Reyna
El área de la piscina del hotel en donde se celebraba la fiesta fue reservada para el evento. Carolina y yo ayudamos a las anfitrionas de la fiesta a ubicar las mesas y las sillas ya que habíamos llegado temprano. La gente comenzó a llegar poco después, incluyendo a Joan quién estuvo todo el tiempo molestando a Carolina lanzándose a la piscina cada vez que podía.
—¡Cabrón! —chilla la rubia saliendo de la alberca por cuarta vez desde que llegó el pelirrojo— ¿Y por qué no tiras a Reyna también?
Carolina llevaba un traje de baño de cuerpo entero de color negro y que dejaba su espalda descubierta. Yo, por otro lado, me vestí con un traje de baño de dos piezas de color blanco y había amarrado mi cabello en una coleta para que no se mojara.
No tenía pensado meterme a la piscina, solo vine a la fiesta por la comida.
Joan sonríe en mi dirección.
—Ni lo pienses —le advierto— Me hice el pelo ayer.
El pelirrojo me ignora y se dirige hacia mí para cargarme en su hombro. Lo golpeó y pataleo, pero no logró que me baje en otra parte que no sea la piscina. Cuando estoy bajo el agua siento como la parte de arriba de mi traje de baño se suelta. Me tapo de pecho con las dos manos y subo a la superficie.
—¡Hijo de... sabías que eso iba a pasar! —me acerco al borde de la piscina mientras escucho las risas de Joan y Carolina entre las demás. No siento vergüenza ya que son muy pocas las personas que estaban por la piscina, la mayoría de los invitados fueron los jacuzzis. La rubia se acerca a mí por la espalda y me ayuda a amarrar el traje de baño de nuevo— Me las vas a pagar.
Cuando tengo el traje de baño bien puesto, salgo de la piscina y agarro mi toalla para empezar a pegarle a Joan.
—¡Esto es abuso doméstico! —se queja el pelirrojo.
Carolina se une a mi ataque de violencia y entre las dos logramos acorralar a Joan hasta el borde de la piscina. Lo empujamos al agua y las dos sonreímos satisfechas por la venganza.
Hablamos con algunos amigos de Joan cuando un grito histérico llama la atención de varios presentes. Una chica de cabellera oscura corre por el lugar hasta lanzarse a los brazos de un hombre que acaba de llegar.
—¡Es ella otra vez! —escuchó a una chica resoplar a mis espaldas y Carolina y yo la miramos. La morena se da cuenta de nuestra insistente atención y se aclara mejor— Lo que pasa es que Lona... —señala a la pelinegra— Es la exnovia de él... —ahora señala al recién llegado.
No puedo ver muy bien la cara del chico, pero si distingo una cabellera rubia.
—Pues la chica tiene bien en claro que rompieron —comenta sarcástica, Carolina.
Presto más atención a la pareja y mi boca por poco cae al suelo cuando mis hijos se cruzan con una mirada heterocromática que conozco muy bien. Él rubio también me observa con la boca abierta pero su ruidosa compañera vuelve llamar la atención. Que ruidosa, parece un loro.
La pelinegra se percata de que Malek apenas le prestaba atención y dirigió su vista hacia donde él estaba mirando: a mí. Lona aprieta sus labios con molestia y agarra la mano del rubio para compensar a caminar hasta nuestra dirección. Cuando los dos están frente a nuestro grupito la pelinegra nos dedica una sonrisa perfecta mostrando los dientes.
—Hola, hace siglos que no nos vemos chicos —la pelinegra mira a la morena— ¿Cómo estás Yamila? —pregunta sin mucho interés.
La morena con la que estábamos hablando Carolina y yo, le dedicó una media sonrisa a Lona.
—Bien, gracias —respondió seca. Parece que a Yamila no le cae bien la pelinegra.
Saluda al resto del grupo y Malek le sigue los pasos a la pelinegra distinguiendo a sus conocidos. Cuando la chica nos mira a Carolina y a mí se presenta.
—Hola, soy Lona —dice con una voz chillona y agarra el brazo del rubio con confianza— y el dios griego que está aquí presente es mi mejor amigo, Malek.
—Carolina... —se presenta mi perra favorita sacando a la luz sus habilidades sociales —y la diosa que está aquí presente es Reyna —la rubia me presenta como Loro... Lona lo hizo con el rubio.
La pelinegra no dice nada más y se dirige a otro grupo de personas con el brazo de Malek todavía bien enganchado con el de ella. Al rubio no parece importarle su actitud positiva pero tampoco parece prestarle mucha atención a Lona.
—Me cae mal —vuelve a quejarse la morena que ahora identifico con su nombre, Yamila, y la rubia y yo volvemos a mirarla con insistencia para enterarnos de todo el chisme.
—¿Puedo preguntarte por qué? —la morena asiente con la cabeza a la pregunta de Carolina.
—Se follo a mi mejor amigo y le hizo creer que estaban saliendo, pero lo que él no sabía es que bien la puta también estaba de novia con Malek —escupe la morena asqueada— Ella obviamente intentó justificar sus acciones, pero de su boca no salen más que mentiras.
—¿Y Loro todavía tiene cara para estar frente a Malek?
Yamil suelta una sonora carcajada seguida de la de Carolina. Todos los del grupo comienzan a partirse de la risa y ahí es donde me doy cuenta de mi error.
Lona
Loro
Lona
Loro
¡Es lo mismo! ¿Cómo pretenden que no me confunda con esa voz tan molesta?
—Ja, Ja, me caes bien —dice la morena mientras se sujeta el estómago. Cuando logra recuperar el aliento me mira— Contestando tu pregunta, sí, ella todavía tiene la cara de estar frente a Malek porque se conocen desde la escuela intermedia.
Asiento con la cabeza y no digo más. El tema de conservación cambia en poco tiempo, pero la rubia que está a mi lado me dedicó una sonrisa de oreja a oreja.
—El ken viviente no ha dejado de follarte con la mirada desde que llegamos —me susurra Carolina.
Volteo mi rostro para buscar con la mirada a Malek y lo encuentro observando sin discreción alguna.
No. No. Y no.
Ya me dije a mi misma que no volveré a caer por él.
Volteo nuevamente para mirar al rubio y olvido por un momento mis restricciones. Solo por un momento.
Nuevos personajes. ¿Nuevos sentimientos?
ESTÁS LEYENDO
¡No caer en la tentación!.. de nuevo//Hot
RomanceReyna y Malek tuvieron una noche de pasión sin compromiso, pero se vuelven a reencontrar en el trabajo como colegas. Ahora tendrán que dejar sus vidas íntimas a un lado para que no interfieran con el trabajo, ¿podrán resistirse ante la atracción mut...