Twenty-Nine

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Me encontraba parado, mirando hacia el frente mientras que mantenía mis manos unidas por detrás, los nervios me mataban y yo no dejaba de pensar en ella. La típica musica de bodas comenzó a sonar, dándome a entender que Sabrina había llegado así que me giro y formo una sonrisa al verla con el hermoso vestido blanco que llevaba puesto.

Caminaba lentamente hacia mi mientras que el brazo de su padre y el de ella estaban entrelazados, los nervios seguían matándome, sabia lo que iba a hacer y me encontraba orgulloso por eso pero no paraba de pensar en la empresa, eso me mataba, había dos cosas que necesitaba pero solo podía elegir a una.

Sabrina llego a mi lado, tome su mano y la acerque amablemente a su lugar para luego mirar al padre de Sabrina, el me miro seriamente y me extendió su mano a lo cual yo acepte.

— Si le haces algo a mi hija de mato — Susurro amenazante.

— Claro — Digo algo sarcástico pero no tanto.

Tomo mi lugar otra vez, cuando todos toman su lugar el Padre de la ceremonia comienza a hablar para dar inicio a la ceremonia. Fingía prestar atención a lo que decían pero sinceramente no lo hacia, seguía pensando en T/n, me preguntaba que hacia en estos momentos, si pensaba en mi, si me seguía amando, si podría perdonarme.

— Si alguien se opone a esta hermosa unión que hable ahora o calle para siempre.

Sonreí levemente, pensando en que T/n se encontraría ahi, diciendo "Yo me opongo", como en esas películas románticas, creyendo que esto puede ser una, creyendo que pueda tener un final feliz con la chica que amo pero no, la ceremonia continuo cuando el padre se dio cuneta de que nadie dijo nada.

— Sabrina Stone, ¿Aceptas a Aidan Gallagher como tu legítimo esposo? — Pregunta el padre mirando a Sabrina.

— Acepto — Responde ella decidida y con emoción.

Asiente — Bien. Aidan Gallagher, ¿Aceptas a Sabrina Stone como tu legítima esposa? — Pregunta mirándome y los nervios comienzan a matarme.

Recuerdos míos y de T/n comienzan a venirme a la cabeza.

"Te amo Aidan"

"Yo mas pequeña"

Menee mi cabeza ligeramente para dejar de pensar eso en estos momentos, mire de reojo a mi padre y el asintió con discreción lo que yo mire al padre de ceremonias y sonreí.

— Soy un idiota — Digo estúpidamente mientras que intento no reír de tristeza por esto.

— ¿Que? — Hablan confundidos el padre y Sabrina.

— Soy un idiota — Repito una vez mas riendo levemente mientras que adentro mis dedos en mi cabello — Lo siento Sabrina pero yo no puedo casarme contigo — Digo y todos sueltan un sonido de asombro — No te amo y si me permiten tengo que irme porque necesito buscar a la persona que realmente amo — Finalizo para luego salir corriendo hacia la entrada de la iglesia.

— ¡Aidan espera! — Escucho que grita Sabrina pero no me detengo.

— ¡Aidan vuelve aquí o lo lamentaras! — Escucho ahora al padre de Sabrina pero no obedezco, sigo corriendo.

Veo a mi padre sonreír, algo que me alegra muchísimo, corro lo mas rápido posible hasta que salgo de la iglesia, tome las llaves del auto con el cual llevaría a Sabrina hacia nuestra Luna De Miel. Me adentre en el auto y lo arranque para poder manejar hacia la casa de T/n.

Había sido un idiota, yo realmente amaba a T/n y no a Sabrina, sabia que Sabrina no volvería a perdonarme pero me importaría un carajo. Amaba a T/n y eso nadie lo iba a cambiar. Como había sido tan idiota para dejarla, ella me necesita tanto como yo a ella, mi orgullo por la empresa arruino algo que me hacia feliz y eso me iba a cobrar muy caro.

𝐌𝐲 𝐬𝐮𝐠𝐚𝐫 𝐃𝐚𝐝𝐝𝐲 © [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora