prologo

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Un dolor inmenso me recorre todo el cuerpo. Intento moverme pero ni siquiera mis manos responden. ¿Qué me pasa? ¿Por qué incluso abrir los ojos me cuesta?

 -se le esta yendo el sedante, será mejor que le demos otra dosis –no reconozco la voz de la mujer que acaba de hablar –debe tener un Dios aparte, todavía no  puedo creer que este vivo.

 ¿Están hablando de mí? ¡Pero si yo no tuve ningún accidente!, tu puedes Connor, ¡mueve una mano! ¡Abre los ojos! ¡Di algo! –Maax…

 -todavía repite ese nombre, ¿aun no aparece? –esta vez es la voz de un hombre.

 -su amigo el que esta en la sala de espera dice que la chica se marcho, no puede contactar con ella, voy a darle una dosis mas fuerte para que pase la noche.

 ¿Cómo que Max se marcho? ¡Ella!  No… ella no me pudo dejar…y entonces lo recuerdo. Las mentiras, la manera en que la trate, Maddison diciéndome que no somos primos, subirme a mi auto para ir a buscarla y por último la luz…un auto me choco, no llegue a detenerla… Max se marcho.

 -debe de ser alguien muy importante para el, porque si aun en el estado que esta lo único que dice es su nombre… espero que logren dar con ella

 Se equivocan, Max no es lo más importante, ella lo es todo.

Esta vez cuando despierto, el  dolor de mi cuerpo ha disminuido, solo siento un fuerte dolor de cabeza. Con un poco de esfuerzo logro  abrir  los ojos y examino la habitación en la que me encuentro, es muy pequeña y huele a desinfectante para piso. Veo que al lado hay otra cama, pero por suerte no esta ocupada.

Recuerdo la conversación que escuche antes de que me volvieran a sedar, por lo que acepto que tuve un accidente y por lo visto me trajeron a un hospital publico. También mencionaron que no podían encontrar a Max… tengo que encontrarla.

Hago el intento de ponerme de pie, pero el suero que tengo conectado a mi brazo me recuerda que estoy postrado en esta cama de hospital, comienzo a arrancar cada uno de los cables que están conectados a mi cuerpo y la habitación se llena del sonido de numerosos pitidos que hacen aumentar el dolor de cabeza que tengo.

Escucho a alguien caminar por el pasillo, dejo de intentar desconectar todo cuando oigo a esa persona tararear una canción… tiene que ser Max, se entero de mi accidente y ha vuelto.

Mi corazón se acelera ante la expectativa de verla y se detiene por completo cuando la puerta de la habitación se abre y no es ella la que se encuentra allí, sino que es Emma.

-de todos los hospitales que hay en el mundo, tenias que caer aquí –es la primera vez que me alegro de verla.

-¿Dónde esta Max? ¡Tienes que llamarla! ¡Ella tiene que volver! –me mira como si estuviera diciendo puras locuras, comienza a caminar hacia mi, lleva una de esas carpetas con las que siempre se ve a los médicos caminar por los pasillos.

-piraña, perdiste el privilegio de acercarte a ella en el momento que la humillaste, le robaste y le partiste el corazón. Si fuera por mi te dejaría morir en este mismo instante, pero hice un juramento y es mi deber atenderte.

-pero es que no entiendes, necesito hablar con ella, tengo que explicarle todo

-por lo visto no la vamos a tener fácil –sale de la habitación y a los pocos segundos vuelve a entrar con una jeringa en la mano.

-¿Qué haces? ¿Vas a matarme?

-no, te voy a dormir, va ser mas fácil cuidar de ti si no tengo que escucharte – en un rápido moviendo que no puede bloquear, Emma logra inyectarme en mi brazo izquierdo.

-por favor…-siento mis lengua entumecerse –solo necesito…-mierda, me debe de haber dado anestesia para caballo –Max, necesito a Max…

Antes de que pueda caer devuelta en el sueño siento como Emma coloca nuevamente todo lo que arranque, los pitidos cesan y puedo escucharla hablar.

-en verdad le hiciste mucho daño... llegue a pensar que eras el indicado para ella…nos has decepcionado sombrita

Escucharla decir todo el daño que le cause a Max duele mas que el dolor ocasionado por el accidente.

 Esta vez, despertarme cuesta menos –buen día solecito –sorprendentemente el dolor de cabeza ha desaparecido y la voz de Colin no me retumba.

-ya era hora que despertaras –intento responderle pero siento la garganta seca –espera Emma dijo que necesitarías agua al despertar –me alcanza un vaso de agua fresca, lo bebo como si llevara días si beber nada.

-¿Cuánto llevo aquí? –Colin mira hacia todos lados como si no quisiera responder a una pregunta tan sencilla, según mis cálculos debo llevar dos días.

-¿quieres mas agua?

-no, quiero que me respondas.

-estas por cumplir diez días internado aquí

-¡diez días! ¿Cómo que diez días? Si Emma me dio un tranquilizante ayer a la noche, no puedo haber dormido tanto.

-en realidad ese tranquilizante te lo ha dado hace ocho días, te ha mantenido sedado todo este tiempo

-¡ella no puede haberme echo eso! ¿Por qué dejaste que lo hiciera? ¡Eres abogado! ¡Tendrías que haberla demandado!

-sus razones eran buenas, tu cuerpo tenia que sanarse, y dado lo desesperado que estas por hablar con Max no iba a quedarte en cama el tiempo suficiente.

-¡lo hizo por que no quería escucharme! ¡No quiere decirme donde esta Max! ¡Dime que al menos tu si lo haz averiguado!

 La puerta de la habitación se abre y la hija de Satanás hace su entrada, no puedo disimular el odio que siento por ella en este momento.

Se acerca a mi y en silencio comienza a tomar mis signos vitales, presión, temperatura, pupilas y latidos del corazón –te encuentras bien –emitiré el parte y es probable que te den de alta mañana en la mañana.

Quiero agarrarla del cuello, estamparla contra una pared y hacerle pagar el haberme tenido durmiendo por ochos días cuando podría haberme puesto a buscar a Max. Pero así no voy a conseguir nada, ella es su amiga, ella sabe donde esta, tengo que ganármela.

-¿Dónde esta Max?

-ya te dije que perdiste el derecho de acercarte a ella.

-no, tu me hiciste perder ese derecho al mantenerme dormido, porque te juro que hasta con las dos piernas rotas hubiera hecho lo posible para encontrarla. 

-¿Por qué? ¿Por qué harías eso?

-por que la amo, porque todo lo que hice y dije para lastimarla, lo hice para salvarla. Necesito recuperarla.

-te escucho, me darás todas la razones que hicieron que mi amiga pasara toda una noche llorando por ti, que se subiera a un avión y que aun a ultimo momento esperara que aparecieras corriendo impidiendo que se vaya.

 Siento mi corazón inflarse de esperanza al escura esto ultimo… ella aun confiaba en mi... me esperaba…

 -te diré toda la verdad. Pero no puedes decirle nada a Max, tiene que saberlo por mi y a su debido tiempo.

Serás Mi Luz (segunda temporada de Seré Tu Sombra)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora