CAPITULO 5

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Con sus ideas confusas, se cuestionaba a sí misma ¿cuál debería ser el siguiente paso? sabía que, nunca antes se había encontrado en una situación similar, como encontrar a el hombre que se había proclamado parte de la caballería su instinto le gritaba que él le daría respuestas, además estaba convencida que brindaría protección.

Por otro lado, todavía le parecía sumamente extraño que David le hubiera hecho un regalo tan sencillo con aquel pedido conservar a pulsera y que se encontrarse con él esa misma tarde en una cafetería.

De acuerdo a lo que todo el tiempo había visto en las películas y leído en variadas novelas decidió que no iría a ningún lugar de los que suele frecuentar, ya que no estaba segura si la estaban vigilando, porque si fueron a por ella en el trabajo entonces tal vez seria buscada en todos aquellos lugares.

Se compro un suéter con capucha tratando de pasar inadvertida el clima del día le dio la excusa perfecta para ello. Dándose cuenta que faltaban unos minutos decidió ir a la cafetería a ver a David con el fin de no alarmarlo.

Aunque posiblemente el fuera localizado para preguntarle por su paradero, ya que habían salido juntos, Zoey se lo estaba jugando todo con su ingreso a la cafetería, tenía hambre posiblemente tendría la oportunidad de pedirle ayuda por el momento.

Con pasos vacilantes Zoey ingresó, con la mirada al suelo tratando de pasar desapercibida se acercó a la vitrina para realizar su pedido mientras sus ojos buscaban de la manera más sutil posible a David y trataba de identificar cualquier posible amenaza.

Pidió muffins de arándanos y chocolate caliente de vainilla, un gusto con el cual trataría de calentar no solo su cuerpo sino además su alma. Al pagar con su tarjeta se dio cuenta que necesitaba efectivo, ya que aún no conocía el alcance de aquellos hombres que la querían muerta, con eso en mente se giró para ver a David sentado en la misma mesa con otro hombre que se encontraba cubierto con un abrigo que se veía costoso, sus instintos no le alertaron entonces se acercó a la mesa con cautela.

-David, espero no te importe – dijo colocando sobre la mesa su comida sin saludar – tengo mucha hambre, ahora que me tienes aquí dime ¿Cuál es el motivo por el que querías verme esta tarde? – cuestiono Zoey mientras se sentaba cerca de David y para no parecer grosera dijo – acaso me presentaras un nuevo pupilo de investigación.

Seguro nunca se había quedado como una idiota antes al ver el rostro de un hombre, su aspecto no parecía terrenal más bien etéreo, de una belleza extraordinaria que, aunque quería no podía apartar la mirada de su perfil. Desde luego encontrarse con el hombre que la salvaba en su sueño le ponía nerviosa y no podía ignorar su atrayente atractivo.

-Este es Nathanael, viene a buscarte para hablar contigo – escucho decir a David sin dejar de ver a Nathanael.

-Podrías dejar de mirarme de esa manera seguro llamaras la atención y estamos buscando justo lo contrario – el movimiento de esos labios no evito que al ver ese rostro viéndola directamente le sobrecogiera el color de sus ojos que parecían vivos y que en definitiva era como de las piedras preciosas y estas se opacarían no podía ser natural esa gama de tonos verdes pensó mientras le observaba.

-Lo siento – replico Zoey – tus ojos son realmente inquietantes – se excusó. Finalmente dando un bocado a su comida lo que produjo un silencio en la mesa que claramente no ayudo a sus nervios. De repente algo hizo clip en su cabeza – la caballería – dijo Zoey como si eso explicara todo.

-De que hablas – le pregunto David.

-Nathanael es el hombre que me rescata en mi sueño – expreso en voz alta, dándose cuenta que parecería una loca agrego – tengo un problema de terrores nocturnos, pero hasta hoy nunca he sido buscada fuera de ellos, esta mañana cuando llegaron los hombres que me raptaron en mis sueños para asesinarme, tu llegabas de la nada para impedirlo lo único que dijiste fue "llego la caballería señorita Hope" – sintiéndose cada vez más incómoda dijo – por favor olviden mis divagaciones – pero Zoey nunca tenía tanta suerte.

