Capítulo 26

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NICK

Entendía por lo que la familia de Valerie estaba pasando; sé lo que perder a uno de tus padres significa, también sé el dolor que eso te hacía sentir.

Pero, ese momento en el que Valerie se desmoronó en mis brazos, sentí cómo me iba con ella.

Valerie estaba inconsciente en mis brazos, sus hermanos pedían ayuda mientras su madre se arrodillaba frente a mí y acariciaba el rostro de su hija.

Cuando el doctor llegó, coloqué a Valerie en uno de los sofás de la sala de espera, ella seguía sin responder.

—Tendremos que internarla —dijo el doctor después de intentar despertarla.

Varias enfermeras y otros doctores se acercaron a nosotros, trajeron una camilla en donde colocaron a Valerie que seguía inconsciente.

Todo se había vuelto un caos.

Un maldito caos.

— ¿A dónde llevan a Valerie? —Jazzy se aferró a mi cuerpo mientras pequeñas lágrimas brotaban de sus ojos.

Que esté bien, por favor.

Este era el segundo ataque que le daba estando con ella, y estaba seguro que no había sido una simple falta de oxígeno.

Rebecca caminó hasta mi dirección, me miró a los ojos y luego bajó la vista a mi hermana.

—Ella estará bien, sólo se sintió mal y tienen que revisarla —dijo, Jazzy asintió dudosa y regresó al sofá donde estaba sentada segundos antes.

—Rebecca, necesito que seas sincera—prácticamente supliqué, pero quería estar seguro si ella estaría bien.

—Te gusta, ¿cierto? —Fruncí mi ceño y la miré confundido.

¿Qué tenía que ver eso con la pregunta que le hice?

Pero...

Había hablado de esto con Taylor, incluso con Peny –mi psicóloga–, y con ambas había llegado a una conclusión.

Tenía aproximadamente cuatro meses de conocer a Valerie, entre nuestros pequeños encuentros en el edificio, en la librería, incluso en la universidad, y desde nuestra ida a Boston la primera vez y nuestro primer beso, supe que ella me atraía.

Pero no fue hasta que gracias a ella, la custodia de mi hermana y algunos de mis problemas han sido más fácil de llevar.

Y todo porque ella ha estado a mi lado.

Sí,  no lo iba a negar, Valerie me gustaba. Y no sólo era eso, me preocupaba por ella aunque dijera lo contrario.

Desde ese día en el bar y la noche en la que le intentaron robar, sabía que no podía dejarla sola.

Estando con ella, un instinto de protección nació en mí; no sólo con ella, con Jasmine también. Ahora me es imposible no preocuparme por ella.

Y hoy que la vi sobre esa camilla, inconsciente y sin poder respirar; sentí miedo de que algo le pasara, y esta vez no pude hacer nada para salvarla.

—Sí, me gusta. También me preocupo por ella —añadí.

—Valerie ha cambiado desde que te conoció, no me malinterpretes —añadió con rapidez al ver mi rostro fruncido —, lo digo en el buen sentido.

»Ella antes no era capaz de actuar sin la inseguridad de que algo malo pasaría; y ahora ella sería capaz de lanzarse al abismo y no sentiría culpa alguna.

—Yo sólo la he alentado a ser fuerte y enfrentar sus problemas, ella ha hecho todo el trabajo.

—También has sido su pilar. Te contó la historia, ¿verdad? —Asentí en respuesta —. Ella estará bien, ya salió de una, estoy segura que lo hará esta vez. Ella es fuerte.

Perdidos En Las SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora