CAPITULO 25

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Zoey

Estar en manos de los malos le estaba succionando todas sus energías, ahora se encontraban en un pueblo no muy lejos de donde la encontraron, el lugar le producía una sensación de haber estado allí antes, lo cual era imposible dado que ella nunca salió de viaje hacia el continente europeo, el edificio parecía ser tan viejo que en cualquier momento comenzaría a desplomarse, pero resistía contra todo pronóstico.

Estaba segura que ese lugar era un punto de encuentro y tal certeza le ponía los vellos de punta, no quería ni imaginarse lo que podría suceder. Por lo que pudo ver desde uno de los huecos en la pared, se encontraban cerca de una vieja iglesia que habría vivido épocas mejores, entonces una parte su ser le obligo a recordar. Uno de los tantos trágicos momentos que la llevaron hasta ese lugar en particular, cerca de aquel viejo recinto, se dio lugar de una forma horrible con ella como testigo de la muerte de un bebe, lanzado desde la torre por un hombre envuelto en un aura de oscuridad, el mismo hombre que en innumerables ocasiones termino con la vida de inocentes en sus sueños y lo que convertía a este hecho en siniestro era que sucedió en algún momento la vida de estos seres.

La habían atado a una columna, con unas cadenas posterior a su llegada. Bueno se estaban tomando demasiadas molestias para mantenerla inmovilizada en su opinión ella no contaba con muchas habilidades a su favor para escapar por lo que no lograba comprender el motivo.

Repentinamente una presencia le helo hasta los huesos, tal era el aura de malevolencia que para ella era tangible en el aire que respiraba, sabía que ahora se encontraba en verdaderos problemas. De ello no cabía duda en ninguna célula de su cuerpo, el horror corriendo por los sistemas de su cuerpo de no ser consiente le habría hecho entrar en estado de shock, pero se obligó a tratar de calmar su respiración y los latidos acelerados de su corazón, para fingir una calma que abandonó su cuerpo como si de una persona corriendo fuera del lugar se tratase, su sentido de supervivencia la urgía a salir de allí como fuera.

En medio de su ataque de pánico, se detuvo al notar que no era la única que se agitaba, todos comenzaron a tomar posiciones como si de un fuerte se tratara, todos encontraron algo que hacer en ese lugar y su pequeño compañero de viaje Aron se aproximó a ella con pasos nerviosos y apresurados.

- ¿qué demonios está sucediendo? – le pregunto cuando le vio tomar posición a su lado de forma envarada.

-cállate por tu bien – dijo Aron sin mirarle – será mucho mejor si coperas.

-vamos no puedes hablar en serio – fue lo que alcanzo a decir mientras un gran grupo de lo que parecían hombres vestidos en trajes negros ingreso en perfecta formación - eso no pasa desapercibido y lo saben ¿verdad? – dijo casi en un susurro para Aron, quien se quedó estoicamente callado a su lado como un soldado haciéndose cargo de su tarea asignada.

Vio como el grupo se dispersaba en todas las direcciones, ocupando casi todos los lugares del salón como si de la seguridad del presidente se tratara, lo vio en el instante en que los últimos del grupo se dirigían en direcciones contrarias, era el oscuro de sus sueños y traía consigo un maletín. Su rostro envuelto en un aura de oscuridad le hacía temer su próximo aliento mientras se dirigía directamente a ella. Trato de respirar lo mas calmada que pudo, pero estaba segura que el martillar enloquecido de su corazón la delataba frente a la maldad personificada.

Le vio mover los labios para lucir una siniestra sonrisa, estaba segura que era un acto para alimentar su miedo si tan solo supiera que nunca había pasado más miedo que en ese momento seguramente no trataría de asustarle aun mientras la observaba sin decir ni una sola palabra entonces lo supo, como uno de esos raros impulsos que la movían los últimos días y ella se rio fuerte, una risa cargada de todas esas palabras no dichas en esa escena cargada de hombre que querían hacerle mucho daño, pero ella rio fuerte y sin inhibiciones porque de lo contrario podría echarse a llorar como una bebe.

LA BRUJULADonde viven las historias. Descúbrelo ahora