A la mierda el amor, a la mierda Florida, a la mierda Cho Kyuhyun y su novia que es mejor que yo.
A Victoria no le agrada Sarah. Me dice esto mientras nos encontramos en la cubierta superior del barco, tomando jugo de manzana en vasos de papel y
viendo la puesta de sol en tonos rosas y morados.—¿Cómo se atreve?— dice. —¿Por qué está Kyuhyun con alguien así? Victoria suena realmente molesta.
Está escupiendo algunas frases destinadas a Kyuhyun y Sarah, y casi me hace sonreír.
—Nunca la has conocido— señaló. —Sarah no es tan mala.
—Oh claro— dice. —¿Pero cuántas personas hemos conocido como ella? Están por todas partes. Están haciendo programa en la TV sobre ellas.
—Cierto— digo. —Pero ella era mi mejor amiga. Nunca la vi de ese modo.
—No ves mucha mierda, Amelia. Tienes un alma ciega— vierte mi jugo de manzana en el sonido.
—¡Oye! ¿Qué se supone que significa eso?— trato de mantener la ofensa fuera de mi voz, pero Victoria me conoce demasiado bien.
Acaricia mi cuello como si pudiera alejar el insulto acariciándome.
—Tenía... Tenía un alma ciega. Está despertando, al arte, a la gente... A las personas.
—¿Sí? Es algo doloroso— digo. —Como caer en agua helada.
—Esa es la naturaleza de la verdad, sin embargo. ¿Qué es lo divertido de ser dejado caer en agua helada? Es por eso que la mitad del mundo camina usando gafas color rosa, viendo comedias y leyendo libros de romance.
La miro con el rabillo de mi ojo. Me gustan las comedias y el romance.
—Si eres tan realista, ¿por qué te vistes de la forma que lo haces? pregunto. — Te vistes como un hada, usando los mismos colores cada día.
—Me visto de la forma en la que quiero que se vea el mundo. Estoy viviendo fuera de mi fantasía visual. Pero no voy a refugiarme en mí misma mentalmente.
Siempre me pongo de mal humor después de que ella tenga sentido. No es justo que sea tan bonita y tan sabia. Y si yo me vistiera como quisiera que el mundo se mirara, sería como un perro inmundo beige.
Estoy usando una sudadera color canela porque apesto, y porque mi alma es discapacitada visual.
—Ellos no lo hacen a propósito, lo sabes.
—¿Quiénes?— pregunto.
El viento azota su cabello. Las hebras color gris siguen atorándose en su labio purpura. Se estira para alejarlos con sus uñas color lavanda. Doy marcha a tras lentamente mientras ella habla, tratando de no llamar la atención.
—Las personas que se ciegan a sí mismos a la verdad. Sólo están tratando de sobrevivir.
Estoy distraída por un minuto, mi dedo suspendido sobre el botón de la cámara en mi teléfono.
—¿Quién quiere sobrevivir sin la verdad?
Victoria se encoge de hombros. Y su camisa se desliza fuera de su delgado hombro.
Perfecto.
—Tal vez las personas que han tenido demasiado de ella. O personas que han tenido muy poco. O personas que son demasiado profundas para apreciar sus bordes duros.
Tomo la imagen. Luego bajo mi teléfono para mirarla. Victoria es la verdad. Ahora mismo, ella es la verdad para mí. La única persona que se preocupa lo suficiente para hacerme saber que aún tengo la venda sobre mis ojos. Si yo fuera uno de los tres, sería la menos profunda. Mi vida no ha sido extraña de ningún tipo. Mi infancia típicamente disfuncional, pero típicamente funcional. He estado tan sobre expuesta que me convertí en un perro beige.

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A la Mierda con el Amor
RomanceCuando Amelia despierta de lo que fue el sueño más extraño de su vida, se da cuenta que sus sentimientos también despertaron. Tratando de no parecer desquiciada, intenta por todos los medio que aquel sueño se vuelva realidad. Pero en el intento debe...