Fourteen

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T/n Jones

Estaba dejando de las gotas de agua cayeran por mi cuerpo mientras que pensaba en lo que había pasado hace unos momentos.

Afortunadamente no paso nada, unos cuantos besos pero el no siguió con su toque en mis piernas, se detuvo mientras que disfrutaba compartir saliva conmigo pero nada mas.

El se fue a otro baño de la casa para poder dejarme el de su habitación. Su baño es bastante grande y muy elegante. Era de color blanco con unos cuantos detalles dorados, increíble.

Cerré la regadera y tome una de las toalla que se encontraban colgadas para poder secar mi cuerpo y enrollarlo en la toalla.

Sali del baño y me dirigí hacia la cama, Aidan había mencionado que iríamos a un restaurante y supongo que esos lugares son bastante elegantes así que necesito vestirme como tal.

En el centro comercial compramos de todo así que no me faltaría nada, si, también compramos ropa interior y verdaderamente fue algo incomodo. Aidan hacia chistes que me ponían nerviosa pero a el le encantaba burlarse de mi.

Tome la bolsa donde se encontraba aquella ropa y la abrí para sacar una bonita lencería pero me sorprendí mucho al encontrar un traje bastante ¡Ufff!.

¿Aidan había comprado esto?

Lo guarde inmediatamente y saque lo que necesitaría. No llevábamos demasiado tiempo conociéndonos pero es mi Sugar Daddy, supongo que ellos solo buscan sexo y nosotros solo buscamos dinero así que tal vez creo que el cree que ya deberíamos de tener un encuentro sexual.

Esto me pone los nervios de punta pero no voy a negar que hay veces que mis hormonas se alborotan cuando estoy con el así que tal vez ya es hora pero mejor no pienso en eso.

Termine de ponerme la lencería, me mire en el gran espejo que había en la habitación y me quede perpleja al ver lo bonita que me veía. No tenia una autoestima hasta el cielo pero en esta lencería me veía bonita y no podía negarlo.

Sonreí y luego me dirigí hacia las otras montones de bolsas para poder encontrar un vestido adecuado para la cena de esta noche.

Tome un vestido color negro que realmente me encantaba, era de seda, su tela era muy finita pero era suave, de pequeños tirantes y era algo corto, un poco arriba de mis muslos me llegaba pero no se me veía nada.

(No se si se llama seda así que no critiquen tenkiu)

Me mire al espejo, realmente me encantaba el hecho de mirarme bien arreglada. En todos estos años nunca me había visto tan linda, siempre utilizaba el dinero para gastos de casa y cosas que necesitábamos Mati y yo pero nunca me había comprado cosas para verme linda.

Sonreí y di una pequeña vuelta mientras que seguía mirándome en el espejo. Sentí que me faltaba algo mas así que rápidamente en las bolsas comencé a buscar unos productos de maquillaje.

No pensaba maquillarme tan profesional porque yo no sabia hacer eso pero si me podría algo de brillo labial y rímel pero no había maquillaje en las bolsas.

¿Qué no teníamos de todo?

Mordí mi labio inferior levemente al darme cuenta de que no tenia eso, me asuste un poco porque quería vestirme realmente linda para Aidan pero no encontraba esas cosas.

Mire la habitación y pensé que tal vez el tendría, no se porque pero yo creía que el tenia así que comencé a rebuscar por sus cajones. Abrí uno e inmediatamente mis ojos se abrieron por completo.

En aquel cajón habían condones, esposas.

¿¡Que demonios!?

Rápidamente cerré el cajón y solté un largo suspiro, abrí otro cajón y también lo cerré de inmediato al darme cuenta de que ahi se encontraban los bóxer de Aidan.

Cerré mis ojos con fuerza, dios, hormonas por favor tranquilícense un poco. Suspire una vez mas y me aleje de ese mueble, no quería encontrar algo que me prendería por completo.

Abrí otro cajón y gracias a Dios si había maquillaje en el. Había demasiado maquillaje, algo no me cuadro porque Aidan es un chico de un semblante demasiado serio como para que en uno de sus cajones haya demasiado maquillaje.

