La mañana siguiente, Kohaku se despertó sola en la cama, con la sensación de que había dormido muy poco. Lo había hecho, gracias al dependiente nuevo cachorro que había entrado en su vida improvisadamente. No sólo se había dormido frustrada por la interrupción romántica, sino que a Sam no le había bastado con que Stan estirara su mano para acariciarlo desde la cama. En repetidas ocasiones durante la noche, soltó ese agudo y lastimero lloriqueo rogando por compañía, y cuando no obtenía respuesta, se convertía en un largo e insoportable alarido. Ante la mirada fulminante de Kohaku de que no dejaría subir al perrito a la cama, y de que no iban a poder dormir nada, Stan tuvo que recostarse en el piso, durmiendo el resto de la noche allí.
Suspiró, mientras Sam se acurrucaba a su lado, olfateando su rostro. Se imaginaba que los primeros días de tener un cachorro iban a ser complejos, lo único que esperaba era que Kohaku pudiera hacer acopio de su paciencia. Mientras rascaba las orejas del perrito para tranquilizarlo, sintió el golpe de algo suave en su cabeza. Kohaku le había lanzado la almohada, para que al menos durmiera más cómodo. Stan sonrió, aliviado de que no estuviera realmente enojada, aunque se esforzara por demostrarlo.
- Mi amor –la llamó.
- ¿Qué?
- Asómate, por favor.
Oyó el sonido de ella girándose y moviéndose por la cama, hasta que apenas asomó su rostro.
- Dame la mano, preciosa.
- ¿Por qué?
- Porque quiero dormir sintiendo algo tuyo cerca al menos.
- ¿No será incómodo para ti?
- No, tú deja colgar el brazo, yo me acomodo.
Kohaku lo miró unos segundos, con los ojos entrecerrados, hasta que resopló y sonrió mínimamente.
- Date vuelta, apóyate contra el borde de la cama. No preguntes, sólo hazlo.
- Sí, señora –contestó él, intrigado.
Lo hizo, procurando no mover mucho al cachorro, que estaba casi dormido. Luego de unos segundos, sintió la mano de su novia cruzar parte de su pecho, colgando. Oh, así que eso quería hacer, abrazarlo lo más posible, para que no se sintiera solo a pesar de tener que pasar la noche en el suelo. Kohaku era la más dulce, verdaderamente. Le besó la mano, y cerró los ojos, eso le bastaba para dormir mejor, le faltaría comodidad esa noche, pero no amor.
Stan agradecía internamente que fuera sábado y no tuviera que ir a trabajar, mientras soltaba un largo y ronco gemido, negándose a levantarse por la mañana. Le dolía un poco el cuello y la espalda, y no había podido dormir bien, porque el travieso Sam había considerado que era muy divertido mordisquear sus dedos cuando se aburría de dormir. También tuvo que levantarse varias veces durante la noche para sacarlo al jardín para que hiciera sus necesidades, por lo que apenas había dormido como mucho un par de horas, no más de dos de corrido. Tenían todo el fin de semana para pasarlo con el nuevo integrante, y el lunes sería navidad, por lo cual podía sumar un día más para compensar el descanso. Kohaku se estiró en la cama, y luego se asomó al borde.
- Buen día... ¿Buen día? –preguntó, con una sonrisa de pena, acariciándole el rostro ojeroso y cansado a su novio.
- Buen día –murmuró en respuesta, y luego la miró con ojos de víctima– ¿Nos dejas subir un ratito a la cama?
- ¿"Nos"? –inquirió, arqueando una ceja.
- ¿Un ratito?
Kohaku podía con un par de ojos de cachorrito, pero no con dos. En cuanto se había asomado al borde de la cama, Sam la había mirado y levantado las orejas con curiosidad hacia ella, con sus adorables ojos como canicas marrones bien abiertos. Era demasiado bonito, ese pequeño diablillo. Así como lo era el otro diablillo más grande, que sabía usar sus mejores armas. La rubia rodó en la cama para ocupar su lado, y palmeó el colchón para indicarle que podía subir. Stan se levantó con Sam en brazos y se dejó caer en la cama, soltando un suspiro de alivio. El cachorro comenzó a mover la cola y avanzó hacia Kohaku, al fin pudiendo alcanzarla y olerla, para luego lamerle la mano.
![](https://img.wattpad.com/cover/232079463-288-k419167.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Otros Caminos
RomanceStan y Kohaku se conocen y al poco tiempo él le pide que dé clases de japonés. En ese entonces ella sale con Senku, pero una fuerte escena de celos termina con la pareja, y Kohaku decide seguir adelante. Se encontrará con la personalidad seductora y...