Ella solo queria paz mental, no queria verse involucrada en problemas, queria pasar desapercibida pero ¿Que sucede cuando el grupo de porritas decide intimidar a la nueva estudiante? La siguiente al trono decide intervenir por su noble y amable cora...
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Chase Hughes.
Miro a mi hermosa mate mientras sostengo sus manos pues ya casi era hora de deshacer el hechizo y no sabemos si funcionará o no, está me mira preocupada y a la vez triste.
—¿De verdad debes irte? —pregunta con lágrimas en los ojos.
—Cariño —suavizó mi voz ahuyentando las ganas de llorar—. No te voy a mentir, es probable que no funcione pero si lo hace estaremos juntos por la eternidad —aseguró esperando que me crea y no esté más triste—. Sabes que te amo ¿Verdad? —curioseó provocando que esta me abrazada
—No mueras por favor Chase, quédate conmigo ¿Si? —suplica separándose de mi colocando sus manos en mis mejillas—. Quédate ¿Esta bien? Seremos muy felices en el reino, estaremos siempre juntos con Keira, formaremos una familia y tal vez algún día se agrande.
—Todo lo que me dices suena a un paraíso mi hermosa Mia y nada me gustaría más que eso, rezaré para que el hechizo funcione.
Nos quedamos unos minutos en silencio en los que solo disfrutábamos de la presencia del otro, ya casi era tiempo de que fuera al ático junto a tía Melody, será diferente esta vez, solo tiene unas horas para conseguir deshacer este gran hechizo así que debemos apresurarnos.
Me despedí de Mia y Keira quien no estaba al tanto de la situación y era mejor así, no lo entendería, lastima que no pude pasar tanto tiempo con ellas por el imbecil de Oliver, me gustaba mucho vivir de nuevo pero supongo que no todo es justo.
—¿Listo? —inquiere tía Melody abriendo la puerta del ático.
—Si tía Melody.
Ella me invita a acostarme en la cama para caminar hacia mi, es un hechizo poderoso que podría enloquecerme si ella lo hace mal, mejor estar dormido, es cuando el cuerpo humano es más frágil que nunca.
—Cuenta conmigo desde 10 en retroceso —ordena tomando la jeringa con la anestesia—. Diez
—Nueve
—Ocho —inyecta lentamente la jeringa causando que hiciera una mueca de dolor.
—Siete
—Seis
—Cin —comienzo a ver borroso significando que la anestesia ya me estaba haciendo efecto—. Cinco —logró decir en un susurro pues todo mi cuerpo pesaba y me sentía cansado.
—Cuatro —su voz se escucha lejana conforme pasan los segundos.
Me dejé seducir por el sueño y poco a poco me quede dormido sin poder saber si seguiré viviendo luego de esto o no.
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