Para celebrar el día de San Valentín la firma decidió hacer una entrega de regalos entre empleados para fomentar la unidad.
...Una semana antes del 14 de febrero...
Los empleados fueron uno por uno a escoger un nombre de la caja que se había colocado en la entrada de la empresa.
Había una regla en especial que no se permitía romper; sí a una persona le tocaba su propio nombre tendría que devolver el papelito a la casa y volver a sacar otro. No estaba permitido regalarse a uno mismo para la actividad.
Cuando Reyna sacó un papelito de la caja no pudo evitar jadear de la sorpresa.
"Héctor Paulo"
El hecho de tener que regalarle algo a su jefe la puso nerviosa.
—Niña, estás pálida —Ava, quien estaba detrás de la castaña, se colocó delante de la chica preocupada.
Había otra regla importante para el evento: no se puede cambiar al receptor del regalo una vez elegido al azar de la caja.
Una de las secretarias agarró el papelito de las manos de Reyna y anotó el nombre de la persona que le había tocado antes de que la castaña pudiera pedirle a Ava de favor que cambiaran de receptores. La rubia que le había arrebatado el papelito se percató de que Reyna la miraba molesta y por poco se cae de su silla cuando la castaña suelta un gruñido que demostraba su descontento mientras se aleja de la recepción.
Su nombre ya estaba anotado. Ahora, tenía que pensar en un buen regalo para su jefe.
...Devuelta al presente...
Todos los empleados estaban muy contentos en la mañana del catorce de febrero, cada uno buscaba a la persona que le había tocado en una armonía casi de caricatura o al menos así lo veía Reyna.
La castaña sentía que tenía una nube de lluvia sobre su cabeza. Volvió a tomar la segunda semana de febrero para aumentar la cantidad de trabajo y que se note su esfuerzo en el trabajo.
No fue hasta el día antes de San Valentín que recordó lo del regalo para su jefe.
Las tiendas cerca de su casa estaban vacías, parece que no era la única en comprar su regalo a última hora. Todavía tenía trabajo que hacer por lo que no quería alejarse de su área. Opto por comprar varios regalos en diferentes tiendas que le llamarán la atención para ponerlos en una canasta y luego fue a otras tiendas intentando buscar a alguien que le envolviera el bendito regalo.
Sin embargo, Reyna pierde la paciencia cuando las secretarias le informan que el señor Paulo estaba en un viaje de negocios. Dejó el regalo con las chicas y les pidió que se encarguen de que lo reciba.
La castaña se encierra en su oficina todo el día e incluso, para no salir, manda a alguien a buscar su comida. Cuando es la hora de salida, tocan su puerta.
—Adelante.
Un enorme oso de peluche la recibe en cuanto la puerta se abre.
—¡Feliz San Valentín! —le dice el "oso".
Reyna toma el peluche y lo deja en la pared, cuando se voltea por fin logra ver a su remitente.
Malek.
—Gracias. Feliz San Valentín —le sonríe Reyna— ¿Me puedes ayudar a bajar el oso?
El rubio asiente con la cabeza y entra a la oficina para volver a tomar el oso de peluche.
"Qué cliché" piensa Reyna negando con la cabeza divertida.
La castaña considera que no fue un mal San Valentín después de todo.
Capitulo corto, lo sabemos. Pero se los advertimos en la "Sinopsis" que abrían capítulos así.
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¡No caer en la tentación!.. de nuevo//Hot
RomanceReyna y Malek tuvieron una noche de pasión sin compromiso, pero se vuelven a reencontrar en el trabajo como colegas. Ahora tendrán que dejar sus vidas íntimas a un lado para que no interfieran con el trabajo, ¿podrán resistirse ante la atracción mut...