#dibujosenlaservilleta

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Me despierto en mi auto. La luz brilla fuertemente a través del parabrisas, y entrecierro mis ojos. Hay huellas grasientas en la ventana del lado del conductor. De manos que se presionaron y se deslizaron. Han estado allí por un rato, algo sobre estar borracha y comiendo pollo frito, y luego no siendo capaz de encontrar mis llaves. Siempre digo que tengo que limpiarlo, pero estoy... tan ocupada. Busco a Kyuhyun. ¿Dónde está?

No, no se supone que deba estar buscándolo.

Es David con quien estoy enamorada. Amo a David. ¿Mi mente todavía está atrapada en mi... sueño?

Levanto mi asiento y froto mi pecho sobre mi corazón. Está doliendo. De verdad. Esto podía ser un ataque al corazón; me siento como si tuviera el colesterol alto. No, no, es algo más.

Me siento tan triste.

¿Cómo podría un sueño tener tantos detalles? Nunca he experimentado nada como eso. La pantalla de mi teléfono se ilumina. Es David. Están en el restaurante buscándome. David, Sarah y Kyuhyun.

Kyuhyun..

Ahora recuerdo. Llegué una hora antes y quise cerrar los ojos por algunos minutos antes de que todo el mundo llegara al restaurante. Todas las pasadas noches
estudiando me están pasando factura y me quede dormida en el auto. Salgo lentamente del auto y miro alrededor.

No he estado durmiendo bien con los finales en una semana. Y luego la graduación. Y entonces voy a volverme una adulta No como la adulta que era en el sueño, con niños, una casa, y Kyuhyun. Todavía puedo sentir sus labios en mi cuello. Alzo mi
mano hasta alcanzar mi punto sensible, justo debajo de mi oreja. Me rio mientras camino a la puerta del restaurante. Qué estúpido.

Nunca he pensado en un chico de esa manera. El sueño se disipará pronto, pero a medida que camino por las puertas, y hacia mi novio, todavía está allí, pegajoso y denso

No me siento como la Amelia de ahora, sino como la Amelia de mi sueño. Busco a Kyuhyun Está sentando junto a Sarah, escuchando con atención algo que ella le está susurrando en su oído.

Espero que levante la vista y me vea. No sé lo que espero ver en sus ojos, quizá familiaridad. Es tan estúpido. No ocurre nada de eso. Cuando Kyuhyun me ve caminar hasta la mesa, me sonríe cortésmente, una mirada fugaz, sin compromiso. Como debería ser dado que apenas nos conocemos. El saludo de Sarah es mucho más entusiasta.

Sonrío gentilmente cuando mi amiga salta para abrazarme, comentando sobre mi camisa. Kyuhyun está mirando el menú. Deseo arrebatárselo. ¿No me ves? ¡Tuvimos un bebé
juntos!

Me sonrojo de mis propios pensamientos mientras David saca mi silla, besándome en la mejilla. Cierro mis ojos e intento ser arrastrada por ella. Pero huele diferente, y sus dedos son demasiado molestos cuando acaricia mi cuello. Oh, Dios mío. Es como si estuviera drogada.

—¿Qué ocurre?— pregunta David.

Tomo un trago de mi agua, derramándola sobre mí.

—Nada— digo —Solo estoy realmente hambrienta.

Mi novio le hace señas al camarero, ya medida que lo hace, me pregunto si realmente quería engañarme. David, a quien le gusta que las cosas sean simples y fáciles. Engañar requiere mucho trabajo. Una complicada variedad de emociones a las que no está conectado. Cuando viene el camarero, pido vino. David levanta sus cejas. No la culpo, supongo. He sido una bebedora de cerveza hasta este momento.

—Pensé que no te gustaba el vino– comenta David.

—No lo hacía— digo, dándole a Kyuhyun una mirada.—Supongo que ahora sí. Está, como, muy caliente aquí.

A la Mierda con el AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora