Capítulo #9

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Reyna

Estoy cansada. Desde que recibimos el desempeño laboral de cada diseñador he estado trabajando de más para aumentar mi puntaje. Sí, estaba en el top 10 de los mejores diseñadores, pero yo quiero ser la mejor, no ser solo del montón.

Y no es la única razón de mi estado de cansancio.

Después de lo sucedido en el ascensor con Malek, ¡el hombre es más insistente que antes! No voy a mentir, me eh dejado llevar y me he dejado besar y tocar por él en TODAS las ocasiones, pero no hemos vuelto a tener sexo desde nuestra primera vez en su departamento. Cada vez que intentaba llegar más lejos que toques superficiales el puntaje de mi desempeño laboral me cae como un balde de agua fría y se me pasa por completo la calentura que el rubio produce en mí.

No. No acaba ahí. Todavía hay más.

Era el mes del amor y la amistad; y, para aumentar mi desempeño laboral, me propuse como voluntaria para ayudar en la colección de San Valentín. La ropa se vendía muy bien, por lo que la producción también tuvo que aumentar el ritmo. En este tipo de situaciones hay que supervisar todo el proceso porque por las prisas pueden surgir errores.

Y así estuve la primera semana de febrero:

...Diseñando nuevos conjuntos para la producción en masa...

—¡Rápido! Esa ropa no se diseñará sola, para algo les pago— el jefe, Héctor Paulo, estaba en la empresa para verificar por sí mismo el avance de sus empleados, pero digamos que sus técnicas para "alentar a las personas" son una completa mierda.

Una de las asistentes recién llegadas incluso se fue a llorar al baño por la presión.

—¿Qué tanto hacías en el baño? —le reprocha el jefe a la chica que había ido al baño; a la pobre se le notaban los ojos irritados por haber llorado—. Esta firma no es un patio de juegos. ¡Estás despedida!

A la chica se le escapa un sollozo y lo último que veo de ella es su joven figura corriendo hacia el ascensor.

Supervisando la organización de los eventos públicos.

—¿Dónde está la modelo principal? —le pregunto al agente que la compañía de modelos envió para la sección de fotos de la colección de San Valentín.

—No lo sé, todavía no logro contactarla —se disculpa el hombre que aparenta los 22 años, parecía un recién graduado de la universidad.

¡No puedo creer que enviaran a un principiante para encargarse de la organización de las modelos!

—Los camarógrafos están del otro lado del escenario, no hay tiempo para excusas —observó a las modelos que están presentes y yo misma vuelvo a organizar las posiciones y los vestuarios. Por suerte todas tienen la misma estatura y peso.

En medio de la presentación, aparece la dichosa modelo que iba a modelar la prenda principal.

—¡No pueden reemplazarme! —grita la rubia de pega en cuanto su agente le explica la situación por haber llegado tarde— Yo soy la mejor modelo de toda la compañía, ¡dile a esa gente que me entreguen el protagonismo del evento YA!

Su irritante voz me molesta por lo que llamo a seguridad para que la saquen del establecimiento.

—En esta industria hay un talento que no puede faltar cariño: puntualidad —le digo con sorna a la chica antes de que se la llevarán.

...Evitando a Ken. Digo, el señor Águila...

Malek me sube a su escritorio y une sus labios con los míos en un beso profundo que me hace ver estrellitas. No puedo evitar llevar mis manos a su suave cabello y también a su firme abdomen para pegarlo más a mi.

Solo vine a entregarle las cuentas para la ropa de Pascua, ¿cómo es que siempre terminamos en esta situación?

Además, ¡porque este chico siempre me está mordiendo!

¿Se cree vampiro?

—No. Vasta —intento bajarme, pero él me mantiene acorralada. No opongo mucha resistencia de todas formas.

Me sigue besando mientras sus manos se deslizan debajo de mi blusa, el contacto directo con su piel me vuelve loca. Una de sus manos intenta quitar mi falda y es ahí cuando mi mente hace un clic.

Recuerdo mi desempeño laboral.

Recuerdo que somos rivales.

La calentura se me pasa y empujo a Malek. Este resopla en cuanto ve que me acomodó la ropa.

Me voy de su oficina temporal igual o más frustrada sexualmente que él.

...Trabajo independiente...

La alarma de mi celular me alerta y abro los ojos para volver a cerrarlos con molestia. Cuando logró enfocar mi vista, me percató que estaba en mi escritorio.

—Me quedé despierta hasta tarde trabajando de nuevo —digo a la nada.

Agarro mi celular y programó otra alarma para dormir cinco minutos más antes de prepararme para ir a trabajar.

...Otros...

—¡Eso zorra, bébelo todo! —Carolina me entrega otro chupito.

¿Qué? Salir con mi perra favorita también es agotador.

Como decía, estoy cansada.

Estaba tan desconcentrada que me estaba quedando sin inspiración para mis diseños. Solo hay una cosa que hacer en esta situación: buscar inspiración en las redes sociales.

Había una tienda online en especial que visitaba a menudo; la ropa era hermosa y tenía varias críticas positivas. Nadie sabía quién era el diseñador, pero eso no le quitaba fama a la firma digital.

La marca se llamaba "M&U".

Espero ser reconocida algún día y no quedarme para siempre bajo la sombra de Paul's Style Empire.

Mucho trabajo. ¿Cómo le irá a Reyna con la competencia?

¡No caer en la tentación!.. de nuevo//HotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora