Capítulo #1

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Reyna Mayor. Los empleados se ponen en alerta cuando el sonido distintivo de los zapatos de tacón de la mujer retumba por los pasillos. Incluso los trabajadores de rango superior se estremecen con precaución ante su presencia. La firma de moda, Paul's Style Empire, había alcanzado una gran reputación en la industria de la moda con su llegada; sin embargo, su rápido ascenso sembró la duda y la envidia en muchas personas sobre la capacidad de sus habilidades.

Reyna Mayor, con tan solo 25 años, había logrado ascender de puesto en dos años. Ahora, era una de las diseñadoras principales más importantes de la compañía o por lo menos del sur de Estados Unidos: existen otras sucursales de la firma esparcidas por el mundo.

Lo cierto es que ella sí había recurrido a trabajos sucios para ascender de puesto. Entró a una de las sucursales de la firma como practicante en el almacén de materiales. Cuando tuvo la oportunidad de subir de puesto, saboteo el trabajo de algunos de sus compañeros para eliminar a su competencia. Fue asistente en el departamento de costura de dos diseñadores y cuando pudo recopilar información de sus debilidades, interfirió nuevamente en el trabajo de sus nuevos jefes. Solo había pasado un año y medio desde su llegada y ya había sido ascendida a diseñadora. Obviamente la gente sospechaba, pero no se encontraron las pruebas de sus juegos. Ya no podría sabotear el trabajo de nadie más, ahora tendría que demostrar de lo que era capaz, pero eso no fue ningún problema porque ella realmente tenía talento para diseñar y había aprendido mucho de sus antiguos jefes. Varios de sus diseños se utilizaron para la línea de navidad de ese año y así ganó fama en la industria.

El Año Nuevo pasó muy rápido para Reyna puesto que por fin pudo relajarse. Cuando volvió al trabajo su cuerpo demandaba más descanso, pero no podía permanecer en su auto toda la mañana. Pasó por las puertas de la sucursal con confianza y sus zapatos de tacón se escuchaban con claridad, debido a esto, los empleados comenzaron a apartarse de su camino.

—Señorita, Mayor —la mujer de la recepción llamó la atención de Reyna—. Los diseñadores deben reunirse en el último piso, en la sala de juntas.

La joven diseñadora se detuvo antes de llegar al ascensor y volteó para ver a la recepcionista haciendo que su cabellera castaña se moviera con ella. Ese día vestía una blusa blanca sin mangas y una falda de tubo color crema al igual que los tacones. Esa era la vestimenta habitual para asistir al trabajo, la recepcionista rubia que había llamado su atención también vestía un conjunto parecido.

—¿Por qué? —preguntó Reyna con ímpetu. La chica de la recepción saltó en su lugar por el tono tan brusco de la castaña. Miró a su compañera de puesto, pero ella se dio la vuelta para no enfrentar a la diseñadora.

"Cobarde", pensó la rubia.

—N-No sé, es la orden que me dieron —dice nerviosa por la presencia de su superior—. También están asistiendo diseñadores de otras sucursales, pero no sabemos los detalles —la otra chica que trabaja en la recepción miró a su compañera y negó con la cabeza en señal de que efectivamente no sabía nada más sobre el tema tampoco.

Reyna no dijo nada y se dirigió nuevamente al ascensor. Acomodo su cabello castaño en una coleta de caballo alta mientras esperaba llegar a su piso; primero dejaría sus cosas en la oficina y luego subiría a reunirse con los demás.

Cuando llegó a la sala de juntas pudo comprobar con sus ojos que efectivamente había caras desconocidas entre sus colegas de trabajo. Ella se sentó al lado de la jefa del departamento de humanidades con la que se llevaba muy bien desde que diseñó su vestido de novia. Ava era una mujer de 36 años, bajita y de cabellera rojiza gracias a los tintes para el pelo.

Cuando la pelirroja notó su presencia le presentó a Reyna algunos colegas con los que había estado hablando antes de que llegara. Aparentemente nadie sabía porque los reunieron, pero el lugar continuaba llenándose. Era una habitación muy amplia y la mesa redonda hacía ver el lugar menos desordenado así que no importaba mucho.

La habitación se volvió más caótica de un momento a otro.

—¡Qué guapo! —le dice Ava en un susurro a la castaña mientras señala la puerta. Reyna dirigió la vista hacia el lugar que señalaba Ava y cuando reconoció al recién llegado todo su cuerpo se estremeció—. Ese hombre me resulta familiar, pero no recuerdo donde lo he visto...

La joven diseñadora no fue capaz de escuchar nada más salir de la boca de la pelirroja porque cuando sus ojos se cruzaron con los de aquel hombre se desconectó de la realidad. Difícilmente podría olvidar a alguien como él, especialmente cuando solo ha pasado una semana desde año nuevo.

Una semana desde su encuentro erótico, pecaminoso y sexual.

El rubio también se sorprendió cuando reconoció a Reyna, pero luego una sonrisa socarrona iluminó su rostro. Sus ojos con heterocromía la miraban con ferocidad y cuando se mordió el labio la castaña tuvo que apretar los labios para evitar soltar un jadeo.

Los recuerdos de su primer encuentro cruzaron por la mente de la castaña.

En Año Viejo ella y su mejor amiga, Carolina Smith, habían ido a beber con unos amigos para celebrar el Año Nuevo. Ahí fue cuando lo conoció. Él era uno de los tantos conocidos de su amiga.

Malek Águila.

¡Primer capítulo! Las dos —@Cassieti y @KateReal1— estamos muy emocionadas de por fin publicar una nueva historia después de tanto tiempo.

Volvemos a Wattpad con todo.

¡No caer en la tentación!.. de nuevo//HotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora