Ayudo al Kyurah a mudarse a su nueva casa. Una casa dorada con jardineras blancas. Es la primera vez que las estoy viendo en más de un mes. Kyuhyun no ha sido capaz de
trabajar en su historia por la mudanza, así que tampoco me comunico con él. Cuando me detengo, no es Sarah sino Kyuhyun quien viene afuera y arroja sus brazos alrededor de mí. Estoy rígida al principio, pero después levanto mis brazos y le devuelvo el abrazo.La peor parte de un abrazo es el olor. Si abrazas lo suficiente a una persona, su olor se vuelve familiar y lo asocias con comodidad, intimidad y cercanía. Kyuhyun siempre huele a gasolina y agujas de pino.
"Gasolina y agujas de pino", pienso mientras la libero
Cuán ridículamente apropiado. Una experiencia olfativa convertida en una porquería. Ahora no seré capaz de oler gasolina sin ver su guapo rostro. Lo sigo a la casa; él parece entusiasmado. Sarah está desembalando platos en los armarios de cocina, un pañuelo atado alrededor de su cabello. Odio decirlo, pero esta resplandeciente.
—¡Amelia!—se lanza hacia mí y tropiezo hacia atrás contra Kyuhyun. Todos nos caemos y nos reímos en la nueva cocina de madera dura de la feliz pareja.
—Esto se siente tan bien— dice Sarah —Todos juntos de nuevo.
Ruedo lejos de ellos y en dirección a la nevera. Saco una lata de Coca de la repisa inferior, mientras todavía estoy acostada sobre mi espalda.
—Ya estoy cansada de esta mudanza. ¿Podemos sólo hacer esto todo el día?
Kyuhyun me levanta y me dan el trabajo de desempacar y organizar su armario. Esto no es nada nuevo. Sarah me ha estado haciendo organizar su armario desde el primer año de secundaria.
Como pago por el servicio, puedo elegir una cosa que quiero de su extenso guardarropa,
encuentro un par de pantalones de diseñador que me gustan y los coloco a un lado.Ahora son míos.
—No toques esos jeans— grita Sarah desde la cocina.
Los coloco de regreso y tomo su chaqueta favorita para fastidiarla. La ropa de Kyuhyun me pone de malhumor Hay mucha tela a cuadros. Nadie debería usar esta cantidad de cuadros. Olfateo una camisa y después la olisqueo de nuevo.
La tercera vez que la olfateo es sólo para equilibrar las cosas; me gustan los grupos de tres.
—¿Acabas de oler mi camisa?
Me giro. Kyuhyun está recargado en la puerta del armario, con losbrazos cruzados y por supuesto bloqueando mi escape.
—Huele mohosa. ¿No lo crees?— la sostengo hacia él, pero no se estira por ella.
Tiene una mirada muy intensa. Lo que inquieta más que la mirada aún es la sonrisa.
"Él no sabe nada", me digo.
—Olía mohosa...— digo de nuevo. Kyuhyun mira a mi boca y yo me retuerzo
—Sarah quiere salir a cenar.
Miro hacia abajo a mi andrajosa ropa del día de mudanza.
—¿No podemos sólo encargarla?– pregunto.
—Está harta de estar aquí. Quiere salir por un rato.
—Ni siquiera ha desempacado y ya está harta de estar en su casa– me rio.
—Ya tienes el cabello despeinado– dice Kyuhyun —Ése es todo el arreglo que necesitas.
Sarah debe de haberle enseñado esa palabra. Me gustaba más colmena de cabello.
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A la Mierda con el Amor
Storie d'amoreCuando Amelia despierta de lo que fue el sueño más extraño de su vida, se da cuenta que sus sentimientos también despertaron. Tratando de no parecer desquiciada, intenta por todos los medio que aquel sueño se vuelva realidad. Pero en el intento debe...