Capítulo #11

34 5 0
                                    

Reyna

¡Me robaron! Bueno, robaron la compañía.

Me extrañé en cuanto vi unos vehículos de policía enfrente de la empresa cuando llegué en la mañana. El lugar estaba tan abarrotado de gente fuera del edificio que tuve que estacionar mi carro en otro sitio. En la entrada había algunos reporteros intentando acceder al edificio, pero la seguridad había aumentado. Tuve que mostrarles a los guardias mi identificación de la compañía para que me dejaran entrar. El lugar estaba hecho un caos, todos los empleados se movían de un lado a otro apresurados y los ascensores estaban abarrotados. Cuando los empleados me vieron acercarme a la fila que se había formado ellos me dejaron pasar primero por la cabina de metal.

-Los diseñadores y jefes de departamentos deben reunirse en la sala de juntas- me informa uno de los diseñadores cuando entro al ascensor.

Asiento con la cabeza sin pronunciar palabra. Todavía no sabía que estaba pasando, pero sabía que lo que se discutirá en la junta improvisada no sería nada bueno. Se escuchaba el bullicio de la gente desde antes de entrar a la sala de juntas. Logró divisar entre la muchedumbre de empleados a Ava y me ubico a su lado.

Ella se voltea a mi dirección cuando se percata de mi presencia. La mujer abre la boca para decir algo, pero yo hablo primero.

-La policía está fuera y todo el mundo actúa como si la compañía estuviera en bancarrota, ¿qué mierda está pasando?

-Reyna, ¡es horrible! -la pelirroja se ve igual de desesperada que los demás- Cuando las secretarías llegaron en la mañana para abrir la empresa como siempre, se percataron que las cerraduras habían sido forzadas. El lugar estaba hecho un caos, pero lo raro de todo es que aparentemente no se robaron nada.

-¿Entonces...? -la anime a continuar.

-Llamaron a la policía y luego los empleados comenzaron a llegar -Ava detiene un momento su relato para tomar aire-. Uno de los diseñadores fue a revisar su área de trabajo y vio que su computadora estaba encendida, al igual que todas las demás -la pelirroja saca su teléfono inteligente y la veo buscar en internet el sitio web de la firma- ¡Mira los artículos más recientes de nuestra página web!

No. Puede. Ser.

¡Me cago en la plataforma digital!

Nuevos diseños y líneas de ropa que no se supone que salieran al mercado todavía, están por todo internet. Es cierto que están publicados desde la plataforma digital de nuestra firma y por eso no podemos decir que nos robaron, pero ahora todo el mundo puede copiar los diseños porque todavía no han salido al mercado. Todos esos diseños que salieron a la luz ahora cuestan una miseria.

¡Me cago en la familia de los responsables!

Incluso publicaron los diseños que tenía planeado para el pase de moda en Tokio. Ya no podré confiar en los servidores de la compañía para guardar mis trabajos, pero eso es lo que menos importa. ¿Qué pasaría ahora? La compañía tuvo muchas pérdidas y no es que no se puedan crear nuevos diseños, sino que se redujo el valor de las líneas de ropa que se pensaban lanzar al mercado. ¿Cómo la compañía recuperará el dinero que se invirtió en las telas y en el resto de los materiales?

¡Me cago en... ya ni se en que cagarme!

Yo también caigo en la desesperación como el resto de los empleados hasta que llega el jefe. El señor luce desesperado y cansado como el resto. Su secretaria entrega a cada uno de los presentes unos papeles y yo los Leo cuando por fin me pasan los míos.

¡Auch! Los documentos muestran las bajas que tuvo la empresa y hay muchos números negativos.

¡Me cago en las matemáticas!

-Sé que todos están molestos y preocupados, pero no es tiempo de quedarse en el pasado -comienza a hablar Héctor Paulo, llamando la atención de sus empleados- La ropa que ya está lista, va a salir al mercado y tendremos que bajar el precio de varias prendas porque se publicaron los diseños antes de lo estipulado. El departamento de costura está trabajando lo más rápido que puede en la producción de los productos para que el precio de los materiales no continúe disminuyendo.

Perfecto, ¡díganos algo que no sepamos ya!

-Estamos resolviendo lo de la plataforma digital, pero el daño ya está hecho. No usaremos las líneas de ropa que todavía no se habían comprado los materiales. Será un mes ajetreado, pero espero ver nuevos diseños para las fechas previstas -los diseñadores se quejan- No puedo darles más tiempo, ustedes mismos verán cómo organizar sus tareas. Me voy por ahora, tengo que verificar las entrevistas de los nuevos. Entre más personal mejor. Recuerden que, si tienen alguna idea para recaudar fondos para las nuevas telas, hagan un plan y que recursos humanos lo apruebe.

Cuando el jefe se va de la sala de juntas, todos los empleados se van con rapidez a sus puestos de trabajo. Me quedo en mi lugar procesando toda la situación. Todo mi trabajo duro de las últimas semanas se puede ir al retrete por esta situación.

Mi mente hace un "clip".

¡Lo tengo! Podemos hacer una gala benéfica. La mitad del dinero se puede usar para costear la beca de estudiantes de diseño de modas y la otra mitad será para la compañía.

¿A quién no le gusta usar un traje elegante para ayudar a los jóvenes encargados del futuro de la moda?

Bueno, a veces no me gusta usar trajes despampanantes y me importa bien poco la situación financiarse de unos estudiantes universitarios que ni conozco, pero se entiende la idea.

Además, por dar la idea, mi desempeño laboral aumentará. Es perfecto.

Me encargaré de que esta gala sea espectacular.

Nuestra protagonista no se queda atrás.

¡No caer en la tentación!.. de nuevo//HotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora