CAPITULO 24

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Zoey.

Fingir interés y tratar participar en todos los diversos temas de conversación que se generaban en su entorno le estaba produciendo una jaqueca monumental, debería decir sin ningún tipo de referencia histórica. También cuando se presentaba un realmente escaso momento en el que las conversaciones a su alrededor cesaban, su mente no dejaba de regresar a pensar en Nathanael, quien muy seguramente estaría pensando Dios sabría sobre ella, muy seguramente le había defraudado en niveles que tal vez ni el con toda su larga vida hubiera conocido, es que encargarse de una mujer criada como humana, que para el poseía la edad de una niña pequeña, tal vez se estaría responsabilizando de todo de eso estaba segura, ese ángel contaba con un complejo de responsabilidad sobre todos los seres indefensos en el mundo.

Si hubiera tenido más recursos económicos, ella estaba casi segura que habría viajado más a menudo, tendría al menos una puñetera idea del lugar hacia donde se dirigían, tantas cosas por aprender la hacían sentirse un poco ignorante y eso que ella era graduada de una prestigiosa universidad, pero de que le sirvió todo, esa era una pregunta que algún podría responder si sobrevivía, tanto por vivir que le parecía un terrible desperdicio estar en la autopista que la dirigía una muerte segura.

-No le des tantas vueltas – dijo Aron un chico con un encanto que le generaba una inquietud profunda.

-Considerando que podría morir de un momento a otro – explico encogiéndose de hombros – creo que tengo el derecho de anhelar todas aquellas codas que jamás podré hacer.

-No puedo pedirte disculpas por eso – replico Aron luciendo incomodo con su respuesta – pero entre menos lo desees, menor será tu sentimiento de perdida.

-Tu concejo llego un poco tarde – expreso con una débil sonrisa – gracias por ser tan amable.

-No es amabilidad, ni cortesía – haciendo un ademan – soy quien soy.

-Bueno ahora eso te hace similar a un guardián – trato de bromear ella – soy quien soy y mi propósito es este, no te metas conmigo bla, bla, bla. – termino ironizando mientras gesticulaba.

-Ja, ja, ja mira como muero de risa – replico alejándose de ella.

-Si solo encontrara la manera de comunicarme con Nathanael tal vez podría encontrar una de explicarle lo que sucedió – murmuro para sí misma.

-Si yo fuera tú, tendría cuidado con lo que deseas – le interrumpió una mujer con una belleza impactante – generalmente nuestros deseos son lo que nos llevan a huecos oscuros y profundos de los que es difícil salir Muñequita, al contrario de lo que todos dicen yo sé que estas a salvo al menos en el corto plazo.

-Bueno que palabras más alentadoras – trato de ironizar reconociendo que en el fondo saber que al menos tendría un poco de tiempo para tratar de desenredar todo ese embrollo en el que la metió su genética apestaba y le cambio totalmente la forma de ver la vida, claro que no era fácil, pero al menos conservaba su vida y sus decisiones – gracias.

- ¡Oh, nada de eso Muñequita! – le dijo restando importancia – no te estoy diciendo que vivirás por siempre.

-Supongo que agradezco que no me digas alguna de las creativas formas que podría morir - explico haciendo un ademan – creo que saben que los he visto a todos morir.

-Lo siento, creo que me están llamando, te contare cosas mucho mejores y divertidas en otro momento – dijo alejándose repentinamente.

Nathanael.

Esperar no hacia parte de su estilo, se había convertido en una muy temible leyenda con el tiempo. Un ser que no sentía temor es porque ya se encontraba más allá del sentido de la vida corriente como para sentirlo, si había forjado una imagen de guerrero, protector y ejecutor, que ya casi no lograba separar sus recuerdos lo suficiente como para recordar aquellos días en que su vida era apacible y tranquila, bajo el ala protectora de los cuidados de su madre, un ángel perdida en las guerras angelicales de quien no se recuperó nada más que unas cuantas plumas a las cuales rendirles tributos y honores adecuados, un pequeño medallón desgastado con el paso del tiempo era al único recuerdo de su madre el cual siempre llevaba consigo atado en su tobillo, pues a nadie le importaba los accesorios que otros usaran. Unas pocas y contadas personas sabían de su existencia y el significado, no era tan habitual verle desnudo y con la guardia baja pensó mirando desde su posición en el aire.

-No sé qué es lo que estamos esperando – se quejó Eyra – deberíamos atacarlos ahora que su grupo no es tan grande, ni siquiera requerirá de mucho esfuerzo.

- entonces es que no has aprendido nada – la reprendió Viggo – sabes que todo está dispuesto por la voluntad de nuestro padre creador, todo esto es mucho más que cualquier cosa que hayamos hecho antes.

-Y ¿Qué es lo que se supone debería aprender? – inquirió en tono jocoso y batiendo sus pestañas con coquetería – tú y yo sabemos a quién le debemos la vida y no lo veo glorificándose por ello.

-No estaba diciendo eso y lo sabes – se defendió Viggo – solo quiero que entiendas que este es el plan ahora.

-Esperar – resoplo Eyra no muy convencida.

-Se que no suena como todas las tareas que hemos llevado a cabo con anterioridad – intervino Nathanael sorprendiéndoles – es lo que debe hacerse, debo apoyar a la Pequeña Mariposa.

-Entonces ahora lleva la batuta una beba – dijo Ivar llegando.

-Es la última – reitero mirando a Ivar – ella es la última guía para con Padre.

Al ver la expresión de asombro en las caras de su equipo, seguramente ser tan reiterativo y duro al respecto le hizo desear no haberles hablado de esa forma pero debían comprender el alcance de su actual misión, estaba seguro que para ellos las circunstancias hacían que todo se complicara a muchos niveles de responsabilidad adicional, solo que una parte de sí mismo, le recordaba que se avecinaban tiempos difíciles, que nadie seria capaz de proveer y sin embargo, cuando volvió a hablar lo que salió de su boca fue:

-Deberían ver sus rostros – expuso haciendo una mueca – parece que les haya dicho que perdieron las alas, solo porque para la misión resultan inocuas – bromeo, tratando de aligerar la tensión palpable en el ambiente.

-esa es una nueva forma de soltar mega bombas – aseguro un muy sorprendido Viggo – solo espero que lo que has dicho sobre las alas sea meramente una broma.

-si lo pones así, Viggo – intervino Seren recuperándose - creo que el jefe es nuevo con las bromas.

-bueno – dijo Nathanael encogiéndose de hombros – puede ser que me encuentre fuera de práctica.

-entonces deberías practicar – sugirió una Kaira sonriente – hazlo más seguido para que sea natural como tu apariencia.

-nos estamos saliendo de contexto – advirtió Einar – el hecho de que es la última debe significar algo.

Escuchar de la boca de Einar que su pequeña Mariposa era algo más que simple coincidencia, lo había pensado, pero le ponía los pelos de punta, cuál era el camino que debía seguir, puesto que no era dado a cambiar de planes era totalmente necesario que encontrara una manera de hablar con Zoey para conocer porque estaba yendo con el bando contrario y sobre todo ¿Qué le hizo dejar de resistirse?

-Se que tiene un motivo por el cual se encuentra dirigiéndose a algún lugar con ellos – dijo en voz alta para que todos le escucharan – no puedo hablarles de sus motivos puesto que los desconozco, pero tengo la certeza de que existe un motivo.

-ahora que sabemos totalmente el motivo por el que nos encontramos aquí – puntualizó Seren – ahora solo debemos entender las señales.

- no es un plan de mi preferencia – intervino Eyra – es lo que hay y siempre sacamos lo mejor de todas las situaciones.

-bueno ahora suenas como una humana – señalo Viggo – creo que les dicen psicólogos.

-Sin discutir por amor al Padre celestial – les reprendió Einar antes de que fuera demasiado tarde.

-intentare ir a ella cuando duerma – les informo Nathanael.

Sin esperar que lograran articular palabra se alejó un poco del grupo para dejarse caer en una terraza no muy lejos de ellos desde ahí podría seguir vigilando al bando de secuestradores, sabia por sus rondas y las descripciones de todos que por el momento la estaban cuidando con algún objetivo solo esperaba descubrir que antes de que pudiese resultar mal y la mierda corriera totalmente cuesta abajo.

Entonces sintió su presencia en la distancia.

LA BRUJULADonde viven las historias. Descúbrelo ahora