Ethan Zanetti.
Al entrar a la casa Mia cierra la puerta con cuidado quitándose los zapatos, dejó el carrito a un lado y la sigo viendo cómo se dirige seguramente a donde está su madre, al menos su madre adoptiva.
—Mami mira encontré a este señor que quiere ayudarte, el es doctor y dice que te quiere llevar a un hospital de Montana donde te curarán —le habla a la persona que está tirada prácticamente en el piso pues estaba arriba de cartones durmiendo.
Casi vomito al sentir el olor putrefacto que venía de ese cuerpo, avanzó hacia la mujer quien está de espaldas a mi pero un escalosfrio recorre mi cuerpo, ella ya no estaba ahí, al menos no en su cuerpo, si descansaba como un fantasma en el mismo lugar, supongo no quería dejar sola a su hija.
—Mia, tu mama ...
—Se que luce muy pálida pero puede curarla ¿Verdad? —me mira con súplica para luego mirar a su madre y acariciar su brazo—. Últimamente ha estado muy fría pero debe ser por la enfermedad.
—No Mia, tú madre no está aquí más, ella se fue al cielo con tu padre —intento decirle lo más suave posible pero esta parece no afectarle y sonríe.
—Señor no haga una broma de esas, es de mi madre de quien habla y ella está bien, incluso está sonriendo, debe estar feliz de que podrá curarse, mami debes levantarte, tenernos que irnos a Montana para que puedas estar mejor —mueve un poco el cuerpo inmóvil de su madre.
El espíritu de su madre se levanta lentamente extendiéndole la mano a Mia quien la toma con una sonrisa y ambas salen de la habitación, no me creo que no haya visto que el cuerpo de su madre no se movió para nada, debe ser que está en un shock emocional por la pérdida de su padre y ahora perder a su madre, pobre pequeña.
Muevo mi mano en el aire haciendo polvo el cuerpo de la madre de Mia, hago el padre nuestro así al menos su cuerpo puede descansar en paz, será un tormento para ella si logra ver el cuerpo de su madre, lo que me aterra más es que pueda ver su espíritu y no su cuerpo, salgo de la habitación siguiéndolas.
Ellas se encontraban en la entrada, Mia se colocaba sus zapatos mientras la señora solo esperaba paciente a su lado con una sonrisa que me daba miedo, sonreí de vuelta algo incómodo y sin que me vieran aparecí un coche afuera, debía actuar como humano pues si fuera tan simple teletransportarla ya lo hubiera hecho.
—¿Estás lista Mia?
Ella asiente sosteniendo a su madre de la mano nuevamente, le abro la puerta y ambas salen, también les abro la puerta de el asiento trasero y ayudó a Mia a colocarse el cinturón.
Conduzco con cuidado hacia el aeropuerto, era cansado conducir cuando simplemente podía chasquear mis dedos y aparecer en un lugar pero bueno, llegamos rápidamente al aeropuerto, me estacionó en cualquier lugar para luego salir cerrando la puerta y ayudó a Mia a quitarse el cinturón y a bajarse.
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Mi bad boy preferido
RomanceElla solo queria paz mental, no queria verse involucrada en problemas, queria pasar desapercibida pero ¿Que sucede cuando el grupo de porritas decide intimidar a la nueva estudiante? La siguiente al trono decide intervenir por su noble y amable cora...