-hace cuanto sucedió lo que estás diciendo ¿Cuánto tiempo llevas soñando asesinatos? – cuestiono Nathanael con un tono de voz musical que le acaricio los sentidos – te importaría contarme.

-Oh, Padre celestial – murmuro Zoey – no me tomes en serio – necesitaba urgente cerrar su boca – tengo terrores nocturnos – les explico.

-Es importante que confíes en nosotros Zoey – dijo David al tomarle la mano – primero necesitamos ponernos a salvo donde nadie más pueda escucharnos y después responderemos tus preguntas – decía su compañero de investigación mientras le acariciaba sus nudillos.

-No entiendo que quieres decir David – sacando su mano de entre los dedos de David concluyo – necesito ir a casa. – al levantarse escucho.

-Mírame Zoey – la voz melódica de Nathanael eran tan atrayente que no dudo ni un instante en mirar sus increíbles ojos verdes.

Nathanael

Zoey Hope, tenía dentro de ella lo único que podría ayudarlo y estaba totalmente asustada, lo cual era completamente razonable sin importar la raza a la que perteneciera que tuviera miedo era la respuesta correcta, solo que se sintió incomodo con tal examen y ahora no podría permitir que se fuera por cuenta propia no solo ella se encontraba en riesgo, todos estaban en peligro no tenía tiempo para convencerla ahora tendría que manipularla hasta llevarla a un lugar seguro y luego tendría que pedirle que le entregara el objeto.

-Mírame Zoey – se escuchó decir sin ningún remordimiento – vendrás conmigo y no opondrás ningún tipo de resistencia, – Nathanael vio como ella se quedó pasmada lo que duro un segundo efímero. Tal vez sugestionarla no fuera la mejor forma de ganarse su confianza, pero necesitaban sacarla de la vista pública y ese truco de salón como lo llamaba su hermano Yariel definitivamente lograría su objetivo.

-No puedes hacerle eso – reclamo David mostrándose completamente en desacuerdo – la necesitamos con todas sus capacidades mentales.

-Y ¿tú crees que irá con nosotros? sin protestar abiertamente y sin querer saberlo todo cuanto antes, no tenemos ese tiempo ahora mismo – dijo exasperado Nathanael, es que David parecía más que involucrado con Zoey de lo que debería para la misión que tenían por delante – necesitas centrarte, esto no es sobre nuestros deseos es sobre todos los habitantes del universo.

-No tienes por qué ser tan duro – replico David mientras se levantaba aun mostrándose incomodo – marchémonos de aquí antes que las personas comiencen a mirarnos raro por como Zoey está de pie allí como si fuera un zombi.

-Necesitamos un lugar seguro al que ir – no estaba seguro pero lo mejor sería la fortaleza angelical cerca de la ciudad – tú no puedes ir con nosotros. – explico Nathanael – es hogar de ángeles.

-Simplemente perfecto – dijo David frunciendo el ceño – ahora que te he ayudado me das una angelical patada en el trasero.

-No se me ocurre un lugar más seguro para ocultarla, mientras averiguo como solucionar el fin de la existencia misma – dijo con un tono de voz tan calmado como le fue posible a Nathanael – ¿acaso sabes de un lugar más seguro?, porque si la respuesta es si entonces te sigo – termino de decir.

-Creo que será el primer lugar donde la buscaran después de que hayas asesinado a esos demonios menores, además recuerda que tiene una pulsera encantada que la hace imperceptible a los rastreadores – expuso David.

-Tienes un muy buen punto, pero si me traicionas no quedara ni el polvo de tu vida para tu familia – amenazo Nathanael - te sigo David.

LA BRUJULADonde viven las historias. Descúbrelo ahora