Capítulo 24

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—Mi pequeña Val —papá me acarició el cabello y yo me acurruqué más en sus brazos.

—Ya no soy pequeña, papi, ¡tengo siete años! —exclamé haciendo un puchero con mis labios.

—Con que ya no eres pequeña, ¿eh? —asentí moviendo mi cabeza varias veces.

—Entonces me temo que tendré que devolver a la tienda esa muñeca que mi pequeña tanto deseaba.

Mis ojos se abrieron en grande y de un salto me bajé de su regazo, solté un chillido que hizo que mi padre se tapara los oídos y mi hermano Mason me gritó "Loca" desde la sala donde jugaba video juegos.

— ¡La quiero papi! ¡La quiero! Todavía soy una niña —exclamé mientras no dejaba de dar saltitos una y otra vez.

—Deja de saltar y te la daré —lo hice y me quedé sin moverme hasta que mi padre regresó a la cocina con sus brazos en la espalda y una sonrisa en su rostro.

Solté un chillido incluso más agudo que el primero haciendo que mamá riera y que Mason gritara que me callara.

—Feliz cumpleaños mi pequeña Valie —salté nuevamente mientras cogía en mis manos el regalo envuelto en papel color morado.

— ¡Gracias papi! Te amo mucho mucho.


—Val —una presión en mi brazo hizo que me removiera en el asiento —. Val, ya llegamos.

Abrí mis ojos despacio y me giré hacia Nick. Había estacionado el auto afuera de mi casa, pude ver como Mason entraba a la casa junto a Rebecca detrás de él.

Había sido sólo un sueño.

—Pensé que iríamos directo al hospital —murmuré.

—Tu hermano dijo que sería mejor pasar la noche e ir mañana temprano, es pasada la medianoche Val, deberías descansar.

— ¿Dónde se quedarán? —No me había percatado del hospedaje de Nick y Jasmine.

—Hay un hotel cerca de aquí, puedo llegar ahí y pasar la noche con Jasmine.

Negué varias veces, no iba a dejar ellos pasaran la noche en un hotel.

Mason me matará, pero no puedo dejarlos.

—De ninguna manera, vamos adentro.

—Pero Val...

—No Nick, no te quedarás en un hotel luego de que me trajera hasta Boston —desabroché el cinturón de seguridad y giré mi cuerpo hacia él, pasé una de mis manos sobre su rostro, tenía los ojos hinchados y un aspecto cansado —. Vamos, necesitas descansar tu también.

Abrí la puerta y salí del auto, caminé hacia los asientos de atrás para tomar a Emilie y cargarla en mis brazos, ella al igual que Jazzy se habían quedado dormidas a la mitad del camino.

Nick sacó nuestras mochilas del baúl, tomé la mía y caminamos hacia el interior de la casa. Abrí la puerta y vi a Rebecca sentada en uno de los sofás de la sala de estar.

—Tu hermano fue a tomar una ducha —comentó mientras se levantaba y me ayudaba con mi mochila.

—Subiré a acostar a Emilie.

Perdidos En Las SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora