Melody

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Melody estaba sentada leyendo Orgullo y Prejuicio mientras escuchaba música, cuando la luz del sol se vio tapada impidiendo que ella pueda seguir leyendo. Enojada, levantó la cabeza para ver quién era el que interrumpió su momento de paz. Al ver a Noah, su único amigo, su enojo disminuyó un poco, pero no demasiado.

Él estaba como siempre, sólo que demasiado rojo y un tanto nervioso, Melody se preguntó si tendría fiebre y Noah movía los labios diciendo algo que ella no consiguió entender. Se levantó y besó su frente, su temperatura era normal, así que Melody no se preocupó, se sacó los auriculares y lo miró.

–Lo siento, estaba escuchando música, ¿Qué me decías?– Melody sonrió y Noah pensó que se veía aún más bonita de lo que ya era cuando lo hacía.

–N-no sé cómo empezar.– susurró él, ella lo miró con intriga. –¿Qué es lo que atormenta tu mente querido amigo?– dijo Melody con tono teatral. A Noah, ese "amigo" le dolió un poco.

–Promete no enfadarte y seguir siendo mi amiga cuando te lo cuente, promételo.– Melody lo miró con el ceño fruncido, pero asintió.

–Creo que estoy enamorado.– soltó Noah, Melody sonrió –¡Qué bueno! ¿Quién es la afortunada?– preguntó.

–T-tu.– susurró tan bajo que si no fuera porque Melody tenía un excelente oído, no lo hubiera escuchado. Y su sonrisa se borró.

–Es una broma, ¿Verdad? – él negó sin verla a la cara, ella lo miró confundida. –¿Por qué te gusto?– preguntó con el ceño levemente fruncido. –Realmente no lo sé, me gustas y ya, y sé que esto va a sonar cursi pero es la verdad, amo verte sonreír, mi corazón se acelera cuando te tengo cerca y cuando te toco mis pulso vuela por los cielos, amo tu carácter, tu forma de mandar a la mierda todo cuando algo te frustra, me da una impotencia terrible cuando te veo mal y no sé qué hacer para ayudarte.– Melody negó con fuerza y evitó que siguiera hablando.

–P-pero, Mel– dijo él tratando de acercarse a ella, pero Melody fue más rápida y colocó sus manos delante de ella parándolo.

–No, no. Noah, yo no puedo estar contigo, lo siento, ahora vete.– la voz de Melody sonaba triste y temblaba, pero tenía una frialdad que Noah no escuchaba muy seguido.

–Primero dime porqué.– Melody sabía que él se lo preguntaría, pero temía que él no le creyera. Suspirando, le contesto.

–Todos merecen enamorarse de alguien y que este le corresponda, ¿No?– preguntó, Noah asintió sin terminar de entender. –Menos, alguien que no puede amar. Yo, Noah, no puedo amar a nadie, nunca lo he hecho y tú eres muy bueno, mereces alguien mejor.– terminó de decir, él la miró triste, sin saber si creerle o no.

–Yo no quiero a alguien mejor.– susurró. –Yo te quiero a ti.–

–¡No!– gritó Melody rompiendo a llorar y perdiendo toda su tranquilidad, Noah debía alejarse de ella. –Enamorarse de mí es como un globo que abraza un cactus, hagas lo que hagas terminaras lastimado.– Noah pensó que si ella no había amado a nadie era porque nadie de sus conocidos lo merecía, tal vez el tampoco, pero lucharía por ella, porque la amaba mucho, y recordando un libro* que había leído le dijo.

–Hagamos algo, dame un año y yo hare que te enamores de mí y aunque no lo lograse, sería un privilegio que me rompieras el corazón.–

*Frase De Augustus Waters De Bajo La Misma Estrella*

-Detrás de escena-

–¿En serio? ¿Bajo La Misma Estrella?–dijo Melody riéndose, Noah se encogió de hombros, algo avergonzado. –Yo no escribí esta cursilería.– dijo desviando la mirada.

–No es tan malo.– susurró la escritora, un tanto avergonzada, volviendo a leer lo escrito. –Bueno, sí, es un poco muy cursi. ¡No sé qué me pasa últimamente!– aceptó para irse  gritando cosas sin sentido y haciendo exagerados movimientos con las manos.


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