrió aun sin mirarme, inmediatamente aparte la mirada y en unos cuantos minutos mas me di cuenta de que habíamos llegado a nuestro destino.

Aidan estaciono el auto y yo quite el cinturón de seguridad para poder salir por mi cuenta pero en un abrir y cerrar de ojo Aidan ya se encontraba ahi, con una sonrisa amable mientras que abría la puerta del auto.

— Gracias — Agradezco por su gesto mientras que salgo y el solo sonríe mientras que deja un pequeño beso en mi mejilla.

Cierra la puerta, le coloca el seguro y entrelaza mi mano con la suya. Una sonrisa se forma en nuestros rostros y tomados de la mano caminamos hacia la entrada del gran centro comercial.

Unas cuantas chicas se le quedaron viendo a Aidan y claro que no las culpo. Si yo voy caminando tranquila y me encuentro con el pude que llega a golpearme con un poste que no se encontraba en mi vista por estar mirando a semejante bombón.

Pero el es mío y tengo que cuidarlo así que me acerco un poco mas a el y el inmediatamente entiende lo que quiero ya que pasa su gran mano por una parte de mi cuerpo para poder tomar mi cintura y pegarme mucho mas a el.

Sonrió mientras que lo miro de reojo y el solo mantiene un gesto serio pero sonríe al verme. Después de un rato caminando por el centro comercial nos adentramos en una gran tienda en la cual había ropa realmente linda pero bastante costosa.

Una chica nos recibió y nos mostro una sonrisa amable mientras que nos miraba.

— Bienvenidos ¿En que le podemos ayudar? — Pregunto y Aidan se quedo bastante pensativo.

Yo solo me limite a sentirme nerviosa, no sabia que decir ante aquella pregunta que me habían preguntado a mi y a Aidan pero el parecía mantener todo bajo control.

— ¿Podría mostrarme vestidos para ella? — Pregunta y yo solo lo miro confundida.

¿Vestidos?

— Claro, síganme — Comienza a caminar y nosotros detrás de ella.

[...]

Llevábamos rato en el centro comercial, realmente me encontraba bastante exhausta ante todo este tiempo de compras. Llevaba varias bolsas en mis manos pero Aidan también me ayudaba con otras bolsas.

Solo quería descansar

— ¿Podemos ir por un helado? — Pregunte mirando a un pequeño niño que iba tomado de la mano de su madre mientras que con la otra comía su helado.

— Un pequeño descanso no, nos vendría mal — Dice y yo solo sonrió con emoción.

Ambos caminamos hacia un puesto de helados, al llegar cada uno pidió el suyo, Aidan lo pago y nos sentamos en el borde de una de las muchas fuentes que habían ahí.

— ¿Te esta gustando todo? — Pregunta comiendo su helado y yo solo siento mientras que también como mi helado — Me alegro — Dice sonriente.

— Realmente me encanta el hecho de que te hayas dado el tiempo de consentirme de tal manera — Digo con cierta ilusión, tal vez el podría sentir algo por mi como yo por el.

El solo sonríe y deja un corto beso sobre mis labios para poder seguir comiendo de nuestros helados.

Al final las compras terminaron y nos dirigimos hacia la casa de Aidan para poder alistarnos y así poder ir a la cena un poco mas arreglados.

Cuando llegamos me quede totalmente asombrada ante la enorme casa que Aidan tenia, era realmente hermosa, grande y se veía muy elegante.

Bajamos del auto y con bolsas en ambas manos nos dirigimos hacia la entrada de la casa. Entramos e inmediatamente nos dirigimos hacia la habitación que parecía ser de Aidan.

Los colores eran oscuros; Negros, gris claro y oscuro, blanco. Dejamos las bolsas en un rincón de la habitación y me deje caer en la enorme cama que Aidan tenia.

Jadee al sentir la suavidad de las telas chocar contra mi piel, era realmente perfecta esta cama. Mire a Aidan y el solo me miraba con una leve sonrisa.

El se acerco a mi y yo con muchos nervios me incorporé para poder sentarme sobre la cama. El se sentó a mi lado aun sonriendo.

— ¿Te gusta? — Pregunta y creo que se refiere a la cama así que asiento.

— Es cómoda — Digo con nervios, el cada vez se acerca mas a mi y eso me hace tragar algo de saliva.

Pone una de sus grandes manos sobre mi muslo izquierdo y comienza a adentrarla por mis piernas mientras que yo solo suspiro pesadamente.

— No creo que... — No puedo terminar de hablar, el solo sigue acercando su mano hacia mi entrada mientras que deja unos cuantos besos húmedos por mi cuello.

¡Dios mío!

𝐌𝐲 𝐬𝐮𝐠𝐚𝐫 𝐃𝐚𝐝𝐝𝐲 © [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora