Salgo al patio exterior, camino a través del puente de madera mirando a todos lados.
Y al final, apoyada en la barandilla del puente, está la imbécil de Marina.
Pero no está sola, Marina está hablando con un chico. Conforme me voy acercando me doy cuenta que el chico es nada más ni nada menos que uno de lo becados. El más bajito y el último que se presentó en clase, para ser exactos.
—Hey. —Digo cuando le doy un codazo a Marina en el el brazo.
—Te estaba buscando. —Responde Marina sobándose el brazo en el que le pegué.
Sí ja, voy yo y me lo creo. Esta se ha olvidado de mi en toda regla.
Ignorando la pedazo mentira que me acaba de soltar, le doy un abrazo. No me voy a poner a gritarle, hay que causar buena impresión delante de los nuevos.
—Bueno, él es Samuel. —Dice después de un rato. —Es uno de los becados. —Esto último lo dice con un poco de miedo en su tono de voz.
—Encantada, yo soy Talía, su hermana. —Me presento con una sonrisa tendiéndole la mano.
Samuel me devuelve el gesto también con una sonrisa.
—Y qué, ¿te gusta el colegio? —Le pregunto para entablar conversación.
—Sí, no está mal. Pero creo que no les caigo muy bien a la gente de clase. —Añade soltando una risita.
—No te preocupes, en general pasa con toda la gente que llega nueva. En unos meses ya estarás totalmente integrado. —Dice esta vez Marina.
—Exacto. —Añado yo.
—¿De qué estábais hablando? —Sí, mi pasión es meterme en conversaciones que no me incumben.
—Le estaba preguntando a Samuel qué le pasó a su antiguo colegio.
—¿Y qué le pasó? —Pregunto.
—Bueno, hubo un derrumbamiento y tuvieron que desalojar a todos. —Explicó, se podía notar la rabia en su voz.
—Ah —No me lo esperaba. —¿Pero están todos bien? —Tampoco me importa mucho.
—Sí.
—¿Fue por culpa del clima, o de algún alumno? —Pregunta Marina.
—No, según he oído fue culpa de las malas instalaciones.
De repente, alguien aparece detrás y de Samuel y le da un empujón con el hombro.
—No te acerques a mis hermanas. —Le ordena Guzmán. Mirandolo con una sonrisa asquerosa.
Ander está a su lado, me guiña un ojo mientras se pasa la lengua por los labios.
Mis piernas flaquean durante unos segundos ¿Qué me está pasando?
—Eres un imbécil —Le espeto a Guzmán.
—No le hagas caso. —Le dice Marina.
—Más le vale hacerme caso. —Vuelve a intervenir mi hermano.
Me está fastidiando mucho su actitud, es hora de que yo también le fastidie a él.
—¿Y si no es él el que se me acerca? A lo mejor lo busco yo. —Digo levantando las cejas divertida.
Guzmán me asesina con la mirada.
—Ahora que lo dices, ¿y si a lo mejor quiero quedar con él fuera del horario escolar? —Continúo, pasando la lengua por mis labios.
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Extraviados -Ander y tú-
RomansaTras 2 largos años fuera de casa, ya es hora de volver, ¿no? Reencontrarse con antiguos amigos y familiares le cambiará, pero solo una persona le hará disfrutar de la manera más experimental. Talía pensaba que ya había superado al amor platónico del...