Despeje ese pensamiento de mi cabeza para luego hacer un sencillo maquillaje. Me mire al espejo y sonreí porque realmente me encantaba el como me veía.

Se escucharon dos leves golpes en la puerta y yo di un pequeño brinco por el susto mientras que guardaba todo lo que había utilizado.

— ¿Qui-Quien? — Pregunto nerviosa.

— ¿Estas lista, linda? — Pregunta en un murmuro y eso me hace sonrojar.

— Ehh... — Cierro el cajón rápidamente y me dirigí hacia la cama para quitar las bolsas de ahi — Si, digo no — Los nervios me hacen hablar rápidamente.

— ¿Puedo entrar? — Pregunta y yo tomo las bolsas para poder dejarlas en su lugar.

— ¡No! — Digo rápidamente — Ehh ¿Podrías esperarme abajo? No tardo, solo necesito...necesito hacer algo — Digo nerviosa y escucho como el solo suelta un suspiro.

— Claro, solo no tardes —  Escucho sus pasos alejarse así que me dejo caer en la cama con algo de cansancio.

Suelto un suspiro y de inmediato me siento en la cama. Me iba a levantar para poder salir de la habitación pero me di cuenta de que no tenia zapatos así que con la mirada comencé a buscar mis zapatos por toda la habitación.

Estaban debajo de la cama, los tome, me senté en la cama otra vez y comencé a ponerme los tenis, si, tenis, no pensaba ponerme tacones que ni siquiera se utilizar. Me levante de la cama cuando termine de ponerme los tenis y arregle un poco el vestido y mi cabello.

Sonreí y me dirigí hacia la puerta de la habitación de Aidan pero me detuve justo cuando abrí la puerta. Inmediatamente corrí hacia la cama y tome mi celular para poder llamarle a la Señora Claudia.

[Llamada]

Hola Sr. Claudia — Saludo sonriente aunque ella no me vea.

Oh hola, hija — Saluda — ¿Qué es lo que se te ofrece? — Pregunta y escucho la risueña risa de Mati al fondo.

Ehh me pregunta ¿Cómo esta Mati? — Pregunto.

Oh, el esta muy bien, tiene bastante energía, todo el día se la a pasado jugando y contándome asombrosas historias — Dice y yo sonrió.

¿Podría pasarme a Mati? — Le pregunto y ella solo confirma — Hola Mati — Lo saludo.

— Hola T/n. Llegaras pronto a casa ¿Cierto? — Pregunta y yo muerdo mi labio inferior con nervios, no sabría cuanto tardaría — Es que la Sr. Claudia y yo estamos preparando unos brownies para la cena de hoy y quiero que tu estés conmigo — Habla tiernamente y eso encoje mi corazón.

Claro, ahi estaré lo antes posible ¿Bien? — El solo me confirma — No olvides que te quiero mucho Mati, ahora pásame a la Sr. Claudia por favor — Le pido y el solo suelta un Mmhm.

¿Qué pasa, cariño? — Pregunta.

Nada, solo que enserio gracias por estar cuidando a Mati este día — Escucho un sonido proveniente de ella, como si le restara importancia.

No es nada, además, Mateo es un niño encantador y no me molesta para nada en cuidarlo — Yo solo sonrió.

Bueno, tengo que irme porque me esperan pero dígale a Mati que lo quiero demasiado y enserio gracias, gracias por hacerme este favor — Sonrió.

No hay problema, nos vemos luego — Se despide y yo cuelgo la llamada.

[Fin De La Llamada]

Suelto un suspiro al enterarme que Mati se encuentra bien y feliz. Sonrió y ahora si, por fin salgo de la gran habitación para poder caminar hacia las escaleras ya que la habitación de Aidan estaba en el segundo piso.

Dios que nervios.

𝐌𝐲 𝐬𝐮𝐠𝐚𝐫 𝐃𝐚𝐝𝐝𝐲 © [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora