Llevaba tantas horas encerrada en esa habitación que perdió la noción del tiempo no sabía si aún era de día o había anochecido, en ese espacio donde le habían obligado a beber, le cortaron mechones de pelo, le bañaron en humo, vio que dibujaron y recitaron una cantidad innumerable de hechizos, pero ninguno surgió el efecto esperado por parte de quienes entraron y luego cuando pensó que toco acababa, parecía que una fuerza sobrenatural les inspirara nuevos conjuros para recitar.
-se que estas agotada Pequeña Mariposa, recuerda que siempre estoy contigo – fue el cálido susurro en su mente – tal vez deberías sugerir el uso de fragmentos del libro o lo contrario en la próxima ronda para que pueda ir a por ti.
-supongo que no pierdo nada intentándolo – fue su respuesta – supongo que sin importar el resultado es momento de que me saques de aquí.
-lo que tu digas recuerda que lo estoy haciendo a tu manera pequeña – le hizo saber Nathanael – te estaré informando de todo, tu confía.
-ya sabes que si, estaré aquí esperando ya sabes, por aquello de las cadenas. – trato de sonar divertida ante su situación – y luego quiero echarme una gran comida.
-de acuerdo tu procura no caer rendida en el proceso – fue lo ultimo que escucho de él por ese momento antes de seguir escuchando como un grupo de hombres murmuraban en un lenguaje desconocido para ella.
Al no poder moverse del lugar, a nadie en particular le hizo saber:
-necesito ir al baño – al notar que nadie se movía de su lugar alzo la voz – tengo que ir al baño, o luego tendrán que aguantar el olor – trato de sonar amenazante – es que nadie aquí sabe lo que es una urgencia – grito perdiendo la paciencia porque realmente le apetecía desocupar su vejiga.
-inicias a quejarte – escucho que decía David desde las sombras – te das cuenta que por aquí ¿no se ha aparecido nadie en tu búsqueda?
-bueno eres realmente un fastidió - fue la respuesta que le dio – necesito ir al baño repitió.
-si el arcángel de la guerra estuviera interesado en ti, hace bastante tiempo mas de la mitad de quienes están aquí ya abrían muerto – observo David nuevamente.
-bueno están buscando los fragmentos del libro que están en manos del bando equivocado – sugirió como quien no quiere la cosa.
-no puedes saberlo con certeza – juzgo David.
-yo sé que si – le sonrió al lugar donde escuchaba su voz – me lo hizo saber antes de que yo decidiera quedarme a tu cargo.
-no hablas en verdad – la acuso dando un paso adelante para que pudiera ver su rostro en la penumbra.
-de hecho, lo hago, estoy aquí porque decidí ayudar a quien no debía – inclino su cara un poco sobre sus hombros – me advirtió que eras capaz de esto, pero fui demasiado ingenua para confiar en él y aquí estoy con un traidor.
- y ¿cómo sabes que encontrara los fragmentos del libro? – su voz sonaba ansiosa por un conocimiento así.
-bueno no sabría como te tomaras esto que voy a decir – le explico ahora inclinándose sobre sus ataduras hacia su dirección, le vio acercarse a ella entonces se rio fuerte – en verdad crees que te diría si lo supiera – rio un poco más.
-espero que disfrutes del dolor que te causaran los próximos hechizos – le hizo saber David – creo que es momento de dejar de ser cuidadosos.
-hieres mis sentimientos David Drinfas – le dijo batiendo las pestañas en su dirección con coquetería – la única decisión que lamento es confiar en un ser como tú.
-espero escucharte rogar porque paren – le dijo ahora más cerca de ella.
-bueno espero que mueras muy rápido – le dijo mirándolo con furia en sus ojos – procurare sonreír mientras sucede.
Sus palabras le borraron la sonrisa de sus labios, entonces lo vio volverse hacia la zona oscura de la habitación y sin ninguna ceremonia advirtió en voz alta – ella a tenido una visión, nos atacaran en este lugar.
-no puedes asegurarlo David – dijo ella a sus espaldas – es mas como un deseo – añadió sintiéndose mejor – tal vez estoy deseando tu muerte, tal vez tu señor quiere deshacerse de ti, por un trato.
-que quieres y que me darás a cambio – escucho que la voz de Semeliel llegaba hasta ella y le erizaba la piel, no había sentido su presencia o ella simplemente dejo de prestar atención se cuestionó.
-ya me has escuchado, el arcángel como le llamáis estará reuniendo un ejercito para recuperar los fragmentos del libro que tanto codicias los inmortales – hizo una pausa dramática en sus palabras – me pareció escucharle decir algo sobre un nuevo don, me conto que si lograba vincular una pagina a un ser vivo el resto del libro le cantaría para sus sentidos como si del canto de sirena se tratase, resulta que ahora soy parte del libro – se encogió de hombros como quien no quiere la cosa – se sorprendió mucho cuando noto que cuando yo tenia ese pedazo de papel conmigo no lograba sentir nada – suspiro dramática – quería saber porque, pero en eso llegaron ustedes a por mí justo después de que salió, - miro a su alrededor parecía que tenia una gran audiencia – creo que ahora si quisiera buscarme tampoco me encontraría, pero gracias a David tengo este brazalete que le ayuda a encontrarme así como lo hacía David – explico sonriente.
-le pusiste un brazalete de protección y localización que puede ser manipulado – escucho que decía Semeliel – y no habías dicho ninguna palabra al respecto, es que eres un ¡idiota! – vio que el cuerpo de David era arrastrado a las sombras.
- esto se pone interesante – dijo para si – gracias por tan amable atención.
-ella esta mintiendo – escucho que decía David – ella esta jugando con la información que posee.
-eso lo sé por descontado – escucho que decía el líder de los caídos – pero de todo lo que a dicho ella no miente sobre las paginas y ella tiene el brazalete, es muy probable que Nathanael sepa su ubicación y si está reuniendo un escuadrón debemos prepararnos para el ataque inminente, tenemos aquí en la misma locación páginas del libro.
Vio que un hombre que no había visto antes se acercaba a ella con una herramienta que parecía frágil en sus manos, le tomo la mano fuertemente y con la pinza de su otra mano corto el brazalete el cual emitió un destello de luz como si una pequeña autora boreal se tratase.
-si has visto eso – dijo Semeliel – es parte residual de los dones de ese bastardo – vio que todos se quedaban quietos como si fueran estatuas – tenemos que mover la base de lugar ahora mismo antes de que logra atacar.
-eres realmente buena en persuasión Mariposa – escucho la voz de Nathanael en su mente – gracias arcángel de la guerra – fue su respuesta encantada por la alabanza.
-ella sabe más – la acuso David – lo veo en sus ojos.
-bueno es hora de actuar – fue lo ultimo que escucho cuando un dolor insoportable atravesó su cráneo enviándola a la inconciencia.
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LA BRUJULA
FantasyDonde la fantasía se torna en realidad y lo imposible es meramente una suposición, nadie se encuentra seguro.