16. Sí, señor

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Parecía más un sueño que la realidad, la dedicada, romántica y única propuesta de casamiento de Stan. Kohaku no podía terminar de creerlo, ni cómo había sucedido, ni que estaba comprometida. Aunque el "estado" de compromiso iba a ser demasiado largo, por lo menos de un año, ya que consagrarse como campeona nacional iba a llevarle mucho tiempo y entrenamiento. Una parte de ella fugazmente se preguntó qué sucedería con la boda si llegaba a perder o por algún motivo no podía asistir, pero dudaba que Stan pospusiera otra vez la felicidad de ambos en ese caso. Lo que no dudaba, era lo mucho que lo amaba, y que quería pasar el resto de sus vidas juntos, tenía una inexplicable certeza de que así sería.

Luego del emocionante momento, se despidieron de los compañeros de trabajo de Stan, él le hizo una recorrida por el predio, mostrándole y explicándole todo. Kohaku estaba fascinada con los distintos aviones civiles y de combate que había, era de esperar que un país con tanto desarrollo militar y tecnológico como Estados Unidos no escatimara en ese tipo de inversión. Cuando terminaron la recorrida, volvieron adonde habían aparcado la moto.

- ¿Qué te gustaría hacer a continuación, preciosa? Tenemos medio día por delante para celebrar nuestro aniversario. Lo que quieras, pídelo.

- Hmmm... me gustaría comer algo más. Ya que hicimos un almuerzo muy ligero, no estaría mal comer algo más, pero para picotear antes de la cena.

- ¿Dulce o salado?

- Preferiría salado. Para dulce estás tú, y ya excediste el porcentaje recomendado del día –bromeó.

- Oh, ya veo –rió– Entonces vamos a equilibrar un poco tu paladar. Tengo una idea, un sitio al que fui una vez con unos amigos, es tranquilo y con excelente calidad de comida, se especializa en un plato en particular.

- ¿En qué?

- ¿Puedo dejártelo como sorpresa? Te prometo que te gustará, sé que lo hará. Y nos servirá perfecto de picada, no es algo que tengamos que sentarnos a comer con cubiertos siquiera.

- De acuerdo, confío en ti.

Stan le dio un corto beso en los labios como agradecimiento, y se subieron a la moto, poniéndose los cascos antes de partir. Salieron por la "Aerospace Avenue" y luego por la "Dixie Farm Road", para poder finalmente entrar en la autopista interstatal 45 dirección norte y continuarla con la insterestatal 10 en dirección noroeste, lo cual tomó unos veinticinco minutos de viaje. Finalmente tomaron una salida para ir derecho por la calle Antoine Drive, y Stan detuvo la moto frente a un negocio de comida. Tenía el tamaño de una casa pequeña, con un techo rojo y columnas y rejas amarillas, y unos graciosos dibujos de comida en los ventanales y en el techo. Kohaku no se esperaba un sitio así comparado con los últimos lugares que su novio la había llevado, era relajado y sencillo, eso le gustó mucho, un lugar para ir a comer con familia y amigos.

"House of fries", se llamaba, y aunque el nombre evidenciaba el menú estrella, también tenía hamburguesas y otras comidas sencillas. El interior era todo de económicas mesas y sillas de madera, las paredes eran una combinación de una franja de madera superior, debajo una de baldosa de porcelana blancas, y debajo una pared pintada de beige.

- ¿Vinimos a comer papas fritas? Sí que me sorprendiste, me gusta la idea.

- No son sólo papas fritas comunes, aunque no estaría mal, me podría comer más de un plato y disfrutando el sabor y la crocantez de cada una sin cansarme.

- Anotado. Marquise de chocolate como postre favorito, y papas fritas como entrada o guarnición. Sólo me falta saber tu plato principal favorito.

- Ya lo sabes, preciosa.

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