Capítulo 29

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Llegamos a Nueva York la noche del día siguiente. Tuve que convencer a Rebecca para que se fuera con nosotros, a regañadientes aceptó.

—Nos vemos Valerie —Jasmine me abrazó por la cintura y yo tuve que inclinarme para poder devolverle el abrazo. Esta niña se había ganado mi cariño en un estos días que estuvimos en Boston —. Si te sientes triste otra vez, puedo venir y darte un abrazo.

—Gracias, Jasmine, lo tomaré en cuenta.

La niña sonrió y luego deshizo el abrazo para volver al lado de su hermano.

— ¿Estarás bien? —Los ojos de Nick me miraban en la espera de una respuesta afirmativa.

—Lo estaré, le diré a Rebecca que se quede a dormir, es tarde para que ella vuelva a su apartamento.

—Sabes dónde encontrarme si necesitas algo.

—Lo sé —sonreí agradecida.

Me sentía rara al hacer esto, pero quería hacerlo.

Me acerqué a Nick lo más que pude, me elevé sobre mis puntas y lo besé. Le tomó un par de segundos responder al beso, nos separamos al cabo de unos segundos, sonreí aún si despegarme de él.

A pesar de que aún me sentía un poco cansada, me sentía bien al lado de Nick.

—Que descanses —habló bajo, justo para que yo lo escuchara.

—Tú también.

— ¿Quieres que pase por ti mañana para ir a la universidad?

—Sólo si no es una molestia —respondí, sabía que él no se iba a negar.

—Si se trata de ti, nunca será una molestia —mi corazón se encogió dentro de mi pecho.

Sentía una calidez al saber que podía contar con él.

—Buenas noches, Nick.

—Buenas noches, Val —besó mis labios una vez más y me alejé de él para entrar a mi departamento.

Me era imposible asimilar que él y yo ahora teníamos una relación cuando meses atrás Nick actuaba como si mi sola presencia lo irritaba.

Ahora me doy cuenta que no era así.

Me adentré a mi departamento; Rebecca estaba hablando por teléfono, así que caminé hasta la cocina por un vaso con agua.

Segundos después Rebecca entró a la cocina.

— ¿Te vas a quedar?

—No es tan tarde aún, puedo tomar un taxi —negué con la cabeza varias veces.

—Quédate, son pasadas las siete. Sabes que esta también es tu casa —los ojos de mi amiga brillaban, pero no era cualquier brillo —. Era Derek, ¿verdad?

—Todo está bien, Val.

—No, Rebecca. Últimamente solo pasan peleándose y tú no haces más que llorar. Eso no es estar bien.

—No es nada de lo que debas preocuparte. Iré a tomar una ducha.

—Pediré comida china, ¿te pido también? —Asintió con la cabeza. Rebecca se sujetó de una de las sillas de la mesa del comedor y cerró los ojos con fuerza —. ¿Estás bien?

Algo no andaba bien.

—Sólo estoy cansada. Pídeme un plato de fideos — dio media vuelta y salió de la cocina.

Algo no iba bien.

~*~

— ¡Oh por Dios! Estoy tan feliz que al fin estés aquí. Le dije que Nick que iría a verte a Boston pero el estúpido no me dejó ir. No sabes lo preocupada que estuve cuando Nick me contó —Taylor me había envuelto en sus brazos cuando nos encontramos en el estacionamiento de la universidad.

Perdidos En Las SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora